Tradúceme, corazón - Guapoduo

Breakfast...

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POV Roier...
Me remuevo en mi camita para poder acomodarme mejor y así dormir un poco más, pero apenas me muevo caigo en el suelo. No mames tremendo putazo que me mandé, ¿pero, desde cuándo tengo una alfombra de pasto sintético? Además de que mi cama no es tan baja. No estoy entendiendo nada.

Adolorido me levantó del suelo mientras que sobaba la parte golpeada, me pegué en todo el culo. Espera un momento, ¿qué traigo puesto? ¿Una camisa blanca? Se parece a la que estaba usando Cellbit anoche.

Anoche... La fiesta de Vege... Cellbit.

CELLBIT.

Rápidamente me giré hacía el sofá y lo vi ahí durmiendo, estaba solamente con la camiseta negra cuello tortuga, ya que yo estaba usando su camisa. ¿Nos dormimos en el sofá? Ya estaba amaneciendo, así que obvio que sí.

Rápidamente saco mi celular para ver la hora, son recién las 9:20 de la mañana, así que ni de pedo esta gente está despierta, es un sábado en la mañana después de una fiesta. Sólo gente que no durmió o torpes como yo están despiertos.

Me siento en el suelo y guardo mi celular, devuelvo mi vista hacía Cell y recuerdos fugaces pasan por mi mente, haciendo que me sonrojara.

Anoche casi nos besamos.

Inconscientemente tapé mi rostro por la vergüenza, me aguanté un grito y respiro unas cuántas veces para calmarme. No puede ser... Cellbit y yo anoche casi nos besamos, estuvimos a punto, A NADA, pero... Pero a Maximus se le ocurrió hablarme, no mames pinche Maximus pendejo, ya me voy a ocupar de ti en algún momento.

¿Y por qué tengo su camisa? Lo más probable es que en algún momento me la haya puesto para poder dormir, aww, que lindo. Aunque haya estado medio borrachito igual se preocupó por mí, que caballeroso este wey.

Me acerqué el sofá y recosté mi mentón en el borde, aprovechando para apreciarlo mientras dormía. ¿Es raro ver a alguien dormir? Sí, un poco, pero Cellbit está demasiado guapo como para no mirarlo.

Pasié mi vista desde sus pestañas, su nariz, su barba hasta sus labios. Estuve tan cerca de probarlos aquellos labios, y de sentirlos piel a piel, pensar que de verdad estuve a nada de besarlo se me hace tan surreal... Pero el pendejo de Maximus nos interrumpió, puta madre.

Empecé a sentir frío, después de todo estaba en el suelo, era la mañana y ya se sentía en el ambiente cómo poco a poco el otoño estaba a la vuelta de la esquina. Me gusta el otoño y el invierno, pero estar tan desabrigo en el frío no, además de que me podría enfermar si sigo así, por lo que me levanto con cuidado para volver al sofá, sentándome a un lado de Cellbit.

Al parecer notó mis movimientos, porque poco a poco empezó a despertar, suelta quejidos por su obvia resaca y levanta su torso, apoyándose en sus codos para así poder ver en donde estaba. Se veía un poco perdido, pero cuando me vió su expresión cambió de inmediato y se sentó derecho, se pasó las manos por la cara y el cabello, al parecer para intentar arreglarlo un poco.

Se veía muy lindo recién despertado, tenía los ojitos un poco hinchados y su cabello estaba ligeramente alborotado, por lo que decidí ayudarlo un poquito y dirigí mi mano hacía su pelito para arreglarlo, aprovechando también para tocarlo, ando flasheando confianza. Es bastante suavecito y fino, además de que tiene bastante, que envidia.

– Buenos días, señor sol. – Dije para molestarlo, mientras me sentaba mejor para así poder subir mis pies al sofá y poder estar más cómodo. Dejé su cabello un poco más ordenado, pero igual deje algunos mechones rebeldes sueltos que sólo lo hacían ver más encantador.