Kapitel 5

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- E...Eso duele!


- Aguanta un poco más, ya casi...


- N...No puedo respirar... Ughh...


- Ya casi...


- AAAAAAAAHH -Bill apoyó su mano izquierda en la pared mientras que la otra se encontraba en su pecho, su cuerpo se movía de adelante hacía atrás a causa de los jalones, Ana por su parte jalaba de los cordones para ajustar mejor el corset del vestido negro que Bill llevaba puesto.


- Listo -Dijo antes de terminarlo de atar, Bill continuaba quejándose.


- No logro entender como las chicas pueden usar esto -Cerró los ojos, inhalando y exhalando de a poco.


- Y yo no logro entender porqué finges ser una chica -Contestó la anciana guardando en una caja los hilos y la aguja que había sacado para ajustar el vestido.


- Mientras menos se acerquen a mi identidad mejor -Se enderezó antes de acomodar mejor el vestido admirando su reflejo en el espejo.


- Entiendo, sólo sé cuidadoso... No intentes indagar por el Castillo si hay mucha seguridad -Bill asintió y soltó un suspiro al escuchar como golpeaban la madera de la puerta principal- Yo abro - La anciana caminó a pasos lentos para abrir la puerta. 


Bill se quedó quieto intentando tocar los cordones de su espalda para aflojarlos un poco pero le fue imposible, volteó a ver a Hanna  una vez que la puerta se abrió en un chillido, llevaba un vestido color celeste y se acercó con una sonrisa emocionada.


- Te ves genial! Me gusta mucho tu estilo, pareces una vampiresa -Dijo la pelirroja caminando alrededor de Bill para admirar de mejor manera el vestido que llevaba- ¿Estás lista? -Bill asintió y es así como se dirigieron hacía el castillo donde la fiesta ya había comenzando. 


¨


La entrada principal del castillo estaba llena de personas que entraban y salían del lugar, en su mayoría eran familias dejando a sus hijas en la entrada principal con los vestidos más finos que podían conseguir, no era cualquier noche, por fin el príncipe de esta tierra estaba dispuesto a escoger una compañera, era un gran y tan anhelado acontecimiento para todos, el sueño de todos los padres que tenían una hija cercana a la edad de Tom para poder tener más poder y mejorar su calidad de vida. 

Bill y Hanna estaban entre la multitud, abriéndose paso para poder entrar a la gran fiesta, aunque en realidad era Hanna la que jalaba a Bill, si fuera por él, ahora estuviera haciendo otras cosas más importantes.


- ¿Por qué tus padres no te han traído? -Dijo el pelinegro cerca de la oreja de Hanna para que le pudiera escuchar mejor, al notar que todas las chicas estaban acompañadas.


- Son realistas -Se encogió de hombros metiéndose entre las personas sin soltar la mano de Bill- Saben que Tom no escogería a una campesina... Lo normal es que escoja alguien con su mismo estatus, la mayoría de aquí no lo somos, sin embargo están gastando sus ahorros sólo para impresionarlo cuando el puede comprar vestidos incluso el triple de caros que esos sin esfuerzo.

Abismo Celestial ; TollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora