Sinopsis

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Escuchar Pelleás et Mélisande: IV. La grotte. Lac souterrain.

El Reino Sagrado estaba bajo el mando del Rey Yevhen, que tenía a sus únicas hijas  las gemelas Serena y Erena, ambas estaban por cumplir la mayoría de edad lo que significaba que tomarían una responsabilidad grande para proteger a la humanidad, pero, no contaba con que la ambición de una de ellas acabaría con sus planes.


- Bien hecho Erena, tu poder espiritual ha crecido -Dijo el Rey orgulloso, frente aquella flor que tan sólo hace unos segundos era una semilla pero Erena logró florecerla tan sólo con tocarla- Eres la esperanza de esta tierra.


Serena vigilaba desde la puerta semiabierta, mordió los labios furiosa y caminó por los largos pasillos del palacio hasta el jardín.


- Siempre es Erena! Siempre! -Dijo dejando caer el frasco que contenía su medicina, lamentablemente Serena era muy débil debido a su falta de poder espiritual, pues desde su gestación, Erena había chupado lo que le correspondía a ella- Si tan sólo fuera la única... La odio! La odio! -Se dejó caer de rodillas sobre la tierra y comenzó a golpear el rosal que estaba frente a ella sin importar las espinas.


Las luces de los relámpagos iluminaban la noche, cuando una luz de color rojo se presentó frente a Serena.


- ¿Quieres ser la más poderosa de este Reino?  

- ¿Quién eres? -Levantó la mirada con sus manos llenas de tierra y algunos cortes con sangre.

-  Soy el demonio Rojo...


Serena abrió los ojos por completo, sabía de él, aquel que vivía en el abismo y tenía que evitarlo a toda costa, así que se arrastró intentando alejarse.


- Oh, pequeña, no te asustes... Vengo a ofrecerte mi poder...


- ¿ A mí? ¿Por qué? 


- En tus sangre corre la pureza celestial, si lo combinas con el mío serás indestructible... -La luz frente a ella parpadeaba, Serena frunció el ceño confundida.


- ¿Y por qué me lo ofreces a mí? - Miró alrededor esperando que nadie los estuviera observándolos de lejos. 


- Porque los humanos no te valoran y sólo te miran hacía abajo sólo por no ser tan fuerte como Erena... Que por cierto, ella se quedará con todo lo que te corresponde, no querrán a una debilucha como tú a cargo.


- ¿Y por qué tú si querrías una debilucha como yo? -Alzó una ceja, Serena era la de carácter fuerte pese a su cuerpo débil.


- Ya te lo dije, tu sangre celestial, puedes consumirme y apoderarte de este reino, incluso del abismo... El mundo entero a tus pies, destruir la humanidad... Incluyendo a Erena que desde antes de que nacieran se aprovechó de ti...


Serena bajó la mirada, no lo dudaba quería hacerlo pero no sabía que pasaría con ella si aceptaba.


- Tranquila no pido tu vida a cambio... a cambio quiero la vida de Yevhen.... -Dijo la luz parpadeante que parecía ser capaz de leer los pensamientos.

Abismo Celestial ; TollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora