Tras mucho tiempo de ahnelar rozar el cielo con sus manos, decide entregar su alma a lo que fuera por hacerlo.
Sus plegarias fueron contestadas, ahora baila a la luz del día en medio de la multitud, ella ahora ríe porque el aire provoca cosquillas en su rostro...
Las nubes ya no están en el cielo, ahora visitan su mente; su alma la entregó a sus propios demonios, demonios que sangran por haber hecho pedazos con sus cuerpo la débil jaula que retenia a su imaginación.
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Psicosis Nebulosa |Libro 2|
RandomLas nubes ya no están solo en el cielo, ahora también visitan su mente.