Capítulo 5. Me gusta

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Izuku despertó el día lunes con muy buen humor, desayuno con toda la familia Bakugo y se despidió camino a la escuela con Gogo. Las clases fueron bien, el receso fue divertido incluso se canceló su reunión con el club así que pudo salir antes.

Ya estaba planeando en su mente que llegaría a casa, tomaría el gran bote de helado de fresa y se sentaría en la sala a ver Dr. Stone por tercera vez mientras caminaba hacia la salida cuando las voces alrededor lo regresaron a la realidad.

—Ese es Izuku —dijo una chica, quizá murmuró pero escucharla fue demasiado sencillo así que afirmarlo sería estúpido.

—¿Él? Debe creerse muy lindo para rechazar a Shindo.

El peli verde se detuvo, sin voltear a verlas.

—¿Shindo realmente le pidió salir a alguien como él? ¿Qué le vio?

Su rostro se calentó, llevó las manos a sus mejillas presintiendo que estaba sonrojado por la pena. Cuando levantó un poco la mirada pudo ver como varias chicas omega se detenían a su alrededor, fue consiente de cómo murmuraban igual que las primeras, se hablaban al oído unas a otras, seguramente lo criticaban, la respiración se le atoró en la garganta.

—Izuku.

Alguien le llamó, al principio no reconoció la voz pero en medio de su desesperación creyó que se trataría de Gogo, él siempre llegaba a salvarlo, si, debía ser él. Volteó hacia la voz lleno de esperanza, pero la pequeña sonrisa de alivio desapareció en cuanto vio a Shindo.

—Basta ya, deja de hacerte de rogar.

El murmullo colectivo se hizo más grande, ahora hasta los que no murmuraban se habían detenido. Fácilmente los rodeaban unas 20 personas, en su mayoría omegas.

Sus manos comenzaron a temblar pero un arrebato de valor le hizo fruncir el ceño.

—Déjame en paz Shindo, todas las chicas aquí estarían encantadas de salir contigo, ¿por qué sigues detrás de mi?

Él casi se puso a reír. —Es precisamente por eso que no entiendo por qué no quieres decirme qué pasó.

—Sabes muy bien qué.

—Si no me lo dices no lo entenderé.

—No intentes culparme de tu estupidez, no quiero salir con alguien tan despreciable como tú.

La expresión de asombro colectivo hizo al castaño alfa fruncir el ceño. Estaba quedando en ridículo. Fingió mantener la calma, si el pequeño omega quería jugar así, él no se quedaría atrás.

—¿Sigues molesto por lo que te dije? No puedes culparme por pensar en eso, ya sabes, tú eras un pequeño cerdo hace años, aún lo pareces a veces.

Izuku quiso ponerse a llorar cuando todos alrededor comenzaron a reír, pero solo bajó la mirada.

"Gogo, dónde estás ahora, ayúdame. Necesito que alguien me ayude, yo no puedo, no puedo hacer esto solo, Gogo" pensaba repetidamente.

Sus ojos estaban a punto de soltar las lágrimas cuando alguien comenzó a aplaudir sarcásticamente. Estaba detrás suyo. Todos empezaron a murmurar de nuevo, pero está vez, opiniones completamente distintas.

—Que guapo.

—¿Quién es? Luce mayor

—¿Ese no es el chico Bakugo de la clase 3A?

—Es tan lindo.

—No puede ser, definitivamente es mayor, quizá es universitario.

—Es un alfa dominante, nunca había visto uno.

Él no lo sabe, pero va a ser mi esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora