-¡Yuju!-El viejo enciende las luces y pude presenciar con mis propios ojos a aquella poderosa sirena retorcerse con desesperación y tallar sus ojos con sus manos para taparse de la luz.-¡Primor, despierta que tenemos visita!-gritó el viejo de la forma más molesta y despreciable posible y además golpeando con su bastón metálico, los tubos laterales de las paredes para hacer aún más ruido.
Finalmente el viejo Gordon dejó de hacer escándalo con los golpes y siguió bajando por las escaleras mientras yo le seguía de espaldas.
-Tienes que disculparla, joven Gillman. Ya tiene casi un mes sin ver nada más que oscuridad absoluta. Así, cuando vea cualquier chispa de luz terminará cegada y será fácil de capturar.-decía el viejo entre risas burlonas.
Eso solo me dio mas rabia.
Ambos vamos bajando esas escaleras oxidadas y por fin la pude ver ahí, una bestia atrapada en una jaula fria, vieja, corrosiva y oxidada, no quiero ni imaginar el olor del metal y todos los cortes accidentales por lo gastados y afilados son los barrotes. Su cabello que alguna vez era rojizo brillante ahora está gris opaco, revuelto y sucio con varios mechones de cabello arrancado desde la raíz dejando varios cráteres de calvicie en la cabeza de la sirena.
Sus uñas, largas y rotas, agrietadas y amarillas y las raíces de sus 10 uñas estaban ensangrentadas y desgarradas. Su cola de pez había perdido su característico brillo de escamas verdes, ahora solo tiene incontables heridas abiertas en donde solían estar sus escamas y su cola era tan delgada que los huesos de pez resaltan como una columna de espinas, inclusos sus huesos de la parte de a cola había atravesado su pie con escamas por sus falta de carne en su cuerpo.
Cuando Chelsea dejó caer lo poco que le quedaba de cabello aun lado pude ver su rostro.
La imagen de aquella hermosa sonrisa tan llena de vida había sido desvanecida y solo quedaba una chica tan delgada que sus viejos ojos los cuales eran azules brillantes ahora fueran grises, sin vida y casi saltones por la delgadez de su cuerpo y lo adherida que estaba a pie a los huesos.
También pude notar como los labios de Chelsea estaban llenos de sangre negra y espesa. Ya era suficiente para mi, no podía ver directamente a los ojos, solo pude voltear a un lado para ver la pared.
No podía seguir viendo. Chelsea Van Der Zee no existía, ya no podía ver a esa adolecente radiante y hermosa y aun peor, tampoco sentí a su verdadero ser, Nerissa. Solo un pez muerto en un puerto lleno de insectos
-¡Primor, atrápalo!- dijo el viejo y lanzó a Chelsea de la manera más sádica posible, un pescado que se notaba que había muerto ya hace varios días.
Este pescado cae frente a Chelsea y lo levanta a duras penas con esos débiles tan delgados que más parecían ramas que brazos. Estaba hasta los huesos como ciervo hambriento. Como si se tratase de un anim
Ahora podía verla mejor, además de su estad tan demacrado, pude notar algo en su mano derecha, su nudil de centro de esta, tenia una herida abierta, su carne alrededor de ella estaba gangrenada, su sangre estaba negra, podrida y ya coagulada y sólida. Esa horrible infección en el nudillo había llegado hasta la muñeca, pudriendo la carne.
No podía escuchar nada en ese sótano tan callado que no fueran los gruñidos de Chelsea al masticar de la forma más salvaje y visceral ese pescado podrido, un sonido espantoso.
El Capitan Gordon vio mi semblante horrorizado, este trato era totalmente inhumano hacia cualquiera. El solo soltó risas y carcajadas.
-Descuida joven Gilman. A ella le encantan esos pescados, resolvimos ese problema los primeros meses. Al principio se negaba a comer, creo que pasó casi tres semanas sin comer. Nunca había visto una voluntad tan fuerte como en ella, o solo es tonta.
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Crónica de Ruby Gillman y Chelsea Van Der Zee
RomanceRuby Gilman se va enfrentando con nuevos problemas como futura Reina de los Krakens pero aun tiene un asunto pendiente con su antigua super amiga marina, Chelsea Van Der Zee, donde ambas aprenderan que tienen mas en comun de lo que creen.