VIII

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LAGGY

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LAGGY

Cuando abrí los ojos aquella mañana me sentía realmente mal. Por primera vez en mi vida me molestaba la luz centelleante que entraba por el inmenso ventanal de mi habitación y reclamaba cierta oscuridad; no total pero si cierta.

Me dolía la cabeza una barbaridad y me sentía muy extraña. Era raro de explicar pero era consciente de cada movimiento, de cada sensación que estaba teniendo lugar dentro de mi organismo y era tan incómodo como molesto y perturbador. Sentía la garganta seca, como si no hubiera bebido ningún líquido en más de una semana.

Con dificultad me acerqué hacia mi baño y me observé en el espejo.
¡Dios mío,qué horror!

Solo había visto a una persona con aspecto un poco parecido al mío y había sido Ragnar, después de la primera fiesta a la que fuimos, y él había bebido hasta más no poder. El pobre había terminado tirado en el lavabo de mi casa, vomitando para a la mañana siguiente tener una resaca del quince.

Entonces lo recordé.

Sentí como todo mi cuerpo temblaba de pies a cabeza.
Me eché agua en la cabeza, sin importarme en absoluto que se me mojaran los cabellos de la frente, que por cierto no recordaba habérmelos atado en lo alto de la cabeza, me giré en ese momento y caí en cuenta que esa estaba lejos de ser mi habitación.

Dentro de aquella habitación no había ni una gota de luz salvo la que entraba por la puerta que acaba de abrir. Menos mal que el aire acondicionado estaba puesto por que seguramente me habría muerto asfixiada por falta de aire a causa de la totalidad del encierre de aquel sitio.

Salí alarmada, y me senté derrotada en la cama. Estaba en la habitación de Nicholas ¿como era posible eso? ¿Que tanto había pasado? ¿Porque a mi me pasaba esto? En ese momento maldecí toda mi vida, los recuerdos se instalaban en mi mente como fotografías
que se pasan demasiado rápido para poder analizarlas con detenimiento. Solo podía pensar en una cosa. La droga... me habían drogado, había ingerido drogas, había traicionado mi prioridad número uno, había roto con todos mis ideales... y todo por culpa de una sola persona.

Abrieron la puerta sin molestarse en llamar, me sobresalte hasta que vi una melena entrar a la habitación.

— Noah...— susurre
— ¡Gertha!— saludó — ¿me dirás que mierda ocurrió y  porque mi hermano me mando a traerte esto?— señaló la ropa que llevaba con ella—

— Es una larga historia...—
— Bueno, ya estoy despierta—
— Me drogaron— resumí a duras penas

La cara que tenía era un poema, la pecosa se había quedado sin habla y simplemente corrió a mi y me abrazo.

— Pe-pero ¿como?—
— Ayer fui a una fiesta, las cosas se salieron de las manos y bebí algo adulterado. Es todo lo que recuerdo—
— ¡Diablos Gertha! ¿Pero estás bien?—
— Eso creo, realmente no aguanto la cabeza—
— Creo que el desayuno está listo. Vístete y bajamos, aquí te espero— 

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⏰ Última actualización: Jul 16, 2023 ⏰

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