Psicosis Nebulosa |Libro 2|

~ Entonces eres artista... ~

Aquí yace el espectro de los sueños rotos, de lo que parece a nuestras manos inalcanzable, lo que se ve con el corazón y se siente con el alma.

¿Entonces eres artista?
Mezcla los colores y con su lengua le añade un sin fin de sabores y sensaciones, juega con el lienzo que pretende contener todo lo que sus manos anhelan expresar.

¿Entonces eres artista?
El filo del dolor y su miedo más grande se balancea en sus puños a medida que aumenta el ritmo, más, más, más, y luego... termina y mata de un tajo lo que le dará más vida a su arte.

¿Entonces eres artista?
Sus pies danzan al compás de los pinceles metálicos y las cuencas de cristal, su cuerpo es uno con su entorno y ni siquiera el calor, el frío, el cansancio o el estrés le impiden mimetizarse con su mejor amiga y la testigo de sus anhelos que cada vez viajan más y más lejos de sus pesadas manos.

Él es el artista.

Él es quién dicta con sus manos el calor al que debe exponerse mi cuerpo, es quien sabe cuánto dolor soporta mi piel, es quien conoce la forma perfecta de hacerme delirar sin siquiera intentar.

Y yo solo estoy ahí, estática, esperando a ser adorada por su locura.

Esperando que no note las cicatrices de mi pecho, ni las líneas en mis costillas, ni las marcas en mis piernas.
Porque no hay nada peor que un lienzo dañado, nada peor que una musa sin una perfección que retratar.

Él es el artista.

El es quien con su boca besa sutilmente, casi acariciando, lo que queda del lienzo roto.
Es quien con la calidez de sus ojos acaramelados quita el velo que cubre mi rostro para verme finalmente, porque en sus ojos yace la paleta de colores capaz de regenerar el desastre que soy.
Es quien me súplica que le dé un poco más de mí, sin saber que lo tiene todo.

Él es el artista.

Y yo también.

Ambos locos por trastornos distintos.
Ambos ebrios de sueños palpitantes.
Ambos atrapados por el otro.

¿Finales felices?

Mejor escribamos lo que queremos que pase, al final de todo esto, somos artistas, ¿No?