VI

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LAGGY

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LAGGY

Me apresuré en ponerme el cinturón mientras Ragnar encendía la camioneta, le dejé el auto a mi padre para que este pudiera regresarse, estaría loca si llevaba mi auto aquella fiesta donde cualquier borracho pudiera ocasionarle algún daño.

Ragnar coloco su mano sobre mi asiento y giro la cabeza para dar marcha atrás e incorporarse al camino de salida.

No pude evitar emitir un sonido de insatisfacción cuando nos reincorporamos a la carretera principal, ya fuera del Club Náutico y mi hermano aceleró el coche a más de 120 ignorando deliberadamente las señales de tráfico que indicaban que por allí solo se podía ir a 80, Ragnar ladeó el rostro hacía a mí, chasqueando la lengua. Cansada de aquella actitud, hablé.

-¿Y ahora qué problema tienes?-le
pregunté de malas maneras, en un tono cansino como si no pudiera aguantarlo ni un minuto mas.

-Lo que me pasa Gertha, es que no entiendo que mierda está pasando entre Nicholas y tu. Hace un par de meses, por no decir años lo odiabas, ni siquiera le permitías hablarte ¿que cambio hoy? ¿Porque no dejaba de verte? ¿Y porque por primera vez no te defendiste después de que te echara en cara lo del Ferrari?—me contesto elevando el tono de voz.

Estaba en mi límite, poco más y me pondría a gritarle como una posesa; era consciente de mi mal genio; una de las cosas que más odiaba de mi misma era mi falta de auto control cuando me enfadaba, ya que tendia a gritar, insultar y he de admitir que en una ocasión a pegar, pero eso había sido una ocasión sin precedentes y me prometí a mí misma que nunca volvería a perder los papeles de aquella manera.

— Rag, no hagas ideas tontas en tu cabeza. Nada está pasando ni pasará entre tu amigo y yo, como lo presenciaste es un idiota descerebrado. Que solo busca colmarme la paciencia— suspire— el hecho de que no me defendiera era porque no era el lugar adecuado para hacerlo, no cuando estaba Rafaella presente, Noah no importa porque lo detesta al igual que yo ¿feliz?—

— Podría decirse— bajo la ventana y sacó un cigarrillo— solo no quiero que te lastime, ni que te ilusiones. Sabemos bien que Nicholas no se ata a ninguna persona. No quiero verte sufrir por alguien como él— sentenció

— Gracias Rag, pero no debes de preocuparte por cosas que no pasarán ni en un millón de años—

Veinte minutos después, después de un recorrido en la camioneta nos encontrábamos junto a la playa y frente a una casa de inmensas proporciones; pero no era el tamaño lo que te dejaba boquiabierta si no la cantidad de gente que había amontonada por sus alrededores, por los escalones de la entrada y por prácticamente todas partes.
La música ya se oía a un kilómetro de distancia y estaba tan fuerte que sentí como mi cerebro
retumbaba en mi cabeza.

Al vernos llegar varía gente, en mayoría de nuestra banda empezó a vitorear nuestros nombres y darle palmaditas a la camioneta.

— Estos Neandertales— comentó mi hermano 
— Vamos Rag, se que te encanta— sonreí

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