AU | Donde Shadoune ve fotos lindas de un chico en su celular, quedando flechado casi al instante. Mientras que dicho chico coquetea con un desconocido al recibir un mensaje cualquiera.
Si la historia llega a los streamers será borrada de forma per...
Spreen ya se encontraba más tranquilo, ambos se chicos se encontraban acostados en la cama del ente, este último repartía suaves caricias en el cabellos del menor, quién las recibía gustoso.
— ¿Ahora puedo saber por qué te molesto tanto? — Rompió el silencio el mayor, Spreen asintió suavemente, pensando y ordenando un poco sus palabras.
— Creo que fueron factores juntos, me duele el hecho de que le dijiste a mi mejor amigo sobre el viaje, se lo quería decir yo porque Conter es alguien muy importante en mi vida, lo conozco hace años y siempre estuvo para mí, esta va a ser la primera vez que nos veríamos en persona. — Se explicó, el ente suspiró profundamente, ahora acariciando las mejillas del menor. — En todo caso me hubieras preguntado si podrías decirle o inclusive podríamos haberlo hecho juntos, no lo sé. — Spreen se sentó sobre la cama volteando a ver al contrario. — Otra cosa que me molesta es saber que te hablas mucho con el conejo, llámalo celos si quieres pero no me jode que te hables con él, me jode que me dejen de lado… — Se acercó al mayor quedando frente a frente nuevamente, mirándose fijamente.
— A mi me molesta que seas tan lindo. — Bromeó el ente, acariciándole las mejillas al menor, inclinándose hacía él. — Perdón, estuve mal en no decirte nada al respecto, más siendo que Conter y tú llevan mucho más tiempo de amistad que yo. — Spreen asintió, apartándose un poco antes de volver a hablar.
— También siento que solo me estás usando para tus deseos sexuales. — Admitió, volteando su rostro hacía un lado con cierto miedo de la respuesta que podría llegar a recibir por parte del contrario.
— ¿Creés que te estoy usando? — Murmuró suave, acercándose al menor para dejarle un beso en la frente del contrario. — Dios Spreen, no soy capaz. — Rodeó el cuerpo del contrario con sus brazos con cuidado, sintió como Spreen relajó su cuerpo dejándose caer en los encantos del contrario. — Nunca quise hacerte creer eso, estoy genuinamente interesado en tí. — Llenó el rostro del argentino de suaves besos, provocando cosquillas al mismo.
— ¿Podemos dormir juntos? Me gusta sentirte cerca. — Susurró, para luego acurrucarse en el cuello del mayor, este accedió acomodándose ambos en la cama.
Spreen se aferró al contrario, para dormirse unos pocos segundos después, su cuerpo le reclamaba que durmiera constantemente, era esa temporada donde el frío lo hacía querer hibernar.
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Unos cuantos días habían pasado ya, días donde ambos chicos tenían cierta tranquilidad empezando a salir nuevamente, describiendo lugares juntos e incluso saliendo de fiesta nuevamente, pero finalmente era el día donde se encontrarían con el híbrido de conejo.
Se encontraban hace un tiempo en el aeropuerto, atentos a las llegadas y despegues de los aviones, ambos hablaban cosas varías o incluso llegaban a darse una que otra muestra de afecto.
Hasta que finalmente sonó aquél llamado, anunciando que el vuelo de Conter estaba apunto de llegar. El ente y el osezno se miraron mutuamente con alegría, tanto por el hecho de poder ver a su amigo como por ya no tener que estar esperando por mucho más tiempo.
