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—¿Y entonces salen?

—No lo se, no hemos hablado de eso.

—De eso y de nada...si se la pasan como conejos dudo que si quiera se digan los buenos días.

—¡Ya! ¿Quien crees que soy?

—Jang SooBin la loca enamorada del abogado mayor que ella.

—Sabes que , vete.

—SooBin~ no me trates así...por ahora eres la única en quien puedo confiar, si me corres de tu casa estaré en la calle hasta que mi padre regrese a casa

—No creo que sea una gran idea ocultarse mientras tú papá está en tu apartamento...¿Eres hombre acaso?

—Si pero que sea hombre no significa que no me dé miedo mi padre. Debemos dormir, más tarde será otro día de trabajo...bueno en tu caso será otro día de sexo.

—Lo vuelves a repetir y dormirás allá afuera.

—Esta bien ya guardo silencio... SooBin gracias por todo.

—No vuelvas con NaRa.

—¿Por qué?

—No te merece, ve y conoce a otras chicas , enamórate y ya cásate así dejar de aparecerte en mi casa.

—No diré nada solo porque tienes razón, descansa BinBin.

Muchos en el pasado imaginaban a esos dos amigos juntos, su relación y la confianza que había entre ellos les daban la imagen de una relación estable pero estaban muy equivocados pues desde el inicio hasta ahora ellos no eran más que amigos, familia.

Cuando sus alarmas sonaron ambos se prepararon y salieron a sus trabajos cada uno tomando un camino diferente.

Si en el pasado, las decisiones que tomaron ambos hubieran sido diferentes sus recuerdos no se hubieran creado, todo estaba donde tenía que estar para que ahora la vida de ambos fuera junto al otro como buenos amigos.

—¿En qué piensas?

Entro tanto en sus pensamientos que no se dió cuenta que había llegado a la firma y menos que entró a la oficina de NamJoon.

—¿Eh?—miro a su alrededor y después enfocó su vista en él, iba con el mismo traje de hace algunas horas.

—¿No has ido a casa?

—No, pronto vendrá un cliente, asi que debo estar aquí.

SooBin se acercó a él, NamJoon se mantenía sentado pero dió vuelta a la silla para poder verla. Ella se inclinó un poco para tomar su corbata y acomodarla.

—Por lo menos arregla tu traje—tomo su mano incitando lo a levantar se.

Al estar de pie ella desabrochar su cinturón y el botón de su pantalón.

—¿Ahora?

—Ya quisieras...tu camisa está salida.

Fajaba su blanca y arrugada camisa dejando la prolija, para después volver a abotonar su pantalón y ajustar su cinturón.

Sacudió sus hombros con el dorso de su mano y después paso a tomar el saco del traje para colocarse lo.

Volvió al frente pidiendo le que se inclinara un poco, al tener su rostro a la altura del suyo paso sus dedos por su cabello hasta peinarlo por completo.

Al terminar de arreglar lo, miro su cara —Listo—sus labios—Quedaste bastante bien —y como él se los relamia—Debo irme.

Trato de huir pero el tomo su cintura alzando la un poco solo para besar sus labios con tanta necesidad.

SooBin podía sentir la dureza en sus piernas.

—Debes tener cuidado SooBin... cualquier toque tuyo genera muchas cosas en mi cuerpo.

IllegalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora