First Day...

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Eran las 7:00 am y su primera clase empezaba a las nueve, ambos compañeros de cuartos ya se estaban levantando para poder empezar el día, el primer día de universidad de aquel nuevo año. Ambos estudiaban psicología así que tenían las mismas clases, eran amigos de todos sus demás compañeros, pero cuando había trabajos en pareja siempre lo hacían juntos, haciendo un muy buen trabajo.

Si bien su ex estudiaba diseño industrial y eso era en otro edificio de la universidad el cual quedaba algo lejos del de psicología, aun así, tenía el constante miedo de encontrárselo en algún pasillo, aunque ahora le tenía más remordimiento y rabia que cualquier otra cosa. Como sea, dejaría de pensar en eso y se centraría en elegir un buen atuendo para el día, pensó en azul, pero sentía que sería demasiado contando con la bandana, ¿negro? No, si se encuentra con Spreen quizás piensa que aún no lo supera y sigue en un tipo de faceta emo, ¿rojo quizás? Buena idea, un color que irradia buenos sentimientos y es su favorito, color rojo será.

No iría con su polerón de Spiderman, al menos no para su primer día de clases. Esta vez se decidió por una camiseta azul para llevar con un polerón rojo liso y unos pantalones de jeans negros, obviamente sin su infalible bandana azul. Decidió por ponerse un poco de maquillaje para tapar las imperfecciones, se puso un poco de color en las mejillas junto con un colorcito y brillo en los labios, sintiéndose bonito al terminar el proceso. Sonrió al espejo y se dirigió al comedor, sonriendo y agradeciéndole a Jaiden al ver que había hecho el desayuno, por lo que ambos empezaron a comer mientras comentaban lo entusiasmados que estaban por este nuevo año.

Ya faltaba poco para irse y ganar un asiento, por lo que rápidamente se lavaron los dientes y tomaron sus mochilas, estando listos para irse, pero segundos antes de salir Jaiden no vio el plato con agua de Bobby y lo pateo, mojándose parte del pantalón en consecuencia, por lo que le dijo a Roier que se fuera sin ella pero que le guardara un asiento. Roier no estaba muy convencido, pero al ver la hora aceptó, despidiéndose antes de salir por la puerta. Llegó al ascensor y apretó el boton, sacando su celular para estar entretenido mientras esperaba que el elevador llegara. Cuando escucho el timbre de que por fin había llegado el elevador, levantó la vista y se sorprendio ligeramente al ver al nuevo brasileño del otro día apenas se abrieron las puertas. "¿Por qué te sorprendes? Obviamente te lo ibas a encontrar en algun momento si viven en los mismos apartamentos." Disipa su regañada mental y saluda al rubio con una amable sonrisa mientras que se posicionaba a un lado de él. El contrario le correspondio el saludo con un poco de nerviosismo. Roier vio de reojo de pies a cabeza al brasileño, agradandole el atuendo que llevaba puesto, el cual consistía de un suéter verde con pantalones café, era una buena combinacion de colores y combinaba con su bolso que era de un café más oscuro.

Los últimos días de vacaciones antes de entrar a la universidad Roier había hecho yoga y demás cosas para poder aclarar su mente, ya que no quería tener ningun enredo mental al entrar, no quería que su vida personal arruinara su carrera. Mientras que en el caso de Cellbit, no pudo dejar de pensar en Roier en todos esos días de mudanza, que incluso por eso algunas veces se le habían caído algunas cosas fragiles como unos vasos o incluso platos. Después de que analizara por unas cuantas noches y casi hacer una tesis sobre sus pensamientos, pudo confirmar que tuvo un crush a primera vista con el mexicano. Si bien tuvo un pequeño debate mental sobre si eso era bueno o no, ya que se supone que había venido acá a estudiar y quizás salir de vez en cuando con sus amigos, pero el principal objetivo era estudiar, aunque el encuentro con ese bello castaño alteró un poco sus planes, igualmente llegó a la conclusión de que era joven, apenas este año cumpliria 24 años, debía de aprovechar también su juventud.

Con esa conclusión aún en mente, dio el primer paso para iniciar una conversación con el castaño. Para su suerte, el mexicano era bastante sociable, por lo que cuando apenas le dijo "¿Emocionado por el primer día?" la simple conversación matutina de vecinos en el ascensor, escaló a ser una conversación de amigos, que si alguien los veía de lejos, facilmente podrian pasar como amigos de toda la vida.

Tradúceme, corazón - GuapoduoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora