Sabroso el dormir siestas, en una buena forma de matar la flojera del cuerpo… o empeorarla. Se suponía que Axel tenía que limpiar el baño por órdenes de su linda madre, pero se le ocurrió echarse un ratito en el sofá y se quedó dormido en menos de cinco segundos. Tuvo un sueño. Un sueño rarísimo. Él estaba corriendo con miedo y desesperación, una muchedumbre lo estaba persiguiendo, de hecho eran sus compañeros de clases entre otros estudiantes de su institución. Todos estaban furiosos, todos menos sus amigos y Rosalinda que lo perseguían sin intenciones asesinas.
Así fue el sueño hasta que sintió un fuerte impacto que lo despertó… fue su madre, que muy molesta lo despertó como siempre tumbándolo del sofá. Un regaño después: Axel estaba limpiando el baño tal y como se lo ordeno su progenitora. Cepillando el inodoro rítmicamente no dejaba de pensar en el sueño, los sueños siempre eran curiosos y este era muy raro. Pero al final le valió un pepino y continúo con su deber. Escucho un sonidito y reconoció que era su teléfono, le había llegado un mensaje y el texto le dejaría los pelos de punta: “Ayuda, tengo miedo. Ven rápido a mi casa”.
Ese mensaje era de Ruby y Axel se puso histérico, algo debía de estar pasando, algo terrible. Axel dejo de hacer lo que estaba haciendo y se fue de la casa rápidamente ignorando las llamadas de atención de su madre. Estaba asustado por lo que le pudiese ocurrir a su novia, no quería que algo malo sucediera y en ningún momento se le paso por la mente la idea de que podría ser otra prueba de Dimo, pero no estaba preparado para lo que vería. Llego a la casa de la lolita y ella misma le estaba esperando a la puerta de su casa, Axel se acercó a ella con lágrimas en los ojos. Ruby se sacó de onda cuando Axel la abrazo cargándola en el aire.
—¡¿Qué, que estás haciendo Axel?! —protestaba ella sacada de onda por el comportamiento de Axel, el solo estaba feliz—
—¡Estas bien, estas bien! —el muchacho respiraba aliviado de que su loli estuviera bien físicamente—
—Ehhh, claro que estoy bien… —obviaba la mini-rubia avergonzada por empezarse a sentir cómoda siento cargada por el peli rosa— ¿Por qué no lo estaría?
—Me enviaste un mensaje diciendo que tenías miedo y pedias ayuda, ¡¿Cómo quieres que no me preocupe?! —le reprocho el chico, pero estar molesto no es lo suyo y decidió gozar el contacto físico con su pequeña novia apegándola más a su cuerpo ella estaba a gusto también—
—Hehe, creo que exagere un poco, no quería asustarte.
—Ya ni modo. —se resignó el peli salmón/rosa completamente a gusto—
—¡Es que está pasando algo muy raro en mi casa en este momento!
—¿Algo raro?
—Sip. Bájame para enseñarte.
—Como tú digas… —respondió a mala gana ya que quería seguir cargando a la chica más linda del universo según él aunque se le cansaran los brazos—
—Has silencio y sígueme por aquí. —ordeno la pequeña queriendo que Axel la cargara por más tiempo, se sonrojaba al admitir mentalmente que quería ser cargada como una niña—
Axel siguió a Ruby. Rodearon la casa hasta la parte lateral donde estaba una ventana. La rubia le hacía señas al rosadin para que hiciera silencio mientras que el rosadin le hacía señas queriendo saber que estaban haciendo allí, Ruby solo le señalo la ventana pidiéndole a susurros casi inaudibles que se asomara por ella sigilosamente y eso hizo. Por la ventana se podía ver a Lola y a Dimo… comiendo galletas en silencio, pero ambos parecían estar feliz incluso el sicario de lentes aunque no lo pareciera, pero lo estaba y eso fue lo que Axel logro notar. Se giró silenciosamente hacia su pequeña novia que lo miraba esperando que dijera algo.
—¿Lo viste? —le pregunto ella haciendo en voz baja—
—¿A Dimo y Lola comiendo galletas? Si los vi. —le contesto el en igual tono de voz— ¿Eso era lo raro que querías mostrarme?
—¡Si! ¡Es muy raro!
—¿Y esooo pooor?
—¡Que ellos están actuando muy raro desde hace días!
—¿Llevan comiendo galletas desde hace días? —Axel notaba que si era raro ver a Dimo feliz así como así, pero de resto no veía nada anormal—
—Te lo voy a explicar: la cosa es que Lola ha venido muy seguido a casa. ¡Pero no viene a verme! ¡Viene a ver a Dimo!
—Pero tú me habías dicho hace tiempo que Dimo no la aguantaba. —cuestiono el chico recordando conversaciones pasadas y ya comenzando a darse cuenta de que era lo extraño que estaba pasando—
—Así era. Pero ahora Dimo la recibe y se quedan hablando por horas. —Ruby había visto todo eso los últimos días—
—¿Has escuchado de que hablan?
—No hablan de gran cosa. Sabes que mi hermano no es muy abierto, solo se queda escuchando todas las tonterías que le dice Lola, y aquí va otra cosa rara: ¡Dimo la escucha!
—Si le habla supongo que es normal que la escuche, ¿o no? —sudo gordo Axel un poco confundido—
—Axel todo esto es muy extraño. Dimo siempre ignoraba a Lola y me decía que era una tonta loca y una mala influencia para mí y bla bla bla… pero eso no es lo que ha estado pasando ahora. —Ruby se cruzó de brazos indignada porque su novio no estaba comprendiendo la situación—
—¿Y esto te molesta de algún modo?
—No de hecho, pero me parece rarísimo y tengo miedo de que el cerebro de Dimo se esté rompiendo pedazo a pedazo. —Axel se rio divertido por su broma, pero ella lo miraba serio— Esto no es gracioso Axel, quiero saber que le pasa a Dimo.
—Jaja, entiendo entiendo. —ver a su tierna lolita frunciendo el ceño le parecía jodidamente adorable y sentía que moriría ahogado en azúcar, y valdría la pena morir así. Para que Ruby no se molestara más Axel decidió dejar de lado sus risas y metáforas loliconas para tomarse esto más en serio— Si me llamaste es para que haga algo al respecto, ¿cierto?
—Cuando te pedí que vinieras solo quería contarte todo esto que ha estado pasando. Pero creo que podrías ayudarme hablando con Dimo para saber qué le pasa, como ustedes son hombres creo que podrían entenderse… ya que antes me escondían secretos. —le miro Ruby enojada a Axel—
—¿Sigues molesta por aquello? —Axel más que nervioso estaba feliz viendo el tierno enojo de la pequeña Ruby—
—Un poco… —Ruby planeaba desquitarse con Axel pidiéndole un montón de helado de limón (se abran dado cuenta que ese era su sabor favorito)—
—Para compensártelo tendré esa charla entre hombres con Dimo y lo que descubra te lo diré a ti.
—Gracias Axel.
—No es nada.
—¿De qué están hablando ustedes aquí afuera? —se escuchó una tercera voz, la chiquilla y su novio vieron en dirección adonde provenía la voz y se asustaron al ver al susodicho hermano mayor con lentes cruzado de brazos con el ceño fruncido observándolos por la ventana—
—¡¿D-Dimo?! —reaccionaron ellos con cara de susto—
—Vengar a dentro: ahora mismo.
Obedecieron las órdenes y Axel y Ruby ahora estaban sentados en el sofá con la mira en el suelo con Dimo frente a ellos con su característica cara de sicario. Lola estaba a un lado comiendo galletas con una sonrisa y curiosa por lo que estaba pasando, por la expresión de Dimo parecía que le iba a dar tremendo regaño al lolicon y a la lolita.
—¿Qué estaban haciendo allá atrás?
—No estábamos haciendo nada, solo hablando. —contesto Ruby nerviosa—
—Me daba la impresión de que me estaban espiando. —decía Dimo sin querer decir “nos estaban” que era la entonación correcta—
—Lo siento Dimo.
—Jeje, no hace falta que te molestes con ella Dimo. —Axel se levantó del sofá muerto de miedo, puede que hayan tenido una comprensión y respeto mutua, pero el rubio mayor seguía siendo muy intimidante— Ruby y yo estábamos hablando de esto y aquello, fui yo quien miro por la ventana curioso. —sonrió con nervios— Dimo no se va a creer nada de esto. —pensó el prota ya conociendo la mentalidad de su cuñado—
—Claro que no me voy a creer nada de eso. —pensaba analíticamente el hermano mayor de Ruby— Pero estoy orgulloso de que defienda a Ruby hasta de mi… siempre y cuando no la ponga en mi contra.
—¡Ya me acorde! —Ruby se levantó del sofá de un salto fingiendo demencia— ¡Tengo que mostrarte algo Lola! —dijo mientras se acercaba a la nombrada que la miraba interesada—
—¿En serio?
—¡Siiii! ¡Sígueme!
La pequeña rubia se fue del lugar literalmente arrastrando a Lola con ella dejando a los dos chicos solos mirándose confundidos. Hubo un rato de silencio y Axel se sintió incómodo y Dimo seguía viéndolo esperando a que escupiera toda la verdad y eso es lo que al final paso.
—Ruby me dijo por mensaje que algo raro pasaba. Vine y me dijo que viera por la ventana para verte a ti y a Lola comiendo galletas.
—Y que más.
—Más nada. Luego de eso me explico que has estado pasando mucho tiempo con Lola y eso le parece raro, pero supongo que no hay ningún problema.
—Hmn. —Dimo respiro hondo y cerró los ojos pensativamente—
—Sé que de seguro no querrás decirme, pero Ruby quiere saber porque te llevas tan bien con Lola. Ella me había dicho que no la soportabas y eso.
—Eso es verdad. O lo era. —Dimo miro a Axel serio como siempre, pero se le notaba como desorientado— Lola ahora… me agrada. No es tan fastidiosa como yo pensaba, supongo.
—¿Supones? Okey, eso está bien. No creo que algo como esto necesite tanta explicación. —tan desinteresado como siempre—
—Oye Axel.
—¿Si…?
—¿Qué era lo que sentías cuándo estabas enamorado de Ruby? —pregunto Dimo de lo más serio—
—¿Cuándo estaba enamorado? Te equivocaste de palabras: aún estoy enamorado de ella, la quiero mucho. —Axel miro el techo con nostalgia por unos momentos, miro a Dimo que estaba frente a él esperando una respuesta— ¿Y porque me preguntas eso?
—Solo responde. —seco y firme como siempre. Era EL quien hacia las preguntas—
—Ahhh, no es fácil de explicar. —Axel tomo asiento en el sofá que estaba detrás de el para pensar mejor como decir las cosas— Cuando la conocí me pareció la chica más interesante del mundo. Y también muy linda. Era y fue la primera vez que pensaba en una chica por mucho tiempo… recuerdo que no dejaba de pensar en ella todo el tiempo, y sentía la necesidad de acercarme y conocerla. Cuando la conocí mejor me gusto todavía más… creo que ya sabes que paso después. —Axel miro a su interlocutor que lo escuchaba atentamente—
—Ya veo… —Dimo apretó los puños con mucha ira y con sentimientos encontrados. Escucho cada palabra que dijo el cabellitos rosaditos y aunque no quisiera se sentía muy identificado con las palabras de Axel. Esto le provocaba un sentimiento contradictorio imposible de describir en este momento por flojera del autor— Axel.
—¿Si?
—¿Qué pensarías, si te dijera que todo eso que sentiste con Ruby lo estoy sintiendo yo? —Dimo hizo una pausa para gruñir y rechinar los dientes— ¿Por Lola…?
—¿Por Lola? —Axel se desconcertó con esa pregunta, Dimo seguía serio como siempre per expectante— Pensaría que estás enamorado de Lola, jejeje pero eso es imposible. ¿Verdad? —el peli rosa se fijó más en el rubio que ahora tenía los ojos cerrados pensativamente— Dimo… ¿te gusta Lola?
—Grrr, no lo sé… no estoy seguro. —confeso Dimo confundido consigo mismo pero serio como siempre (¿Cómo hace eso?)—
—Te lo pondré de esta forma: ¿te gustaría que ella te abrazara? ¿O que te diera un beso?
El karma existe, de eso no hay duda. Dimo sintió que el universo mismo se estaba burlando de él. Primero discrimino a Axel por estar enamorado de una loli que de paso era su hermana, intento (aunque con flojera) separarlos, y al final termino por ponerle muchas trabas a la relación… pero ahora… se encontraba por la primera fase por la que paso Axel. Si antes Dimo había logrado sin querer un punto de entendimiento con Axel pues este había crecido mucho más para su disgusto. Si se pudiera morir en ese momento desearía con ansias que pasara, ya que no aguantaba la pena que estaba pasando, pero por alguna razón (gracias al amor) no se sentía arrepentido, porque después de todo él no tiene la culpa de haberse enamorado de Lola así como Axel no tuvo la culpa de haberse enamorado de Ruby.
—Jeje. —rio Dimo por lo bajo con una disimulada sonrisa—
—¿Qué le pasa a Dimo? —se preguntaba Axel viendo cómo el rubio matón subía su mano hasta su frente apretándola mientras comenzaba a reír sonoramente—
—¡Jajajajaja! Menudo imbécil soy. —luego de eso Dimo volvió a ser el mismo. Avanzo al frente y con una sonrisa poso su mano sobre el hombro del desconcertado peli salmón— Supongo que ahora somos compañeros lolicones.
—¿Compañeros? ¿Lolicones? —desconcierto nivel súper mega dios—
—Y yo le dije a Axel que ya no la usara con tanto calor. —se escuchó a Ruby que venía charlando junto a su amiga morenita que le quitaba el sueño a su hermano mayor— Oh, ¿Qué pasa muchachos?
—No pasa nada. —Axel se giró alegre hacia las recién llegadas, orgulloso que de cierto modo cumplió su misión— Dimo y yo estábamos planeando llevarlas a comer helado. ¿Verdad Dimo? —Axel miro al que tenía al lado que seriamente contesto—
—Si.
—¡Súper, vamos entonces! —celebro la rubia abrazando a su novio y hermano, le entusiasmaba el helado pero también estaba emocionada por saber lo que descubrió su novio espía— ¿Qué descubriste? —le susurro la pequeña al chico gamer, el solo le hizo una seña queriéndole decir que se lo diría más tarde—
—¿Lista para irnos Lola? —pregunto el rubio mayor acercándose amablemente a la pequeña morena—
—¡Ehh ehh! ¡Sí, estoy lista! —respondió ella desconcertada por la invitación, pero acepto animada, porque helado brindado es helado gratis—
Ese día lo pasaron genial con su doble cita. Aunque a Axel no dejaba de perturbarle la extraña y poderosa sensación de que estaba olvidando algo importante que debía estar haciendo en su casa. Pero le restó importancia y siguió en lo suyo desconociendo que en su hogar lo esperaba su progenitora muy molesta y con una chancla en la mano… si, ese día no iba a acabar bien.
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Una Pequeña Novia
Novela JuvenilViviendo despreocupadamente tanto en la casa como en el instituto, Axel nunca ha tenido novia o ha estado enamorado. Sus amigos piensan que es un asexual debido a su nulo intereses en el sexo opuesto, Axel no ve nada de malo en la forma en la que vi...