Anteriormente en Una Pequeña Novia: Axel recibió una llamada de unos criminales que secuestraron a la pequeña Ruby. Nuestro protagonista no se lo creyó pero rápidamente quedo convencido de que era verdad y se lanzó el solo a rescatarla. Sorprendentemente Axel logro vencer a los matones y hasta fue ayudado por su eterno enemigo Cangui. Ahora el chico de cabello rosa tiene ante el a la mente maestra que planeo todo: Dimo. El cual le revela que todo fue parte de su prueba para comprobar si es capaz de ser parte de la vida de Ruby y de protegerla. ¿Pero cuál será su decisión?
—¿Preguntas si pasaste la prueba? —despregunto el chico con lentes que se levantaba de la butaca dejando ir al gatito callejero que hace un rato estaba acariciando—
—Si… me gustaría saber… —el chico de cabello rosa casi salmón observaba a su superior con firmeza y determinación, algunos rayos salían de su cuerpo con cierta frecuencia—
—¿Tu qué crees…?
—¿Ah? Bueno... ¿Que la pase?
—¿Y qué te hace pensar eso? —Dimo observaba con maldad a nuestro protagonista poniéndolo un poco nervioso, y no era para menos, ¡si te miran con esos ojos de asesino quien no se pondría nervioso!—
—Porque… p-p-porque… —la mirada asesina de Dimo estaba logrando quebrar la determinación de Axel, pero tenía que mantenerse firme— Porque ya estaría salvando a Ruby si de verdad estuviera aquí. —respondió Axel por lo bajo un poco inseguro—
—¿Piensas que ese fue el propósito de esta prueba?
—Eso creo… la verdad es que no logro comprenderte Dimo, pero… —eso era verdad, nadie podía comprender verdaderamente a nuestro Jonh Wick con lentes favorito— Querías saber si era capaz de arriesgar mi vida por Ruby: y creo que eso hice…
—¿No pensaste de que sería peligroso? ¿Qué incluso podrías morir? —si ya se dieron cuenta, estamos en OTRO interrogatorio de Dimo—
—La verdad es que no lo pensé… tenía miedo, estaba muy asustado… —Axel levanto la mirada clavando su mirada determinada a la mirada juzgadora de Dimo— ¡Pero estoy seguro de algo!
—¿Qué cosa? —Dimo estaba intrigado—
—¡Lo que más me asustaba era que algo malo le ocurriera a Ruby! ¡Fue por eso que no pensé en lo peligroso que sería! ¡Fue por eso pelee contra esos tipos sabiendo incluso que iba a perder! ¡Y entonces*!
—¡Suficiente! —lo cayo Dimo que lo miraba intimidantemente, Axel intento no dejarse intimidar pero no funciono y se quedó callado mientras escuchaba atentamente— Viniste aquí sin un plan, peleaste con desesperación estando muy consciente de lo peligroso que era para ti, arriesgando tu vida deliberada e imprudentemente… todo solo para “salvar” a mi hermana a toda costa… jejeje… —rio Dimo mientras se acercaba a nuestro protagonista con una sonrisa confiada, Axel no estaba seguro de lo que iba a hacer. Cuando Dimo estuvo cerca de nuestro protagonista le dio una palmada en la espalda tan fuerte que casi lo hace caer al suelo— ¡Felicidades Axel! ¡Pasaste la prueba!
—¿Ah? Ahhh. ¿En… serio…? —decía el chico protagonista recuperándose de casi caer de trompa por culpa la palmada (manotazo) del rubio—
—Eres un imbécil Axel, tonto e inmaduro, y odio tú estúpida cara. —Dimo se cruzó de brazos de nuevo serio, sus sonrisas no duran mucho— Pero amas a Ruby y gracias a esta prueba he sido testigo de que eres capaz de todo para protegerla… al igual que yo… —a Dimo le desagradaba y al mismo tiempo se orgullecería en declarar lo siguiente— Aunque te seguiré odiando, no me voy a oponer en tu relación con Ruby.
—Eso está bien… supongo… aunque tampoco te estaba tomando en cuenta en nuestra relación… pero aun así no tengo ninguna relación con Ruby. —admitía Axel deprimido—
—Aun no… pero ya eres su novio en teoría: solo falta que se lo pidas.
—¿Qué se lo pida?
—Yo ya no soy un problema aquí. Así que tienes el camino libre. —Dimo ando hasta la puerta de salida, deteniéndose brevemente enfrente de ella— Y recuerda esto Axel: todo lo que me preocupa es la seguridad de Ruby, y a partir de ahora esa preocupación también es tuya.
—Siempre lo fue…
Axel declaro eso último sorprendiendo a Dimo y dejándolo a gusto, con una sonrisa de oreja a oreja Dimo abandono el lugar dejando a Axel solo en esa destartalada casa. Fue entonces que la mente de Axel empezó a enumerar todo lo ocurrido y dijo “¡¿Pero qué carajos acaba de pasar hoy?!” pero luego su personalidad relajada tomo el control. “Nah, ya no importa”, pensó. Axel salió del desmadre de casa donde se encontraba y vio que tanto Cangui como los otros tipos ya no estaban ni cerca. Axel metió las manos dentro de los bolsillos de su sweater de gatito y se fue caminando lentamente hacia un destino indeterminado.
¿Adónde iba? A ningún lado, solo sentía la necesidad de caminar. ¿En qué pensaba? En nada en particular, su mente estaba en blanco… como si no tuviera rumbo o no supiera adonde ir. Un rato después Dimo llego a su casa y vio que su madre y hermana habían regresado del centro. Ruby andaba buscando su teléfono el cual lo tenía Dimo. El cuatro ojos se escabullo fugazmente a la habitación de su hermana dejando el teléfono en el suelo para luego marcharse antes de que se diera cuenta de que él lo había tomado. El rubio ayudo a su madre a preparar el almuerzo mientras veía de reojo a su hermanita pegada a su teléfono recién encontrado, parecía impaciente por algo. Se escuchó un sonidito que indicaba que le había llegado un mensaje al teléfono de Ruby, la lolita rubia leyó el mensaje al instante y puso una cara de ingenuidad para luego ser reemplazada por una de felicidad.
—Mamá, mamá ¿puedo salir ahora?
—Acabamos de llegar Ruby, y el almuerzo ya casi está listo. —rechazo su madre—
—¡Pero solo será un momento!
—Dije que no. —sentencio la matriarca—
—¡Ainch! Uh. —se quejó la lolita cruzándose de brazos en un berrinche súper tierno típico en su dulce apariencia—
—Puedes salir un rato. —dijo una voz llamando la atención de la menor y la mayor—
—Pero Dimo. —reclino su madre—
—Ella dijo que saldría solo por un momento. —explico el chico con una placida sonrisa la cual inquietaba un poco a Ruby que desconfiaba de él—
—Afh, está bien, pero escucha Ruby: no vayas a tardar mucho. —renuncio la mujer a la batalla… por ahora— De todos modos te guardare la comida si llegas a tardar.
—¡Gracias mamá, gracias Dimo! —agradeció la pequeña con una sonrisa adorable—
La progenitora de los chicos no entendía bien la afición por su hija en salir, Dimo en su lugar observaba con seriedad como su hermanita salía de casa toda contenta. El hecho de que ella estuviera tan feliz lo alegraba a él un poquito. El ya entendía porque la pequeña estaba así. “Veo que no pierdes el tiempo, Axel” pensó Dimo a gusto y relajado, por fin podría tomarse un descanso de todo esto y dejar de preocuparse. “Ahora te toca a ti cuidarla”.
En la plaza sobre un banquillo estaba nuestro protagonista peli salmón. Después de caminar por el vecindario por un rato decidió llegarse hasta ese lugar y le envió un mensaje de texto a Ruby, suponiendo que ella ya debía de tener su teléfono de vuelta, pidiéndole que por favor fuera hasta la plaza para decirle algo importante. Ella le contesto rápidamente diciendo que iba en camino. Axel se acostó sobre la banca mirando las nubes del cielo con mucha atención. En estos momentos su mente también parecía estar en las nubes.
—¿Qué estoy haciendo? —se preguntaba el Axelito a sí mismo— ¿Qué se supone que le diré a Ruby cuando venga? Creo que esto fue una mala idea… pero siento la necesidad de hacerlo, pero a la vez no estoy seguro. ¡Argh! ¡Maldición! —Axel se sentó nuevamente en la banca sintiéndose confundido— ¿Qué se supone que hare?
“Tú eres valiente” “Yo siempre confiare en ti” frases que Ruby le había dicho antes ahora resonaban en su cabeza. Axel sonrió. Las dudas no desaparecieron pero ahora las sentía más distantes. Escucho que alguien lo llamaba. Alzo la vista y vio a una chica rubia con un sweater de gatito igual al suyo pero en color blanco. Era Ruby. Ruby se detuvo frente a Axel con una sonrisa tierna que derritió el corazón de nuestro protagonista.
—¡Ya llegue señor sargento! ¡Saludos! —bromeo Ruby contentísima—
—Saludos teniente, jeje. —se rio Axel siguiéndole la broma—
—Jajaja, me gusta bromear contigo, jeje. —bromeo la menor alegre como siempre—
—Y yo contigo.
—Ahora que estoy aquí; ¿Qué cosa importante querías decirme? —Ruby estaba curiosa y con ingenuidad se sentó al lado de Axel mientras que el solo miraba a cualquier lugar nervioso— Solo me dejaron salir por un rato, no quiero apresurarte pero, ¿podrías ser rápido? —dijo la chica inocentemente. Si fuera por ella se quedaría allí quien sabe cuánto tiempo—
—Lo intentare… es que es un poco complicado.
—¿Complicado?
—Muy complicado… no estoy ni seguro de cómo decírtelo… —Axel metió las manos nuevamente al interior de los bolsillos de su sweater mientras miraba a un punto fijo en la nada—
—¿Tan complicado así? Eso es raro. Pero podrías intentarlo. —Ruby se arrimó para estar más cerca de Axel mirando fijamente al perfil de su rostro con mucha intriga—
—Awww, fiuuh —Axel inhalo y exhalo para calmarse. Apretó los puños y concentro todos sus pensamientos en todo lo que había vivido desde que conoció a la hermana de Dimo. Fue entonces que Axel fue poseído por una poderosa determinación y su cuerpo fue lentamente soltando relámpagos de poder— Tu hermano Dimo una vez me pregunto si me gustaría abrazarte, o besarte…
—¿Dimo… t-te p-p-pregunto eso? —Ruby fue invadida por los nervios y la confusión. No podía creer que su hermano le había preguntado eso mismo a Axel. Ahora la mini rubia estaba nerviosa por lo que Axel pudiera decir, sintió como la sangre calentaba lentamente sus mejillas— ¿Y-y-y q-q-que le r-respondiste?
—Le respondí que sí. —Axel volteo a verla, él estaba determinado y había perdido el miedo, Ruby se paralizo y se sonrojo a millón después de oír eso— Porque yo te quiero mucho, Ruby. —luego de eso Axel se arrimó mucho junto a Ruby y paso su brazo por encima de los hombros de ella en un abrazo cariñoso pero sutil— Me gustas Ruby.
—¿Lo d-dices en s-s-serio? —Ruby no se creía lo que ocurría, estaba temblando como si tuviera frio pero era por los nervios. Su rostro estaba rojo como un tomate maduro—
Axel no dijo nada. Acerco su rostro deliberadamente al de la chica y le dio un beso en la mejilla. Ese beso fue más sonoro de lo que hubieran querido, ya que estaban en la plaza del barrio y había algunas personas cerca pero sin estar pendientes de lo que estaba ocurriendo. Axel separo su rostro todo rojo de él de Ruby también enrojecido. Ruby no sabía qué hacer. Estaba recontra feliz, de eso no había duda, pero su mente aún estaba asimilando todo esto poco a poco. La pequeña rubia abrazo al chico y recostó su cabeza sobre su pecho y el lo único que hizo fue abrazarla con gusto pensando que fue más fácil de lo que había imaginado.
—¡LO SABIA, LO SABIA! —siempre los momentos lindos como estos siempre son interrumpidos—
—¡¿Lola?! —espetaron los dos abrazaditos sorprendidos—
—¡SABIA QUE ERAN NOVIOS, LO SABIA! —al igual que la vez pasada los chillidos de Lola llamaron la atención de las pocas personas que estaban en la plaza que curiosamente también eran los mismos que estaban la vez pasada—
—¡Lola! —replico la mini rubia levantándose de la banquita y confrontando a la morenita loca— ¡Por favor no grites!
—Lo siento mucho Ruby, ¡pero es que siempre me emociono al verte feliz con tu novio!
—¡Axel no es mi novio! —grito la rubia enojada. Luego se dio cuenta que todos la estaban viendo y se avergonzó notablemente—
—¿No lo somos? —decía Axel devastado sintiéndose un poco como que muy mal—
—¡¿A-Axel?! Y-yo lo que q-q-quise decir f-fue… queee… —Ruby se sintió recontra incomoda y por su muy mala suerte Lola estaba allí para empeorar las cosas—
—No seas tontita Ruby, sé que quieres pedirle que lo sea. —proseguía Lola con una sonrisa bestial— ¿O me equivoco?
—¡Lola, por favor vete de aquí! —rogo la pequeña pidiendo clemencia, fue entonces que unos brazos la abrazaron por detrás. Ella volteo la cabeza y era Axel con una sonrisa divertida— ¿Axel?
—No te sientas mal Ruby. Yo estaré bien incluso si no quieres ser mi novia. —decía el peli rosadito con una voluntad inquebrantable, por ahora—
—¡Axel no es eso! Yo… digo que… me gustaría ser tu novia… ¿si es que puedo serlo? —por fin Ruby pudo sincerarse, observando fijamente a Axel que la abrazaba con mucha felicidad—
—Claro que puedes serlo.
—¡SIII, SIII, VIVA EL AMOR! —chillaba Lola irritando nuevamente a Ruby—
—Lola ¿puedes callarte por un momento?
—Tranquilízate Ruby. Ignórala. —sugerida Axel que seguía abrazando a su querida loli—
—Ya sabes cómo es ella Axel, ¡es imposible ignorarla!
—¡Es que soy una estrella!
Axel y Ruby estaban muy ocupados con Lola que no notaron que los presentes en el parque los estaban viendo conmovidos el nacimiento de la nueva parejita… aunque a la mayoría de ellos les valía verga. Cuando se dieron cuenta de los virotes y silbidos que la gente les estaba regalando se avergonzaron hasta niveles astronómicos y ya no supieron que hacer. Lola seguía allí haciendo escándalos y alardeando de que muy pronto ella también tendría su propio suggar daddy, lo cual provoco que Ruby se molestara de nuevo.
—¡Axel no es ningún suggar daddy!
—Tranqui tranqui, solo estoy bromeando.
—Chicas, ¿Qué es un “suggar daddy”? —pregunto Axel confundido—
—Suggar daddy es como le dicen a los novios mayores que te compran cosas.
—Ruby, ¿entonces yo soy tu “suggar daddy”?
—¡No no no no Axel! —negó la rubia sacudiendo las manos en el aire— ¡Tú no eres mi suggar daddy!
—¿Pero un suggar daddy no es lo mismo que un novio? Estoy confundido… —aunque no entendía nada de las tonterías de Lola a Axel no podía importarle menos, tenía a Ruby y eso era lo que le importaba. Se acercó a ella y la abrazo fuertemente y con mucho cariño, ella le correspondió el abrazo con el mismo nivel de afecto— Te quiero Ruby.
—Te quiero Axel.
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Una Pequeña Novia
Подростковая литератураViviendo despreocupadamente tanto en la casa como en el instituto, Axel nunca ha tenido novia o ha estado enamorado. Sus amigos piensan que es un asexual debido a su nulo intereses en el sexo opuesto, Axel no ve nada de malo en la forma en la que vi...