dangerous pleasure [Baji Keisuke]

𝓮𝓵 𝓲𝓷𝓯𝓲𝓵𝓽𝓻𝓪𝓭𝓸.1/2.

Capitulo nueve.

______.

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que vi a Baji, lo cual me tenía un poco triste. Pero parecía que él leía mi mente, porque cada vez que eso sucedía, me llamaba. Draken notó que estaba siempre pegada a mi teléfono y no le parecía bien, pero no podía hacer nada para deshacerme de él... o eso creía yo.

-_________ - gritó Draken llamándome. Dejé mi teléfono a un lado y fui hacia donde él estaba. Al verlo, noté que estaba furioso.

-¿Ha pasado algo? - pregunté incrédula. Él desplegó una hoja que tenía en su mano y, al verla, me llevé una mano a la boca, fingiendo sorpresa.

-¿Tienes alguna explicación para esto? - tragué saliva, nunca antes había descuidado mis estudios, pero últimamente Baji me llamaba constantemente, interrumpiendo mis horas de estudio.

-No creo que sea tan grave - tomé el papel y vi las calificaciones en rojo. - Yo... tal vez solo me distraje un poco - reí nerviosamente, y él se unió a mi risa, aunque la suya sonaba más irónica.

-¿Un poco?... ¡El director me llamó para decirme que, si no mejoras tus calificaciones, te expulsarán! - Draken estaba furioso y sinceramente tenía miedo de decir algo más. - Dame tu celular ahora - exclamó apuntándome con el dedo. Yo negué rotundamente. - Entonces, buscaré tu celular en cada rincón de tu habitación. Draken caminó hacia mi habitación y comenzó a revolver todo, mientras yo intentaba detenerlo.

-Por favor, hermano, no me quites mi única distracción - supliqué arrodillándome, pero él siguió buscando hasta encontrar mi teléfono. Rápidamente intenté quitárselo, pero él me detuvo.

-Estás castigada hasta que llegue tu próxima boleta de calificaciones - sabía que no había caso en suplicarle que me lo devolviera.

-Está bien, al menos no me quitaste el derecho a salir - exclamé con ironía. Él rió.

-Oh, no. Si sales, será a mi lado, nada de salidas inusuales - se cruzó de brazos. - Te llevaré a la escuela y de vuelta a casa. Se acabó mi amabilidad. - Sin decir más, salió de la habitación dejándome sola. Me lancé sobre mi cama resignada.

-¡Te detesto, Draken! - grité molesta. Ahora, ¿cómo iba a saber de Baji? Tengo que hacer algo... pero, ¿qué debo hacer?

-Sé que me odias, pero ahora debes dormirte - Draken apareció nuevamente en mi habitación. - Ya no podrás quedarte despierta hasta tarde - me miró y apagó mi luz, luego salió de la habitación, dejándome con mis pensamientos. Pasé un buen rato intentando conciliar el sueño.

Al día siguiente...

Me desperté temprano y decidí prepararme para ir a clases. Mientras me arreglaba, noté que Draken estaba haciendo lo mismo.

-¿Quieres un omelette para el desayuno? - parecía relajado, a diferencia del día anterior.

-No tengo apetito - negué con la cabeza. - Debes alimentarte - bufé molesta, sabía que esta tortura se repetiría todos los días hasta que mejorara mis calificaciones. - Está bien, será un omelette. Estará listo en unos minutos. Péinate, por favor. Parece que peleaste con tu cabello - se burló y salió de mi habitación. Decidí ir al baño y peinarme mientras maldecía en voz baja. Luego fui a desayunar con mi hermano. No hubo conversación alguna, solo comimos y terminamos de prepararnos para salir hacia mi preparatoria. - Está empezando a hacer frío. Creo que se acerca el invierno - yo lo ignoré. - Iremos en mi moto. Ponte el casco - me lanzó el casco.

-Y el tuyo? - él rió. - Estás loco. - Me subí detrás de él y partimos. No tardamos en llegar a mi preparatoria, y podía sentir las miradas fijas en nosotros, en Draken y en mí. - Debes irte, ya notaron tu presencia - me estremecí al pensar en los rumores que se esparcirían debido a esto.

-Vendré por ti, no intentes escaparte. Te tengo vigilada - me miró y se puso el casco que me había prestado. - Ten un buen día - sin decir más, se fue, dejándome mirando al vacío. Suspiré profundamente y entré al edificio, ignorando las miradas y los murmullos a mi alrededor. Cambié mis zapatos y me dirigí a mi primera clase. Transcurrió sin novedad y, por alguna razón, al terminar todos salieron de la sala en busca de un descanso, pero yo me quedé mirando mi cuaderno. Fue entonces cuando alguien se sentó frente a mí.

-Te ves preciosa estudiando - levanté la mirada y me sorprendí al ver quién me hablaba.

-¿Qué haces aquí? - Baji llevaba el uniforme y unos lentes, lo que lo hacía ver aún más atractivo.

-Pues, un pajarito me contó que te quitaron el teléfono y vine a ver a mi novia - sonó despreocupado-

-¿Cómo es posible que nadie haya notado que no eres estudiante aquí? - se encogió de hombros.

-¿Quieres jugar a las preguntas o hacer algo más entretenido? - sonrió travieso, y yo mordí mi labio-

-Elijo lo segundo - al escuchar eso, se puso de pie y me ofreció su mano. Sin dudarlo, la tomé y él me guió hasta una bodega de útiles escolares.

-Te extrañé tanto - dijo mientras me tomaba del cuello y me plantaba un beso apasionado.

-Baji, aquí podrían encontrarnos - intenté mantener la compostura, pero me resultaba difícil, ya que Baji besaba suavemente mi cuello.

-Tranquila, nena, tengo todo bajo control - susurró.

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Una disculpa a quien espero la actualización antes:C

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