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¿Hoy, Joaquín se casa? Se preguntaba mentalmente Emilio.




Desde aquella última discusión, el omega lo estaba ignorando, cada llamada, mensaje, incluso si se aparecía en su trabajo o en su departamento. Joaquín simplemente hacía como si no pudiera verlo, como si de un fantasma se tratara.





Todo parecía estar en su contra, porque ni sus propios amigos lo ayudaban a recuperar a Joaquín. Citando las palabras de Eduardo y Nicolas quienes le contestaron con un simple 'Piensa Emilio, por favor, piensa.'




Nick tampoco le contestaba, ignorando que ese actuar era una petición de Joaquín, la cual el rubio no dudó en cumplir, aunque a veces sentía pena.



Imbécil, tonto, idiota era lo que se repetía para sí mismo, ya había tenido muchas oportunidades para confesarle sus sentimientos a Joaquín, pero siempre retrocedía o para su mala suerte el momento moría repentinamente.





El día de la despedida de soltero, casualmente había escuchado la conversación de Joaquín y Nicolas en el sanitario, así que decidió seguirlos, pero cuando llegó al lugar, obviamente no lo dejaron entrar, era un Alfa y eso iba en contra de las normas. Pero es Emilio Osorio, solo ofreció un poco de dinero al encargado, alegando que estaba ahí para cuidar a su omega, talvez fue muy insistente hasta lograr ingresar y observar desde lejos a Joaquín.




Emilio soltó un gruñido cuando aquel regalo de cortesía llegó a manos de Joaquín. Sin poder asimilar la idea de otro alfa tocando el pequeño cuerpo de su omega, decidió sobornar a ese trabajador -alegando nuevamente que ese omega era suyo- y tomar su lugar. Cuando entró en aquella habitación, sintió aquella inquietud que picaba en las palmas de sus manos, casi suplicantes por el más mínimo contacto, piel con piel. Emilio casi se vuelve loco, llegando al punto de perder lucidez y entregarse a lo que en su pecho rasgaba con gran necesidad, pero había retrocedido y sin la intención de hacerlo, había lastimado y rechazado a Joaquín.





Esa noche, cuando regresó a casa, se recriminó hasta el cansancio, ya estaba listo para confesarle sus sentimientos a Joaquín, pero el hecho "genuino" de la boda no le permitió avanzar, sin embargo, lo sabía, no habría un futuro, al menos no uno feliz si no tenía a su omega con él.





Desde que se conocieron, su alfa lo había reconocido como su compañero de vida.




Con el paso de los días se había enamorado de Joaquín, de todos esos detalles que lo hacían único.





Cuando los años pasaron, si bien ambos encasillaron su relación como una amistad casi fraternal, vivían otra realidad que se dejaba ver en pequeños rasgos, en pequeñas acciones y dulces palabras. Joaquín y Emilio compartían una rutina que sería imposible de romper. Una relación tan cercana y llena de confianza, que podían compartir una cama sin problemas, podían darse mimos, intercambiar palabras cariñosas, incluso podían vivir juntos y lo pensaron, pero nunca se animaron a proponerlo en voz alta.





Joaquín y Emilio eran una pareja ante los ojos de todo el mundo, menos para ellos.




Pero, pocos meses antes del viaje de Joaquín, el omega había empezado a sentir algo inexplicable por quien llamaba amigo. Estaba acostumbrado a verlo con otras personas, pero en esa fiesta que había organizado Nicolas y Eduardo por la inauguración de su nueva casa, pudo ver a un omega coquetear con Emilio, eso lo hizo sentir extrañamente triste.





Fue entonces que se dio cuenta de lo enamorado que estaba y lo peligroso que era sentir eso por su mejor amigo, pero amaba todo de Emilio, porque el alfa lo trataba diferente a cualquier otro omega. Lo hacía sentir único, precioso e independiente, pero en ese instante también sintió miedo, saldría lastimado por sus propios sentimientos que no eran correspondidos así que, cuando tuvo la oportunidad de intentar escapar, no dudó en tomar la propuesta del Chef Carlos. Un viaje podría ayudarle a poner en orden sus pensamientos.





"MI MEJOR AMIGO" OMEGAVERSE (J.E). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora