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Al tan solo despertar pasada de las diez de la mañana, Sasumi salió del estudio y decidió dar un paseo por el pintoresco pueblo de Ueno, quizás adorando de más la falta de presencia de sus amigos. Caminó por las calles, sumida en sus pensamientos, ignorando los saludos y los aromas que la rodeaban. Era domingo, un día donde la mayoría de las personas lo tomaban para pasar tiempo con su familia. La risa de los niños era un sonido que la tranquilizó, aunque también le recordó a su hermano menor, a quien no había visto desde hacía mucho tiempo. La separación en su familia había dejado una marca profunda en su corazón.
Mientras caminaba, llegó a la cafetería que estaba justo enfrente de su estudio, le dio una mirada rápida al lugar. El suave aroma a café y repostería llenó sus sentidos, despertando su apetito. Decidió entrar y disfrutar de un merecido descanso.
Al cruzar la puerta, Sasumi se encontró con un lugar acogedor y cálido. Las mesas estaban ocupadas por personas charlando y disfrutando de sus bebidas. El sonido de las conversaciones se mezclaba con el suave murmullo de la música de fondo, creando una atmósfera reconfortante.
Se acercó al mostrador y una sonrisa amigable la recibió. Era un joven, no parecía emitir aroma alguno, solo que era mucho más enérgico mucho más que de lo que era, Suigetsu. Respiró hondo, preparándose mentalmente.
Era un beta.
—¡Bienvenida! ¿En qué puedo ayudarte hoy? Tenemos una gran variedad de café y deliciosos postres caseros. Te recomiendo nuestra especialidad, el pastel de fresas con crema —dijo el joven, Sasumi bajó la mirada hasta donde se encontraba un gafete, logró leer su nombre en cursiva; Naruto.
Sasumi asintió, agradeciendo la recomendación. Aunque no era fanática de los dulces, ya que su paladar sufría después de todos los aromas que los rodeaba, decidió probar algo nuevo y aceptó el ofrecimiento de Naruto. Notó cómo su sonrisa creció y sus mejillas se encendieron, parecía más emocionado por su elección.
Mientras esperaba su pedido, observó a su alrededor y notó que el lugar estaba lleno de arte. Había cuadros y fotografías en las paredes, y algunos dibujos y pinturas en exhibición. Era evidente que el dueño del lugar tenía un gusto por el arte y valoraba la creatividad. Miró de vuelta a la caja, notando cómo se comportaba el rubio beta, y Sasumi no pudo evitar relajarse al ver cómo daba una gran sonrisa a la pareja que apenas entraba al local. Al menos no era alguien de quien se tendría que preocupar ella.
Finalmente, llegó su pastel de fresas con crema, y Sasumi se deleitó con cada bocado. El sabor dulce y suave se fundía en su boca, y disfrutó de la combinación de texturas, no era tan dulce como lo pensó.
En ese instante, Naruto se acercó a su mesa, llevando consigo una taza de café recién hecho.
—¿Qué te parece nuestro pastel de fresas con crema? —preguntó Naruto con entusiasmo.
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Promesa de tinta y papel; SasuNaru
Fanfic"En el mundo del arte en la piel, ella era la obra maestra que nadie podía poseer... hasta que Naruto decidió desafiar todas las reglas" Cuando un avión de papel cayo en la entrada de su negocio, Sasumi jamás pensó que su vida se volvería un caos po...