♡: [ 𝙍𝙚𝙫𝙚𝙣𝙜𝙚 ] ➯ 𝘛𝘢𝘦𝘨𝘺𝘶 𖡄

05

Beomgyu bebía un vaso de agua, apoyándose con su zurda en el borde de la mesa, preocupado.

Total, quien no lo estaría en este tipo de situaciones: después de una fuerte discusión, su marido había salido y, pasadas aproximadamente tres horas, aún no regresaba.

Aún secaba las lágrimas de sus ojos, no sabía cómo podían seguir cayendo, pero no parecían querer parar.

Repentinamente, escuchó la puerta abrirse muy bruscamente, por lo que pasó rápidamente sus manos por sus ojos, tomó aire y devolvió el vaso a su boca.

— Ya volví, mi amor — y después de esas palabras, el mayor se asomó para ver a su esposo, ya que el tono de esas palabras no le gustaba para nada.

Y efectivamente, veía a su pareja en un estado algo deplorable, muy perdido y ebrio, parecía que apenas podía mantenerse de pie.

Sin embargo, no quiso ayudar, solo se devolvió a la mesa y, con el ceño fruncido, cerró sus ojos.

— Mierda — maldijo, mientras daba un último sorbo y observaba a su esposo acercarse a la cocina, tambaleándose.

— Hey, te dije hola — el menor se acercó a su esposo y lo tomó por la cintura, haciéndolo dejar su vaso en la mesa.

— Suéltame — el peligris quitó sus manos y las alzó a la altura de su cabeza — eres un descarado, mira en qué estado llegas.

— ¿Sabes por qué estoy así? — el pelinegro negó — por ti, cariño.

Con esto, lo volvió a agarrar de la cintura, intentando unir sus labios (esto sin éxito alguno).

— Ya déjame — el mayor puso sus manos en el pecho contrario y volteó su rostro a la izquierda.

— No quiero — el menor empezó a movilizar pequeños besos dulces por el cuello del más bajo — solo dame un beso y acabamos con esto.

— ¿Q-qué te hace pensar qué lo haré? —  Choi inquirió, con un tono muy áspero.

— Sé que me amas — Taehyun afirmó, muy seguro.

— Ay, por favor — el mayor rodó los ojos — no seas tan egocéntrico.

— ¿Acaso estoy mintiendo, cielo? — el más alto apretó la cintura contraria posesivamente.

El mayor, poco seguro pero tratando de ser hostil, asintió y se soltó del agarre, empujando al peligris para hacerlo.

— Vete — el menor suspiró, mientras se acercaba lentamente a su precioso cónyuge.

— Solo si me das un beso — el más bajo se cruzó de brazos — no me hagas rogar, bebé.

— ¿Si te lo doy, me dejas en paz? — Kang asintió — trato hecho.

Beomgyu se acercó velozmente y dejó un beso muy fugaz y frío, sintiéndole en los labios ese sabor muy fuerte a alcohol.

— Así no, amor — el menor volvió a juntar sus labios, aprovechando la distracción para ello.

Ese beso era tan cariñoso y sublime que el mayor sentía que caería en cualquier momento ante su seductor marido; sin embargo, decidió separar la unión pese a los intentos del contrario por continuarlo.

— Ya te lo di — el más bajo se alejó y señaló a la habitación — ahora déjame en paz.

El peligris suspiró, derrotado, y asintió con la mirada baja, llevando su mano izquierda al mentón de Choi.

— Te amo — después de decirlo, empezó a caminar al cuarto, con su cabeza mirando al suelo.

Cuando el peligris cerró la puerta, el mayor sonrió y llevó sus dedos a sus labios.

— Yo también te amo — susurró, y se dirigió al sillón para sentarse a ver la televisión.