Labios Rotos ⸻ ❝Riverducción❞

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—¿Qué se supone qué haga?— Preguntó Samy a sus amigas.

—Agarra esto— Ama le pasó el ramo—. No entiendo porque no te colocaron el velo cuando te peinaron.

—Las horquillas, ponle eso— Samy le pasó el ramo a una de las damas—. ¿Dónde las dejaron?

—¡Nuvia!— Gritó Ama mientras la chica se hacía presente al salir del baño con las cosas.

Ella era la prima más cercana a las dos hermanas, habían crecido prácticamente juntas.

—Aquí están— Ayudó a colocarlos—. Te ves muy linda Ari— La chica sonrió como respuesta, sus nervios le impedían hablar del todo.

—No maltraten el ramo— Ama lo tomó.

Ellas parecían aún más nerviosas que la misma novia.

El tiempo había hecho que se atrasaran un poco, provocando que Ama se estresara más de lo normal, trató de colocarlo tranquilamente mientras evitaba ver la hora en su celular.

Y como era de esperarse tardaron más de lo que tenían planeado, los padres de ambas hermanas llevaron primero a su hija menor, quien era la novia en ese día, y si fuera poco, Ama había perdido su celular.

Y por otro lado, en la ceremonia se encontraba Juan preocupado por el retraso que había ocurrido, pasaron unos cuantos minutos cuando avisaron que la novia había llegado al fin, aliviándolo por completo. Al verla entrar sus ojos no pudieron evitar llenarse de lágrimas de felicidad, ambos corazones latían a la par, hechos el uno para el otro.

La ceremonia transcurrió rápido para la sorpresa de los invitados, los cuales celebraban el matrimonio de la pareja acercándose a saludar.

En lo que transcurrían esos rápidos minutos, Samy miró a su alrededor encontrándose con aquellos ojos que la volvían vulnerable, recibiendo una sonrisa de su parte la cual no se negó a responder. Ambos estaban alejados por el posicionamiento de ella, el cual se encontraba juntos a las demás damas que Ari había escogido.

Discretamente él le indicó que viera lo que había adentro de si pequeño bolso, la cual respondió con una mirada un poco confundida sin saber a lo que se refería, sin muchos rodeos lo hizo. Abrió su bolso encontrándose con una nota entre su brillo y si celular.

¿En qué momento había llegado eso ahí?

Volvió a mirarlo nuevamente, el cual respondió de la misma manera.

Sacó la nota que había con delicadeza y no dudó en sonreír al ver lo que esta contenía, amaba los pequeños detalles que él tenía con ella, aunque fuera lo más mínimo, había conseguido enamorar su corazón día con día, lo había logrado.

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Eres realmente hermosa
¿Lo sabías?

No hay día en el cual no me
enamore de ti, llenas mi vida de
alegría con tan solo tu presencia a la
lejanía, eres todo para mí.

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Su corazón se derritió al leerlo, mientras recibía una corriente en él, volteó para regalarle una sonrisa pero para su sorpresa él ya no estaba en el mismo sitio, su mirada se encontraba desconcertada entre las personas, las cuales comenzaron a retirarse para ir hacía el salón donde sería la fiesta.

Unos brazos rodearon su cintura haciéndola voltear de repente, sonrió nuevamente al ver quien era aquella persona, a quien tomó por la mejilla para depositar un corto beso en sus labios.