El Reencuentro

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Sí, había llegado ese día que llevaba esperando meses, nada más despertarme a eso de las doce, sólo se me vino a la cabeza un nombre, Lucky. Todavía quedaba mucho para quedar, pero era ese día y estaba muy contento. Desayunando ví un mensaje suyo.
-Buenos días.
-Buenas fea, la contesté.
-¿Que tal?.
-Muy bien ¿y tu?.
-Muy bien, me alegro por ti
-Y yo.
-¿Hoy a qué hora? Me preguntó
- Sobre las diez, cuando acabe de entrenar, la respondí.
Ahí dejamos la conversación y entré a darme una duchita con agua fría. Despues de salir, fuí a entrenar un poco el cuerpo, y acabé a eso de las dos. Era un día muy bueno, aunque lástima que hiciera demasiado calor. Después de almorzar decidi jugar un poco a la play y echarme una siestecilla.
Al despertar ya eran las seis, me lavé la cara, me cambié y me fuí a los campos de fútbol, ya que a las siete y media empezaba el entreno. El entrenamiento se me hizo largísimo, solo pensaba en Lucky y cuanto faltaba para que acabase el entreno. Pregunté tantas veces la hora que el entrenador me mandó a darme una vueltas al campo como castigo.
-Ya podéis iro, dijo el mister.
-ADIOOOOOS, con voz muy alta y con una sonrisa dibujada en mi cara, respondí.
Entré al vestuario y entre risas con mis compañeros me dí una duchita, me cambié y cogí el camino hacia la puerta. Nada mas salir la hablé y la dije que en cinco minutos iba a estar en el sitio indicado para quedar anteriormente. Más feliz que una perdiz iba por la calle mientras escuchaba música y colgaba de mi hombre la mochila.
Según llegué me vió, vino corriendo y nos fundimos en uno con un buen y largo abrazo, hacía más dos meses que no la había visto y seis meses desde que la conocía y era el primer contacto físico que teníamos. Juntos bajamos hacia la mariblanca, mientras la miraba y pensaba:
-¿Qué tiene esta chica? ¿porqué es diferente?
Después de un rato caminando, al llegar ala mariblanca vimos un banco y decidimos sentarnos. Allí estuvimos mas de media hora sentados, hablando y contándonos nuestras penas y alegrías.
Un poco antes de la once nos marchamos a casa.Ya que yo estaba muerto del entrenamiento y me esperaba un largo y duro el día siguiente. La acompañé hasta casa, mientras no le quitaba ojo, esa chica que me había enamorado, ahora sólo la veía como una hermana. Era con la primera persona que había quedado después de las vaaciones y eso era por algo.
Al llegar a casa, me cambié, cené y me fuí a la cama y antes de dormir intercambiamos un par de mensajes.

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⏰ Última actualización: Jun 07, 2015 ⏰

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