Llevaba siete días caminando pero por suerte me había encontrado un pueblo y pude descansar y comer en paz, aunque mantuve la capucha para ocultar mi cabello pelirrojo, para más seguridad me termine haciendo una trenza alrededor con tal de que no se vea ningún mechón.
Aunque estaba segura de que estaba cerca de Konoha tenía ese presentimiento además sentía ese tirón, era una sensación extraña como si propio chakra tratará de guiarme.
Gracias al cielo, no perdí el tiempo en estos años y aprendí sellos básicos y a controlar un poco más mi chakra el sello principal que había aprendido era uno que disminuía mi chakra y lo mantuviera más tranquilo por así decirlo, había veces en las que mi propio chakra reaccionaba de acuerdo a mis emociones, aunque ahora gracias a zidian se mantenía más tranquilo, en el momento en el que me reconoció como su dueña fue una sensación increíble ya que parte de mi chakra fue hacia el y se mantuvo bajo control.
Gracias a los rumores que viajaban rápido, Karin se enteró del ataque a la aldea donde vivía antes.
Sentía que era el karma, el que había actuado, nadie en ese pueblo era inocente, de por sí en esos años vio cosas horribles debido a que a la arpía no le gustaba tenerla en la casa cuando ella estaba ahí así que la echaba de ahí.
Recuerda claramente como algunas mujeres vendían su cuerpo con tal de tener algo ya sea dinero o algo para comer, el como los hombres peleaban entre ellos o golpeaban a las mujeres, violaciones ya sea a mujeres o niñas, lo cual más de una ves provocó que se le revolviera el estómago del asco por suerte para ella, nunca le pasó lo que a ellas.
Para ella se lo merecían, no importaba que, no sentía ni un poco de tristeza por el destino de su progenitora, se lo merecía totalmente cuántas veces no trato de golpearla sin razón alguna, ella no tenía la culpa de que ella fuera una maldita idiota ingenua, acaso vivió en una maldita cueva durante las guerras, para sobrevivir en este mundo hay que ser fuerte, tener determinación y no tener miedo a mancharse las manos de sangre.
Tal parece que ella nunca lo aprendió una total idiota, por suerte ella misma aprendió eso de su vida pasada agradecía a veces lo tóxica y paranoica que era su antigua familia.
Ya había amanecido y sabía que debía seguir, no podía hacer más paradas, quería llegar rápidamente a Konoha, no quería ser secuestrada así que usando su chakra corrió a toda velocidad.
Seguramente ya llevaba más de una hora corriendo, en estos momentos agradecía ser una Uzumaki y tener su resistencia, en su vida pasada apenas hacia algo de ejercicio pero aquí se sentía natural que a veces era algo extraño.
Karin había aumentado la velocidad cuando lo sintió, ese tirón, miro hacia adelante... Lo había logrado, a un par de metros de ella se encontraban las puertas de su nuevo hogar....
Konoha.
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una nueva Karin
Random"aquellos que no son capaces de reconocerse a si mismos, están destinados a fracasar"