"En el mundo del arte en la piel, ella era la obra maestra que nadie podía poseer... hasta que Naruto decidió desafiar todas las reglas"
Cuando un avión de papel cayo en la entrada de su negocio, Sasumi jamás pensó que su vida se volvería un caos po...
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Tenten observaba desde la ventana de la cafetería, sin dejar de golpear la mesa con sus dedos. El negocio aun no abría, era demasiado temprano, lo sabía habia estado yendobtantas veces como para aprenderse el horario. Había intentado en numerosas ocasiones acercarse a Sasumi, pero cada intento había sido en vano. A pesar de ser una omega encantadora y exitosa, Sasumi parecía inmune a sus encantos.
Podría hacer uso de gran apodo que le habían dado desde que se mudó por esas áreas. Ella jamás lograría ser discreta si era lo que quería lograr. Tenten dejó escapar un suspiro.
Era consciente de la reputación de Sasumi como la tatuadora más talentosa de Ueno, y eso solo hacía que su deseo por tener un tatuaje suyo fuera aún más intenso. Pero sus intentos de establecer una conversación con la alfa se encontraban con una barrera invisible. Sasumi siempre parecía estar ocupada, concentrada en su trabajo o simplemente evitando cualquier interacción innecesaria.
Y solo había podido estar en manos de sus compañeros, y ya empezaba a cansarse.
La omega suspiró frustrada y decidió que haría un último intento. Después de todo, su fama y belleza habían logrado que muchos alfas y betas cayeran a sus pies. ¿Por qué Sasumi debía ser la excepción?
Era hermosa, cabello largo lacio y negro, tenía una mirada penetrante que no parecia cambiar nunca, además de unas manos que deseaba que la tocaran. Deseaba a Sasumi.
Golpeó la mesa llamando la atención de un joven rubio, quien sonrió con las mejillas sonrojadas-. ¿Necesitas algo más?
-Ázucar, dame tu especialidad.
-¿Galletas de avena? -Tenten asintió viendo como sus manos temblaban en lo que se alejaba. Sonrió para sí misma, seguía teniendo el mismo efecto en todos.
Cuando las galletas llegaron y terminó por pagar. Caminó con paso decidido, Tenten entró al estudio de tatuajes de Sasumi. La alfa la observó de reojo, sin mostrar mucho interés. Tenten se acercó al mostrador y trató de llamar su atención.
-Hola, Sasumi. ¿Tienes un momento? Me encantaría hablar contigo -dijo Tenten con voz dulce y una sonrisa coqueta.
Sasumi levantó la mirada, encontrándose con los ojos de Tenten. Sin embargo, en lugar de mostrar interés, su expresión permaneció impasible.
-Lo siento, pero estoy ocupada en este momento. Tengo citas programadas y no puedo distraerme. Si deseas un tatuaje, puedes hacer una cita con Karin o Suigetsu. Ellos también son excelentes artistas -respondió Sasumi de manera fría y distante-. Ya sabes como nos manejamos.
