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Marzo 2020

Samy


Encendí nuevamente mi celular para ver la nueva notificación que había llegado, y como era de esperarse una semana más en casa se haría presente.

Había estado sin salir las dos ultimas semanas por la nueva modalidad en la que nos encontrábamos, el virus había llegado hace poco tiempo a México dejándonos en cuarentena unos días, o al menos eso creíamos.

Aunque para ser el comienzo no me molestaba del todo, unos días más en casa no estarían del todo mal y más aún si él vendría unos días a mi lado. Félix se quedaría unos días en mi casa por cuestiones de trabajo con el familiar con el que vivía, sería muy propenso a un contagio por lo que mis padres accedieron a que pasara unos días junto con nosotros, los suyos agradecieron el gesto que habíamos tenido ante eso.

Me encontraba ayudando a mi madre a limpiar la habitación donde él se quedaría, siendo la única habitación que quedaba de mis hermanos, puesto que mis padres les habían dado otro uso a las demás, junto con ella mi sala de videojuegos.

—¿Crees qué esto dure mucho?— Preguntó mi madre dejándome desconcertada.

No sabía si se refería a él o a la cuarentena.

—Hmmm— La observé sin entender.

—Hija, hablo del virus.

El que no es pendejo como quiera entiende.

—Ah sí, sí obvio entendí— Acomodé las sábanas—. Yo pienso que no, capaz solo unos días más.

—Las noticias realmente mortifican.

Lo hacían, pero no quería asustarla por como pensaba, ver que día con día las personas fallecían no era para nada agradable.

—Lo sé, pero todo estará bien, solo debemos cuidarnos— Respondí regalándole una sonrisa, aunque realmente me preocupa, quería protegerlos.

—Ya quedó, solo necesito que me ayudes a limpiar por último el polvo.

—Es mucho trabajo— Me recosté en la cama—. Y...

—No, no se va a quedar contigo.

...

—No iba a decir eso— Sentí como mis mejillas ardían levemente—. Iba a decir que sí mejor limpiábamos en un rato más, de igual manera llegara en un par de horas.

—No seas floja— Me aventó el trapo en la cara, mientras se reía de mí—. Levántate y ponte a limpiar.

Salió de la habitación mientras me dejaba con los productos de limpieza.

No tenía de otra que ponerme hacerlo, el tiempo transcurrió mientras esperaba la hora en la que llegaría. Pasaron las horas que deberían, cuando escuché un auto estacionarse enfrente de mi casa, fue cuando me asomé por mi ventana y pude verlo ahí, sentía emoción aunque fuer algo tan simple como quedarse un par de días. Bajé lo más rápido posible cuando mi madre ya estaba con mi cubrebocas en sus manos para entregármelo, junto con el gel antiséptico.

—Ponte esto, no importa que solo sea en la puerta— Obedecí, no iba a discutir ahora.

Abrí la puerta para dirigirme ayudarle mientras mis padres esperaban en la entrada, apenas y nos saludamos, sabía perfectamente que mi madre se mortificaría y tan solo lo abrazaba, nos despedimos de la persona quien lo había traído para después entrar a la casa.

—Un gusto tenerte aquí, hijo— Dijo mi madre mientras nos entregaba un poco de gel—. Puedes dejar tus cosas aquí, después las lleváremos a la habitación.

Labios Rotos  ⸻  ❝Riverducción❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora