𝐶ℎ𝑎𝑝𝑡𝑒𝑟 𝑡𝑤𝑒𝑛𝑡𝑦-𝑜𝑛𝑒

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Tal como ambos esperaban, pasaron las semanas y Shikamaru nunca volvió a aparecer por la cafetería después del violento altercado. Un buen día, Naruto recibió un escueto mensaje de texto de su parte, escuetamente cordial, donde le deseaba lo mejor en su relación con Sasumi y se despedía sin rencores.

Naruto lo leyó con una mezcla de alivio y pesar. Sabía que lo mejor era poner fin a ese capítulo, pero una parte de él lamentaba perder la amistad de Shikamaru. El vínculo entre ellos, aunque breve, había sido genuino.

Decidió no decirle nada a Sasumi al respecto. Sospechaba que ella recibiría la noticia con secretos alivio y no quería avivar de nuevo la discordia entre ellos. Lo importante era mirar hacia adelante y concentrarse en su relación.

Con el incidente zanjado, la vida de ambos retomó gradualmente su ritmo habitual. La popularidad del pequeño café de Naruto aumentaba día con día, atrayendo nuevos clientes incluso de pueblos vecinos que acudían atraídos por los elogios y el boca a boca.

Pronto Naruto tuvo que contratar más personal para mantenerse al día con la creciente demanda, casi dejando una larga barrera entre los demás al presentar a Sasumi como su novia. Varios supermercados de la zona comenzaron a vender sus productos de repostería en sus secciones de comida preparada. El joven emprendedor tuvo que alquilar un local más amplio solo para la producción a mayor escala.

Pese al vertiginoso crecimiento, Naruto se esforzaba por mantener la esencia cálida y el trato personalizado que lo habían hecho famoso desde un inicio. Todos los días llegaba temprano para hornear él mismo lotes de galletas, panes y pasteles, impregnando cada creación con su toque mágico.

Incluso Sasumi notó un incremento en los clientes de su propio estudio de tatuajes. Al parecer la creciente fama de Naruto tenía un efecto dominó, atrayendo más turistas y curiosos al pintoresco pueblo.

Ya nadie se atrevía a dirigirles miradas reprobatorias o cuestionar en voz alta la naturaleza de su relación. Es más, muchos alfas y omegas preguntaban específicamente por Naruto, tratando de ganarse el descuento especial que Sasumi ofrecía a quienes llegaran recomendados por su novio.

A Sasumi le irritaba un poco tanta adulación y aprovechamiento descarado. Pero no podía evitar sentirse orgullosa de los logros de Naruto. Verlo triunfar y recibir el reconocimiento que merecía por su talento la llenaba de felicidad.

Sus vidas eran más ajetreadas que nunca, pero en las noches se refugiaban en la comodidad de su pequeño apartamento para reconectar. Cocinaban juntos, veían películas abrazados en el sofá, o simplemente se relajaban en la tina, dejando que el agua caliente aliviara sus músculos cansados ​​mientras charlaban perezosamente de su día.

Los fines de semana aprovechaban para escaparse a su lugar especial junto al lago, tumbándose sobre el césped por horas para observar las nubes y reponer energías. A pesar del vertiginoso ritmo de trabajo, se las arreglaban para cuidar ese oasis de intimidad solo para ellos dos. Quizás de esa manera evitar que se terminara de perder lo que empezaba a apreciar.

Promesa de tinta y papel; SasuNaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora