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A Remus se le hizo extraño que James lo llame un domingo cerca del mediodía. Se lo oía alterado, tal vez un poco nervioso.

Pero aún más extraño se le hizo que recurra a él en busca de un consejo. Es decir, viviendo con Sirius y teniendo mejor relación con él ¿por qué lo llamaría?

Era por eso que ahora se encontraba en la habitación de James, viendo cómo caminaba de un lado a otro mientras el castaño lo miraba desde la cama, siguiendo sus movimientos. James bufó por décima vez en los últimos diez minutos y finalmente se frenó para mirarlo.

–¿Me dirás qué sucedió o seguirás caminando?

James elevó su mano indicando que espere, Remus suspiró suavemente y apoyó sus manos en el colchón para tirarse ligeramente hacia atrás.

–¿Sirius no puede...?

–Definitivamente no.

Elevó una ceja con duda y asintió lentamente.

–¿Y Dorcas?

–Tal vez, pero está con Marlene.

Remus recordó eso y comprendió.

–Bien, entonces...

–¿Cómo te das cuenta de que estás enamorado?

Frunció el ceño y se enderezó, mirándolo con duda. No creía ser la persona más acorde para responder aquello.

–Eh... ¿qué?

–Eso ¿cómo lo sé?

–B-bueno... eh... ¿por qué crees que sé la respuesta a eso?

James entrecerró los ojos y lo miró escéptico.

–¿Por Sirius, tal vez? ¿Porque, hasta el día de hoy, eres la persona más inteligente que conozco?

–Eso es decir mucho. –reprimió una risa ante lo último. –¿Quién es la persona en cuestión?

–Eso no importa. –suspiró y colocó sus manos en su cintura. –Lo que importa es que estoy extremadamente confundido y mi cabeza va a explotar.

–Bueno, enamorado es una palabra muy fuerte. –hizo una mueca. –Pero, eh... supongo que... –suspiró y sacudió la cabeza. –Querer estar con esa persona sin importar qué y sentir la necesidad de hacerlo, preocuparte por cada mínimo detalle y no imaginarte con otra persona que no sea esa pueden ser señales de aquello. Sentir que no puedes respirar si no estás junto a él o ella y...

James miró el suelo y se quejó por lo bajo, interrumpiendolo.

–¿Por qué lo preguntas?

–Oh, por nada importante. –retomó la caminata de un lado a otro.

–James...

–Bien, sí. –dejó de caminar nuevamente. –Pero no sé cómo explicarlo, es complicado.

–¿Por qué lo sería?

James apretó los labios y miró el suelo. Remus se levantó y caminó hasta él para posar su mano en su hombro, causando que James levante la mirada. El castaño notó cómo mordía sus labios con nervios.

–Deja de hacer eso, te vas a lastimar. ¿Qué sucede?

–Bueno, está este chico.

–Y... –lo incentivó a seguir.

–Siempre me llamó la atención, desde que tengo memoria. No hablamos mucho, solo un par de veces, pero por algún motivo que desconozco no dejo de pensar en él y... –bufó y tomó su cabello con fuerza. –Me está desesperando.

UNKNOWN [Wolfstar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora