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Vueltas y vueltas, no había lugar en su cama que su cuerpo no haya tocado, tan cansada pero simplemente el sueño no llegaba, los recuerdos de como él tocaba su rostro y metía su mano por su cuello en un beso demandante y necesitado. Si ,todo lo que sucedió la mantuvo en un círculo vicioso, quería más, necesitaba más pero estaban en horario laboral y también el lugar era el menos indicado para seguir sus instintos.

Su suerte acabo, los toques irrumpieron esa gloriosa escena pero le ayudo a salir corriendo, necesitaba aire y tiempo para poder controlar su corazón.

Había pasado tiempo desde la última vez  que lo vio, ese mismo que ocupo para olvidar sus sentimientos y dejar de pensar el guapo abogado que robo sus más oscuro deseos.

—Duerme SooBin...por favor duerme.

Más sus palabras eran ignoradas ,no quería dejar de pensar en él, su cuerpo reaccionó, y como en el pasado sintió una corriente que erizó su cuerpo, imagino a NamJoon besando su cuello, mordiendo el mismo, mientras sus manos apretaban sus pechos, ya no había vuelta atrás.

Deslizó su mano hasta su intimidad y masturbo con necesidad, sus suspiros y gemidos tenían nombre, eran dedicados a un hombre que creyó nunca la miraría.

—Ah~... NamJoon, N-namjoon.

Mientras la noche paso, ella curo su necesidad utilizando sus dedos e imaginación.

A la mañana siguiente, no podía creer que su descanso se había limitado a solo dos horas, sus ojeras y notable cansancio le impedían tener un día como normalmente , se colocó su uniforme, más no se molestó en peinarse ni maquillarse, no quería ni tenía ganas, pero antes de salir vio su aspecto.

—Que asco.

Pensó seriamente en salir así pero el recuerdo de su jefe mirándola llegó a ella.

Regreso con rapidez, un maquillaje más elaborado dejando la ver cómo cuando estaba en la universidad, recordaba aquel maquillaje que siempre llamaba la atención de los chicos, muchos decían que ella parecía una joven que apenas ingresaba a la universidad, le gustaba pero desde hace tiempo lo había dejado de hacer pues para el trabajo necesitaba más seriedad.

Su cabello lo recogió en un chongo alto,dejando algunos mechones sin alzar, no era experta en el mundo de la belleza pero conocía sus facciones y sabía que era lo que le beneficiaba y lo que no.

Después de arreglar su aspecto salió con rapidez, su corazón latía, no estaba lista para verlo de nuevo pero tampoco quería esperar tanto tiempo para tenerlo frente a ella.

Al llegar subió rápidamente, se miro una última vez antes de entrar a la oficina de NamJoon, dió un par de toques y después entro.

—Buenos d-dias...—nunca creyó que la vida jugaría de esa forma con ella.

¿Quien era la chica que estaba sentada entre sus piernas? No lo sabía pero estaba segura de que esa ilusión que se había creado se rompió.

—¡SooBin!

Ella se despidió dejándolos solo.

" Es un hombre adulto, puede tener a quien quiera a sus pies ...¿pero por qué me beso?"

La joven salió después de ella, estaba molesta, la miró con rabia acercando se intimidado la.

—¿Eres tu cierto? Por qué simplemente no puedes desaparecer del mundo.

—No entiendo de que habla señorita.

—Dios...eres una niña que no sabe nada y siempre te prefiere...

Dijo eso para después irse, no entendió sus palabras pero tampoco quería investigar.

—SooBin...entra por favor.

Escuchó su pedido entrando, pasando por su lado mientras el cerraba la puerta.

—WooGyu es su nombre, fue una compañera de la universidad, ella está enamorada de mi desde entonces, siempre busca la oportunidad de acercarse a mi y que la toque...

—No tiene por qué darme explicaciones.

—Quiero hacerlo por qué...no quiero que se generen rumores.

—De mi boca no saldrá nada puede estar tranquilo.

NamJoon se colocó frente a ella, miro su rostro contemplando su maquillaje.

—Mmmh....me encanta como te vez hoy.

—¿Cómo?—alzo su rostro para ver el de él.

—Tan inocente ...tan pura.

Otra vez sintió el roce su pulgar e índice en su mentón, NamJoon fue inclinándose hasta unir sus labios de nuevo.

Está vez yendo más profundo del día anterior.

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