Round 9

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Ya no sé qué hora es, pero eso deja de ser relevante.

Sé que mi cuerpo es sostenido por los brazos de Katsuki Bakugō y estoy siendo trasladada de la habitación a la bañera.

El agua caliente donde soy depositada me sumerge nuevamente en un sueño del que no quiero ser vencida, pues una vez que creo alcanzar un estado máximo de confort, el rubio ingresa un pie y luego el siguiente para sentarse detrás mío y envolverme en un abrazo.

El silencio de la noche se mantiene, y la única fuente de sonido que percibo es el movimiento del agua y la respiración del hombre que amo a un lado de mi oreja.

Me cuestiono cuánto tiempo estaremos sumergidos aquí, pues sé que sus respiraciones comunican el mismo sueño que me envuelve a mí.

Río entonces, pues reconozco que nuestras manías no nos permiten ir a dormir con la sensación pegagosa y sudorosa de nuestros cuerpos.

Me cuestiono cuándo fue la última vez que cambié las sábanas de la cama en la habitación de invitados.

Los cabellos de Katsuki me generan cosquillas en la mejilla, sin embargo, evito rascarme el rostro, y dirijo mis manos para tomar a cada lado de mi cuerpo sus piernas y envolverlas en mimos delicados, mientras los dedos pulgares del hombre se deslizan por mi cintura con el mismo cariño que yo intento expresar.

Somos dos seres complejos que luchan constantemente por demostrar dominio, pero que en momentos como este demostramos ser mucho más que eso.

Mutuamente, nos alimentamos en cuerpo, mente, y alma.

Sus gemidos y quejas pasan a ser reemplazados por pequeños murmuros que podrían ser comparados al ronroneo de un gato. Uno extremadamente manso.

Pasan los minutos y nos mantenemos inmóviles hasta que el agua pareciera enfriarse, y pronto nos ponemos de pie para ducharnos y salir con nuestros cabellos mojados y el dulce aroma de los productos de limpieza.

Le observo entonces mientras el secador de pelo emite un sonido ensordecedor, y él me observa de regreso con un rostro que pocas veces he visto.

Bakugō muestra un cansancio victorioso lleno de un orgullo que comparte únicamente conmigo, y creo entonces que no hay persona en el mundo más afortunada que yo.

Mis ojos se cierran debido al cansancio, pero me esfuerzo en secar correctamente mi cuerpo y mi cabello para ir a la cama.

La habitación de invitados me espera, y mis lentos pasos son seguidos por los del rubio que se acuesta a un lado de la cama para ser abatido por el sueño, no sin antes besar mi frente con las mismas características que le definen;

Con su torpeza,

Con su arrogancia,

Con su posesividad,

Y con su incondicional amor.














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Nota de la autora:

¡Muchas gracias por llegar hasta aquí!

No necesito decir que disfruté escribir este librito jajajaja

Sí necesito decir que lo he escrito con cariño y cuidado, y me gustaría reforzar la idea de que este tipo de situaciones deben hacerse en amor, complicidad, y con la madurez necesaria para saber que no siempre lo que uno cree que el otro disfruta funciona.

Aprendamos a conocernos, y conocer al otro.

Espero que hayan disfrutado este librito...

Constanza fuera.


Deep Night - [Katsuki Bakugō]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora