[Parte 2]
Quinta broma — Un muerto en el pasillo, 3 de mayo – 4:30am
El día anterior se habían reunido para que cada uno traiga los materiales necesarios para la broma. Ya en la noche, muy tarde, se volvieron a reunir para así dejar echo el cuerpo de botella forrado con fundas negras.
—No te olvides de poner alarma a las 5:30, ni un minuto más ni un minuto menos — asintió regresando a la habitación.
Y cada uno se fue a su habitación correspondiente, esperando con ansias poder hacer la broma y reírse.
Sonó la alarma que lo había reservado para ella y lo tenía escondido debajo de su almohada, para que, cuando este sonara pudiera callarlo con rapidez. Salió con su pijama de dormir, al llegar observo a su alrededor para ver algún rastro de Xander.
—Buu— escucho detrás de ella, levanto su mano para bofetear en la cara de Xander, pero el agarro su mano.
—Estúpido, Buu te voy hacer la cara. Trajiste el cuerpo falso.
—Sí, enana.
—Bueno, vamos a la habitación de la señora albóndiga. Lo vamos a poner cera de su puerta, nos escondemos sin que se dé cuenta para ver su reacción. — subieron las escaleras agarrando una parte del supuesto cuerpo cada uno.
Esperaron más de una hora para que saliera de la habitación la señora Bennett.
—Ahí viene, enana. Ahí viene— la movió del hombro ya que se estaba quedando dormida.
—Ay, donde donde que no la veo. Ah ya, ya la vi— se rio sola.
—Uno... dos... y tres...
—¡Ahhh! — el grito desesperado de la señora Bennett se escuchó en todo el orfanato— ¡Que alguien me ayude, hay un cuerpo en el pasillo! ¡Ayuda, ayuda por Dios! ¡Que algu...! — no continuo, porque se desmayó.
Leticia 1 — Vieja amargada 0
Vino una ambulancia por la llamada que otro profesor hizo, nadie se acercó al supuesto cuerpo, nadie lo tocó.
Revisaron el pulso de la Señora Bennett y todo estaba en orden. Por otro lado, los dos traviesos se reían escondidos en la biblioteca.
Y por quinta vez la directora Bennett no encontró al culpable.
Sexta broma — Un payaso debajo de la cama, 8 de mayo – 1:00am
Sus caras totalmente no parecían caras de payasos, sin duda a quienes iban a querer asustar si lo iban hacer. A Leticia se le ocurrió que podía pintarse la cara con cosas que encontraran en la cocina.
—Siento una gran probabilidad que nos atrapen— informó Leticia.
—Calla, no digas eso. No seas pájaro de mala güero.
Llegó la hora y se pusieron manos a la obra. Se acostaron debajo de la cama de las victimas dejando solamente su cabeza fuera. Moviendo cualquier parte del cuerpo de la víctima hasta que miraran así al suelo, más bien hacia ellos.
Una vez que vean su cara, se arrastraban con cuidado y se metían debajo de tres camas seguidas, para que cuando miren debajo de la cama no se encontraran con nadie.
Los niños esa noche no pudieron dormir, pero los traviesos con mucho gusto sí.
Al día siguiente Leticia escucho a alguien decir que una de las victimas había ido al despacho de la directora, pero está sola le había dicho que era parte de su imaginación. Luego, no dijo lo mismo, ya que un total de quince niños y niñas habían irrumpido su ofician con la misma queja, más bien susto.
ESTÁS LEYENDO
UN LUGAR EN PAZ
Ngẫu nhiênRegina una niña de tan solo cinco años fue llevada al orfanato, sufrió desde tan pequeña y con el pasar de los años fue sufriendo aún más. Varias personas le mintieron, por culpa de una sola persona, la hermanastra de su madre. Ella solo quiere esta...