La tormenta se acercaba, la coalición de los siete mil Krakens armados estaban en el frente, detrás de ellos estaba el Reino de los Krakens con los 36.000 civiles y otros 500 Krakens guardias en el interior para protegerlos.
Los intentos por buscar otros refugios habían sido inútiles, los exploradores que intentaban alejarse demasiado del Reino ya no volvieron pues fueron asesinados por las sirenas que ya habían rodeado el Reino por varios kilómetros.
Los Krakens en la defensa tenían miedo, era más el miedo que la motivación pues estaban al tanto de las noticias, las sirenas mataron a todo Kraken fuera de ese territorio, ya solo quedan ellos
Gran Mamá estaba brillando con su aura verde frente a los Krakens temerosos, blandía su doble espada de acero atlantiano y ella podía ver como la luz de aquel brillante día soleado se estaba apagando, como si la oscuridad fuera en camino hacia ella.
-¡Manténganse firmes!-grito Gran Mama poniendose en guardia.
Finalmente la oscuridad abarcó todo el Océano, no había nada de luz solar, la única fuente de luz era el aura de Gran Mama y el Reino de los Krakens con su bioluminiscencia.-¿Por qué no atacas de una vez, maldita?-dijo Gran Mama.
Cuando los soldados fueron cubiertos por la oscuridad, pese a ya estar en guardia estaban temblando de miedo buscando entre la oscuridad cualquier rastro de ataque.
Uno de los Krakens de la retaguardia empuñaba su tridente metálico buscando enemigos cuando de pronto una mano humana de piel clara le cubre la boca y de un rápido movimiento lo degolló como un cerdo.
Y no solo uno, fueron decenas de Krakens cuyo cuello se degolló en menos de dos segundos.
Solo se escucharon gritos de sorpresas entre los Krakens y Gran Mamá fue a ver rápidamente que había pasado. Había cerca de doscientos Krakens con el cuello degollado.
-No...-susurro Gran Mama.
Los otros Krakens se espantaron y entonces otra vez, decenas de Krakens que eran tapados por la enorme oscuridad fueron degollados en un parpadeo.
La oscuridad volvió a asentar en varios Krakens de la retaguardia y ahora fueron ellos los degollados entre gritos y lloriqueos.
-¡Muestrate!-grito Gran Mamá indignada.
-Ta bien.
Fue lo que escuchó a varios metros detrás de ella allá a lo lejos de ella y los soldados Krakens. Gran Mamá solo volteo y al ver quien era usó sus ojos de laser con todo su poder y estos encestar en el Tridente de Océano, Gran Mamá siguió disparando para intentar destruir el Tridente de nuevo pero esta vez al estar concentrada en eso recibió el mismo ataques, ojos de láser desde un ángulo distinto impactando en el estomago tan fuerte que Gran Mama aun con su armadura corporal fue lanzada contra su propio ejército impactando con varios Kraken y aplastandolor contra el suelo, más de una docena de Krakens murieron aplastados.
-¿Pero qué...?-dijo Gran Mama confundida.
Los otros Krakens estaban perplejos por ver a su reina en el piso, aun aplastando a varios.
La luz del Tridente dejó de brillar por dejar de recibir los ojos de láser, entonces Chelsea, que estaba en su forma de una sirena normal, apuntó el tridente contra el ejército de Krakens que se iban por ellaChelsea solo sonreía relajada, apuntó el tridente contra esa enorme cantidad de Krakens armados y solo dijo:
-¡Bang!
Y del tridente salió la misma carga de energía que era disparada por los ojos de láser y arrasó con varias decenas de Krakens al instante que fueron reducidos a polvo.
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Crónica de Ruby Gillman y Chelsea Van Der Zee
RomanceRuby Gilman se va enfrentando con nuevos problemas como futura Reina de los Krakens pero aun tiene un asunto pendiente con su antigua super amiga marina, Chelsea Van Der Zee, donde ambas aprenderan que tienen mas en comun de lo que creen.