La Comunidad {ERLIAN}

PARTE ÚNICA: Son las primeras impresiones verdaderas

Cuando Julián se terminó de interiorizar con el City en los primeros meses en el club-y más precisamente con sus compañeros- se armó una especie de lista mental de metas que se proponía cumplir durante su paso por el club sí o sí. Estas metas eran:

-Ganar la liga inglesa

-Ganar la primera Champions del club

-Jugar más partidos

-Sacarse de encima la timidez

-Conseguirse un novio

El tema es que, pasada la consagración de la selección en el Mundial, un nuevo ítem se le escribió solo en dicha lista, y podríamos decir que es el que más determinación le generaba:

-Volver a Erling Haaland de River

Con el pasar de los meses, se dió cuenta que varias de sus metas se iban a cumplir incluso mucho más rápido de lo que se imaginaba, lo cual llevaba a Julián a en parte aburrirse pero al mismo tiempo alimentar el sentimiento de competencia dentro suyo. Lo que le generó ganar el Mundial es que adoptara un nuevo tipo de confianza que antes ni se imaginaba que podía tener, y eso lo ayudaba en su más grande aventura.

Cuando conoció a Erling primero pensó que el joven era muy raro, luego pensó que era muy gracioso y al final se dió cuenta de que en realidad es tan tímido como él, nomás que su altura y su actitud en la cancha no lo dejaban pasar tan desapercibido como quisiera. Y si bien le gustó el noruego desde un comienzo, nunca pensó que este no solo iba a reciprocar sus sentimientos sino que apostaría más y le preguntaría si querían ser pareja oficialmente (Julián recuerda que lloró como pocas veces en su vida esa noche, dos días antes de irse para concentrar con Argentina, cuando Erling se arrodilló ante él en su casa y le preguntó con un anillo formado por una gomita si quería ser su novio).

Y todo sería perfecto para Julián, con un palmar que la mayor parte de los jugadores envidian prácticamente debajo de su brazo a tan solo 23 y un novio cariñoso y gracioso que lo hace salir de su capullo cada vez más, sino fuese por un pequeñísimo detalle.

Erling Haaland es hincha de Boca.

A ver, no es como si a Julián el hecho de que su novio extranjero siendo simpatizante de un club argentino le molestara, ya que no es extraño que pase dado que su país ha formado de los mejores clubs que el mundo ha visto; el tema es el hecho de que Erling sea específicamente de Boca, y que encima él, Julián Álvarez, de toooodos los jugadores de fútbol se le han tirado onda, se haya enamorado del bostero.

Porque encima tiene la mala suerte de que su novio no es un mero simpatizante, sino que le cuenta que varios integrantes de su familia son hinchas al punto que pocas cosas les gustaría más en la vida como conocer La Bombonera algún día (y Julián piensa, con el pasar del tiempo, que debió verla venir cuando apenas se presentaron las primeras palabras que le dirigió fueron: "You're from River Plate but I like Boca Juniors").

Entonces eso lo lleva a que su meta más grande en estos momentos sea tratar de convencer a su novio, sea de la manera que sea, de que se haga hincha de River. Y miren que lo ha intentado; primero usando la excusa de la culpa diciéndole que cómo él iba a ser de Boca cuando su novio era de River, luego intentando mostrarle videos de la época en la que él jugaba para mostrarle que tan buen equipo eran y hasta recayó en el estúpido debate de que El Monumental es una cancha más grande y linda que La Bombonera, pero así y todo nunca tuvo suerte, porque Erling no solo tiene una convicción de hierro sino que además siempre parecía tener una respuesta irónica para sus argumentos.

Así que, con todas las ideas agotadas y un nerviosismo que no sentía ni cuando jugaba el Mundial dado que sus amigos le recriminaban el hecho de que salga con un bostero (sobre todo Enzo, porque el amor de Enzo por la buena vida es equivalente al odio hacia los bosteros, como toda buena gallina), se resignó al hecho de que debía usar su última alternativa, aquella carta que sacás cuando no tenés más soluciones por probar y que se mantiene escondida en lo más recóndito de la mente porque inconscientemente no pensás que necesites usarla.