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(N) salió rápidamente del baño de mujeres y volvió a la cafetería con Armin, quien estaba sentado jugando con sus manos, al parecer ya se había terminado su café.

La pelinegra se sentó nuevamente junto al rubio y lo miró. - Ya volví. - Dijo (N) cruzando sus brazos sobre la mesa mirando a Armin.

- Lo sé. - Dijo Armin rodando los ojos de forma amistosa. - ¿Por qué tardaste tanto? ¿Te trató de tragar el inodoro o algo así? - Dijo el rubio con un tono burlón mirando a la pelinegra.

- Qué chistoso. No, solo me distraje. - Dijo (N) jugando levemente con sus manos.

Armin levantó una ceja y la miró y luego notó como jugaba con sus manos de forma sospechosa. - ¿Te distrajiste o te distrajeron? - Dijo Armin con cierto tono burlón en sus palabras.

- ¿Cómo dices? - Dijo (N) levantando la mirada hacia Armin. - Pero por supuesto que no. - Dijo (N) tratando de no sonar tan sospechosa.

- No me mientas, (N), te conozco, sé que no te distraes tan fácil por tu cuenta. - Dijo Armin apoyando su barbilla sobre la palma de su mano. - Además, solo te digo que lo admitas, no que me digas con quién fué, no soy tan metiche. - Dijo Armin encogiéndose de hombros.

- Bueno, me atrapaste, me distraje por alguien, sí, pero no pasó nada, de hecho, fué accidental y... Nos quedamos hablando y ya. - Dijo (N) tratando de que Armin ya dejase de mencionar el hecho de que se tardó un poco.

- Lo que digas. Sabes que te creo todo. - Dijo Armin encogiéndose de hombros con una sonrisa. Luego Armin levantó su mirada viendo detrás de (N) y le hizo señas para que también mirase. - (N), mira quienes vienen. - La pelinegra se volteó y vió que eran sus amigos de ambos, Eren y Mikasa que iban hacia ellos.

Mikasa se paró detrás del asiento de (N) abrazándola por los hombros suavemente. - Hola chicos. - Dijo Mikasa apoyando su barbilla sobre la cabeza de (N).

Eren se sentó junto a Armin y Mikasa permaneció apoyada de (N). - Hola Mikasa. - Dijo (N) tomando suavemente las manos de Mikasa que estaban apoyadas en sus hombros.

- ¿De qué hablaban? - Dijo Eren poniendo ambos codos sobre la mesa. (N) le hizo señas a Armin dándole a entender que no dijese nada sobre lo del baño. Y Armin rápidamente entendió y habló. - Nada relevante. - Dijo Armin encogiéndose de hombros.

Mikasa dejó de apoyarse de (N) y se sentó junto a ella apoyando su cabeza sobre su hombro. - Tengo tanto estrés. - Dijo Mikasa en tono bajo para que solo (N) escuchase.

- Lo sé, te entiendo. - Dijo (N) apoyando su cabeza sobre la de Mikasa. - Tengo un proyecto de lenguas para el lunes, me tiene mal eso. - Dijo (N) riéndose suavemente.

- Yo te ayudo si quieres. - Dijo Mikasa manteniendo su cabeza apoyada sobre el hombro de (N).

- No hace falta, yo lo termino sin problema. - Dijo la pelinegra levantando la cabeza de la de Mikasa para poner una mano sobre el cabello de Mikasa. - Pero gracias, por eso te amo. -

Mikasa se rió suavemente y Eren dejó de hablar con Armin y las miró. - ¿Qué tanto se secretean? - Dijo Eren alzando una ceja. - Eren, no te metas. - Dijo (N) sacándole la lengua a Eren de forma burlona.

Eren se rió y rodó los ojos y siguió hablando con el rubio.

(N) y Mikasa siguieron hablando con normalidad. (N) miró el alrededor y notó una mirada a lo lejos. - Ay no. - Dijo (N) en tono bajo pero Mikasa la escuchó.

- ¿Qué pasó? - Dijo Mikasa levantando la mirada mirando a (N) - No, nada, no te preocupes. Solo pienso un poco. - Dijo (N) aún notando la mirada, era Hange. Estaba en unas mesas a lo lejos sentada junto al profesor Ackerman.

- ¿Segura? - Dijo Mikasa volviendo a poner su cabeza sobre el hombro de (N). - Si, tranquila. - Dijo (N) y apartó su mirada de Hange y trató de evitar el contacto visual con ella.

(• • •)

Pasó el rato y el timbre sonó indicando que ya todos deberían ir a sus clases correspondientes. A Armin y a (N) les tocaba matemáticas con el señor Ackerman.

Entraron al salón, se sentaron juntos como de costumbre y tomaron sus clases normalmente, para su suerte, era su última clase del día.

La clase recurrió normal y estaban copiando los ejercicios del pizarrón mientas el profesor Ackerman estaba utilizando su celular. De pronto él levantó su cabeza soltando el celular y habló. - (N). - Dijo en voz alta haciendo que todos mirasen en dirección a la pelinegra y ella se exaltó.

- ¿Eh? ¿Que sucede? - Dijo la pelinegra soltando su lápiz mirando a su profesor Levi. El simplemente hizo una seña para que fuese donde él y ella miró a Armin quien le hizo una seña con la cabeza de que fuese y ella asintió y se paró y fué donde Levi.

Una vez se paró al lado de su escritorio él habló. - La profesora Hange me dijo que te diera permiso para que fueses en un momento donde ella en la sala de maestros, dijo que sería rápido, así que te quiero de vuelta en 15 minutos. - Dijo Levi con su tono serio sin mirarla y (N) asintió y salió del salón de matemáticas para dirigirse a la sala de maestros.

Ella caminó lentamente por los pasillos para alargar más el tiempo y tuviese que durar más para llegar a la sala de maestros, pero no se le dió muy bien su cometido, pues Hange había sacado la cabeza de la sala y la vió e hizo una seña para que se diese prisa.

(N) no hizo más que obedecer y aceleró el paso llegando a la sala de maestros. Hange no dijo nada y la tomó del brazo indicándole que se siente en una silla de su mesa en la sala de maestros y se sentó junto a ella.

- (N), quería hablar contigo sobre algo pequeño. - Dijo Hange mirando las manos de (N) que estaban apoyadas sobre la mesa.

- ¿Qué sucede? El profesor Ackerman me dijo que me daba 15 minutos, no puedo durar mucho aquí. - Dijo (N) en un tono bajo mirando a Hange.

- No te preocupes, solo quería pedirte un pequeño favor. - Dijo Hange ahora mirando a la pelinegra a los ojos con una pequeña sonrisa. - Quiero que seas mi asistente después de clases, ya sabes, me ayudarás con las clases siguientes y cosas así, no te preocupes, no haré nada que tú no quieras si eso te preocupa. - Dijo Hange tomando suavemente una de las manos de (N).

(N) lo pensó por un momento apartando su mirada de la de Hange y luego asintió. - Está bien. - Dijo (N). - ¿Solo era eso? ¿Me puedo ir? - Dijo la pelinegra devolviendo su mirada a los ojos de Hange.

Hange se rió suavemente y asintió y puso una mano sobre la barbilla de (N) y le iba a dar un beso en la mejilla, pero luego se apartó y la soltó. (N) se lo encontró raro pero se paró de la silla y se iba a ir pero Hange tomó su mano y habló. - Luego discutimos sobre los días y eso. - Dijo Hange y soltó la mano de la pelinegra dejando que se fuese.

La pelinegra asintió y se dirigió a la puerta de la sala y se fué dirigiéndose de vuelta al salón de matemáticas.

En el camino se quedó pensando. ¿Ser asistente de la maestra la cual se siente atraída por ella? No suena como una buena idea...

¿O tal vez sí?

Me gusta la asignatura, y la maestra también. [Hange Zoe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora