Abismo Celestial ; Toll

Kapitel 10

Años atrás

Una de las criaturas que trabajaba de limpieza en el castillo del abismo corría por las largas escaleras en forma de espiral totalmente fatigada después de minutos de búsqueda hasta que llegó a la habitación de la reina Serena.

- Su majestad... -Dijo con voz temblorosa tocando un par de veces la puerta, siendo delicada ya que la reina explotaba con facilidad.

- Pasa... 

Al escucharla abrió la puerta con delicadeza y asomó la cabeza tragando saliva antes de tener el valor de hablar.

- El príncipe.... - Hizo una pausa pues el nudo en la garganta hacía que su voz se cortara.

- ¿Qué pasó con el mocoso? -Dijo mientras retocaba su maquillaje viéndose en el espejo del tocador.

- Desapareció.... -Se escondió detrás de la puerta al mismo tiempo que la reina pegaba un fuerte grito que hasta hacía retumbar las gruesas paredes del castillo.

- ¡¿QUE?! - Se puso de pie y de inmediato salió del castillo que hasta una niebla negra se formó a su alrededor - Quiero que todos dejen lo que están haciendo y se pongan a buscar al príncipe, sobre todo vigilen las salidas del abismo, tiene prohibido salir de aquí -Dijo con voz firme mientras todas las criaturas del lugar comenzaban a buscar y a pasar la voz para que todo el mundo se pusiera a buscar al príncipe que tan sólo tenía siete años de edad. 

...

El pequeño Bill caminaba fuera del abismo pero ni siquiera se había dado cuenta pues estaba distraído siguiendo una mariposa blanca con destellos dorados, además pese a que era una aldea del reino Sagrado, el cielo era negro como en el abismo, la tierra estaba gris de lo infertil que era, los arboles estaban secos, lo único diferente eran las chozas donde vivían los habitantes de  ese pequeño lugar. Bill estiraba sus bracitos intento alcanzar la mariposa que iba lo suficientemente lenta para que Bill no le perdiera la vista pero rápida para no ser atrapada.

- Ya... Ya casi te ten...- Justo cuando estaba a punto de tomarla, chocó contra el cuerpo de alguien de su misma estatura.

- AH!! -Ambos cayeron al suelo y se tocaron la frente, estas habían sido golpeadas una con la otra.

- No miras donde vas? -Dijo la voz de una niña que aún se quejaba por el golpe.

- Lo...Lo siento... -Bill levantó la mirada y parpadeó un par de veces, estaba confundido, había jurado escuchar la voz de una niña pero quien estaba en frente era todo lo contrario, tenía un pequeño pantalón y estaba rapado - Có...cómo te llamas? -Le señaló, no estaba tan sorprendido de ver otro humano pese a que estaba acostumbrado a sólo ver criaturas pero su madre ya le había hablado que muy lejos había personas como él.

- Eso importa?! -Dijo aún molesta tocandose la frente, Bill suspiró y se puso de pie haciendo una ligera reverencia ya que Ward le había enseñando que tenía que hacer eso cada que se tuviera que disculpar con la reina, la niña se quedó atónita, ese tipo de comportamiento era extraño- Soy Yuto.