♡Cupido Stalker♡

Capitulo 27

Los cuatro se miraban entre si.

Iban de uno a otro hasta desviar la mirada entre ellos, en ese salón enorme y silencioso donde ninguno tenía la iniciativa para romper el hielo. ¿Qué podrían decir? Fueron encerrados con tal de hablar pero pareciera que las palabras huyeron convirtiendo todo en silencio.

— ¿Y si nos salimos por la ventana? — por fin alguien se animó, el rubio pregunto para ya no sentir tan incómodo el ambiente.

— ¿Salir por la ventana? — Yunho asintió — ¿Quieres que nos rompamos los huesos?

— Eso o nos quedaremos aquí el resto del día.

Yeosang abulto los labios e hizo una mueca.

— ¿Porqué Kim nos encerró aquí? — cuestionó y todos le prestaron atención — me dijo que el maestro Min quería hablar conmigo sobre mis notas y cuando llegamos aquí, lo primero que hace es empujarme y encerrarme. ¡Ni siquiera se disculpó por romper mi labial! Era nuevo.

— ¿Labial? ¡A mí casi me deja sin espalda! — comentó Jeong recordando los sucesos — ese chico no se anda con bromas, todavía me duele.

— ¿Crees que eso es dolor? — el pelinegro apuntó su nariz — si eso te duele entonces no querrás verlo en sus peores momentos ni hacerlo enojar.

— ¡¿Kim golpeó a mi Mingiie?! — exaltado de su bolso sacó paños húmedos y con cuidado le limpió el líquido seco rojo — definitivamente no tiene conciencia, ¿porqué golpea así? ¡Casi los mata! Pobre Mingi, ojalá Jessi no se vuelva loca.

— Sí...bueno, yo me lo busqué — con su mano se rascó la nuca.

— ¿Qué hiciste?

— Ahora, no tengo ni idea pero supongo que no le gustó sino no me hubiera noqueado.

— Kim es tan extraño — tiró los paños al basurero.

— Pues dale las gracias, te la compuso — dijo el rubio.

Mingi y Yunho se miraron.

Un tipo de tensión se formó.

— ¿Ah? ¿Dices que mi nariz no era atractiva?

— Se ve mejor después de esa golpiza.

—....

—....

Segundos después rieron, Yeosang sonrió tratando de no reír cubriendo su boca, y Jongho mordía sus labios reteniendo la alegría que le causaba escuchar esos sonidos otra vez.

— ¿Algún plan? — retomó de nuevo la conversación anterior Yeosang.

— Él dijo que no nos dejará salir de aquí hasta que hablemos — recordó Yunho haciendo para atrás su cuerpo recostando su adolorida espalda en la silla — fue muy directo con eso.

— Quizás si decimos que ya hablamos ¿Nos dejará salir? — exclamó el castaño un poco ingenuo de su idea — al menos para no morir aquí dentro. Mingi tú puedes convencerlo — el pelinegro volteó a mirarlo — a ti se te da convencer a la gente, haz lo tuyo, o bueno — miró su nariz con el algodón que le puso — inténtalo.

— Por favor, ¿Quién no caería ante mí? — Yeosang rodó los ojos ante el tono arrogante.

— ¿Kim? Él lamentablemente no cae ante tus "encantos" querido Romeo.

— ¿Entonces qué haremos? La cara de Mingi está dañada, no puede convencer a nadie con ese aspecto — el pelinegro bufó — ¿Porqué no gritas Yeosang? Tus gritos llegan hasta el Himalaya.