＃🐻 𖨂 One shots- [spruan] 💭 !

07;- jardin

‧₊˚ andar conmigo- Julieta Venegas-🎧
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Spreen y juan eran vecinos y ambos querían hablarse pero ninguno tenía el valor, al oso le daba miedo decir algo que no y quedar en vergüenza al hechicero era demasiado tímido para hablarle.

Un día el gato del híbrido se escapo y fue a llegar hasta el jardín de Juan, puta madre, spreen tendría que ir a hablar con Juan para que le devolviera a su gato, pelusa.

El oso solo miraba a pelusa desde su segundo piso en donde se podría ver perfectamente el jardín de Juan.. también se podía ver perfectamente al hechicero, spreen intento hacer varias cosas para que su gato volviera, como tratar de poner comida o usar sus juguetes pero ninguno funcionó.

Mierda.

Al híbrido no le quedaba de otra que ir a tocar la puerta de Juan y pedirle que si podía pasar para agarrar a su gato.. realmente no era tan difícil, era entrar y salir.

El oso agarro valor y se dirigió a la puerta de Juan con algo de vergüenza y miedo pero ya estaba desesperado, quería a su gato de vuelta.

-dale no seas pelotudo..- se decía a si mismo mientras caminaba hacia la puerta del hechicero.

Spreen estaba apunto de tocar la puerta cuando salió Juan, ambos se miraron y las mejillas de ambos se tornaron en un tono rojo y rosa.

-Juan.. hola- murmuró el oso.

-h-hola, spreen- respondió el hechicero algo nervioso.

-che venia para ver si yo ehm.. podría pasar a tu casa, es que el pelotudo de mi gato se metió a tu jardín- balbuceo el híbrido.

-a-ah! Claro, pasa!-

El oso pasó a la casa de Juan y tenia un olor a fresas, la casa del castaño se veía tan linda.. se veía linda casi tan linda como el hechicero.

Spreen paso a su jardín y finalmente vio a pelusa, el oso ya molesto intento agarrar a su gato pero nada funcionaba, pelusa se escapaba o arañaba los brazos del híbrido.

-gato pelotudo..- dijo con una voz molesta, ya se estaba hartando aunque también tenía vergüenza ya que Juan lo estaba viendo.

-¿quieres que te ayude?- dijo con una voz dulce mientras se acercaba a spreen con una sonrisa.

-nono, yo puedo solo-

-¿seguro?-

Pelusa ya estaba en los brazos de Juan, ronroneando y durmiendo, spreen estaba avergonzado y apenado, se quedó como un tonto enfrente del chico más lindo que había visto.

-toma, la próxima vez solo avísame y yo llevo a tu gato hasta tu casa- entrego a pelusa para luego dejarla en los brazos de spreen.

-g-gracias..- murmuró el oso mientras miraba al piso.