Capitulo 20

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Hongjoong caminaba por los largos pasillos del lugar inmenso, había recibido un mensaje de Jongho diciéndole que podía dejar sus cosas en la habitación de hace rato y que cuando fuera hora de irse podía regresar por ellas. Eso fue lo que hizo.

Miraba encantado todos los cuadros de pinturas que parecían valiosas como reliquias. Algunas llevaban el nombre de su autor, otras en cambio, títulos en el idioma francés. Sin presumir pero su francés si que era fluido por lo que leer aquello era sencillo para él.

Agradecía que su abuelo hubiese tenido un trabajo en el extranjero, Francia parecía un buen lugar para visitar.

No obstante, hubo una pintura que llamó su atención, no sólo por lo hermosa que era. Llenaba un sentimiento de melancolía, tristeza pero al parecer también amor.

Su título llevaba por nombre "ÉTERNELLEMENT VÔTRE" que traducido sería "eternamente tuya".

Sus ojos viajaron por todo ese recuadro, una mujer de largos cabellos cafés de tono claro y labios rosados sonrientes, modelaba un vestido blanco tan sencillo pero a la vez sofisticado resaltando la tersa piel de porcelana.

En su dedo anular un precioso anillo con un zafiro incrustado.

Asomándose un poquito más inspeccionó su rostro.

Le daba una extraña sensación de conocerla pero a la vez no porque jamás había visto a la chica que se veía como de su edad. Lucía jovencita, 20 años por lo mucho o menos.

Todo de esa persona le recordaba a algo pero no sabía a qué. En especial sus ojos grandes y redondos.

«Ese tipo de mirada...¿Dónde la he visto?»

Ojos azules claros profundos pero a la vez cálidos, con un brillo cual gema preciosa desprender de estos siendo adornados por esas gruesas pestañas largas y dobladas.

Ese tipo de mirada que te dejaría sin aliento a primera vista y desear más pero que no podía ser porque simplemente se sentía intocable.

Una mirada inocente pero juguetona, risueña pero seductora. Era simplemente indescriptible con palabras.

A punto de irse algo llamó su atención. Se acercó un poco más y abrió los ojos grandemente, era el único recuadro con letras escritas en lo que definitivamente era oro de verdad, adornando en letritas cursivas Lady A.

—Wow...

¿Acaso era una obra maestra? Es decir, no por nada estaría atrapada en ese gigantesco cristal para prohibirle a quien sea ponerle manos.

—¡Hasta que te encuentro!

Volteó de inmediato para toparse con un agitado Jongho jadeante apoyando sus manos a sus piernas intentando recuperar aliento. Se rió un poco ante eso, pero se calló enseguida cuando los ojos de su amigo captaron el recuadro.

El cambio en estos fue muy notorio.

—¿Es bonita, no?

Sintió un aura de tristeza en más palabras del peligris.

—¿La pintura? Sí es-

—Me refiero a ella —le interrumpió.

—Oh...hablas de la chica.

Jongho asintió.

—Sí, ella es muy bonita. De hecho, creo que me gustan sus ojos.

Aquellos orbes eran similares a los de ese poste con aires de ser un alien lee mentes, tan sólo si fueran más redonditos y cálidos diría que son como gemelos por esos hoyuelos que ambos portaban.

♡Cupido Stalker♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora