Capítulo 6. Él no tiene que saber

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—No deben preocuparse por nada, yo me haré cargo de todo aquí, ustedes váyanse tranquilos.

Decía Katsuki mientras guiaba a sus papás a la salida como si ellos no supieran por dónde era.

Mitsuki y Masaru debían salir de la ciudad hacia un congreso que iba a durar un total de 3 días. Ellos eran parte de los panelistas así que era prácticamente obligatorio, pero estaban indecisos en cuanto a ir ambos ya que tenían un invitado en casa, apenas Katsuki lo supo se ofreció voluntariamente a hacerse cargo.

Tras los recientes acontecimientos no había situación que le emocionara más.

—Volveremos el lunes si todo va bien, encárgate de los chicos, cuidalos bien.

—No te preocupes, estaremos bien —le aseguró mientras le cerraba la puerta del carro a su madre.

Ambos padres se despidieron de su hijos mayor desde el auto.

Cuando Izuku y Gogo salieron de la escuela ese día, Katsuki los llevó al supermercado para hacer la despensa para un fin de semana, porque lo pasarían solos los tres en casa desde ese día viernes en el que además empezaban oficialmente las vacaciones y el cumpleaños de Izuku estaba a la vuelta de la esquina.

Mientras iban en el auto tanto Izuku como Katsuki estaban algo incómodos, ahora era extraño no tomarse de las manos pero, su relación sin nombre que se había establecido en secreto también tenía una cláusula silenciosa en la que se estipulaba que, por ningún motivo, razón o circunstancia, Gogo debía enterarse de ella.

Gogo Bakugo es celoso, increíblemente celoso. Katsuki lo pudo comprobar cuando el menor prefirió mentirle en la cara diciendo que Izuku le gustaba antes de siquiera preguntar qué hacía exactamente o si sentía algo en verdad.

Si Gogo llegaba a enterarse de que ambos tenían una especie de relación en la que era obvio que se gustaban, probablemente la reacción sería verdaderamente mala.

Sin embargo, tanto Katsuki como Izuku habían estado tan sumergidos en lo que sentían el uno por el otro que ninguno se había percatado que sus acciones (a veces demasiado obvias) habían pasado desapercibidas gracias a que, el adolescente en cuestión, estaba demasiado ocupado mirando la pantalla de su celular.

No fue hasta que el menor de los Bakugo prácticamente chocó con una estantería en el supermercado que el mayor se dio cuenta de la distracción que significa el celular para su hermano.

—¿Qué tanto haces con las narices en el celular?

Gogo alzó la mirada para encontrar a su hermano intentando mirar en su conversación y ocultó rápidamente la pantalla.

—Nada.

Entonces Izuku lo recordó.

—Es Setsuna ¿verdad?

—¿Setsuna? ¿Quién es Setsuna?

Gogo hizo una mueca de fastidio hacia el mayor y buscó algo en su celular antes de mostrárselo.

—Vaya, es linda, ¿Quién es? ¿Tú novia?

A Izuku no le gustó aquello pero no dijo nada. Gogo lo dudó un momento pero negó en respuesta.

—Gogo lleva meses enamorado de ella pero hasta hace un mes Setsuna estaba en una relación. Así que sus oportunidades ahora son una realidad.

—¿Y? ¿Las has invitado ya?

—¿Estás loco? No puedo solo pedírselo y ya.

Katsuki casi se puso a reír —Si ella chatea contigo lo suficiente como para mantener tu nariz pegada al celular, créeme, te estás tardando.

Él no lo sabe, pero va a ser mi esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora