Ayudarla para curarla.

Pesadilla

"¡ALEJATE DE MI BEBÉ PEDAZO DE MIERDA!" Grito Genya con todo el aire que tenía en los pulmones y la escopeta que poseía en las manos disparo hacía la cabeza de aquel demonio.

Estába en un bosque, uno muy oscuro, ella sujetaba a su bebé cerca de su pecho, uno de sus brazos cargaba a su bebé y en el otro tenía aquélla escopeta.

Ella solo lo que pudo hacer fue correr, lejos, muy lejos de esa escena, hasta que se quedó sin aire.

Se escuchaban llantos, unos muy fuertes, mientras que Genya tenía la cara cubierta de lágrimas y sudor.

"¡M-Mami te protegerá! Mami e-esta contigo" Trato de consolar Genya a su bebé el cuál lo separó un poco de su pecho y vio la cara de su pequeña luz.

Llena de lágrimas, sonrojada de tanto llorar, estaba tan asustado.

"S-shhh, shhhhh" puso su dedo delante de sus labios, haciendo que el pequeño dejara de llorar tan fuerte hasta ya estar solo callado sacando pequeños quejidos. "Estaremos bien... T-todo irá bien" Declaró Genya la cuál respiraba pesadamente por el pánico y temblaba mucho, sus piernas se debilitaron y calló de rodillas al suelo. "Todo e-estara bien, alguien vendrá a rescatarte, no i-importa si muero, tengo que ser fuerte hasta que este segura de que estas asalbo"

Ahora solo se escuchaban los llantos de Genya, los cuales eran lo suficientemente silenciosos, se escuchaban ya que el lugar estaba en completo silencio.

"Mamá fue una tonta... Perdoname Nobuyuki..." Suplicó Genya mientras se aferraba a su bebé.

Pero ahora estaba sola, todo era oscuro, no había nadie a excepción de ella y la oscuridad, estaba tan asustada.

"Q-que alguien me ayude..." Suplicó ahora dejando caer su cabeza al suelo. "Q-Que alguien me ayude, porfavor... No puedo soportar más"

Era solo ella y la oscuridad, la cuál lentamente se la estaba comiendo.

"Levántate mamá" Habló una voz.

Genya dejó de lado sus llantos, sus ojos se abrieron con sorpresa y levantó su vista.

Pudo ver delante de ella una luz que cegaria a cualquiera, pero la luz y sus lágrimas le dificultaban ver una figura que salía de la luz, en esta vio a un hombre, un poco alto, llevaba un yukata verde que tenía los brazos descubierto, y sobre sus hombros un haori de color verde con degradado blanco.

Entonces pudo ver su cara.

Era la cara de su bebé, su bebé ya era todo un hombre delante de ella, y uno muy hermoso como lo era su padre, sólo que los pocos rasgos que heredó de ella lo hacían más hermoso.

Su cabello era ondulado como el de ella, y tenía un lado de la cabeza rapado, se ve que ella influyó en su estética.

No tembló o tuvo miedo cuando este con delicadeza la levantó del suelo.

"Mamá... Ya hablamos de esto, me prometiste que te cuidarias a ti también..." Dijo mientras examinaba a la mujer.

"L-lo siento pequeño, no volverá a pasar" Aseguró Genya, sus manos eran sujetadas con delicadeza por su hijo.

"Eso espero, me entristece cuando te haces dañó por mi culpa" Admitió y después se dispuso a agrarrar un brazo de la mujer. "Vámonos de aquí, yo te protegeré en el camino"

Los dos comenzaron a caminar hacía la luz, Genya entonces vio a su hijo adulto el cuál iba haciéndose más joven cada vez que estaban mas cerca de la luz.

"... Gracias mi bebé" Agradeció Genya viendo a su hijo el cual ahora era un pequeño niño.

"... Es hora de que las pesadillas acaben, ahora despierta mamá, te estaré esperando en el otro lado"

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Genya abrió lentamente sus ojos, sentía algo húmedo en su frente y pudo escuchar los ruidos alrededor de su habitación, todo era borroso alrededor de ella, le tomó unos segundos poder enfocar su vista, y lo primero que vio fue a su hermano mayor, y podía sentir como su mano era sujetada por las manos de este.

"Hermano..." Susurró Genya y vio como Sanemi rápidamente fijaba su vista en ella. "¿Y mi bebé?..." Dijo intentando levantarse pero Sanemi la obligó a mantenerse acostada.

"No te levantes, tu bebé esta bien, esta en mi cuarto siendo atendido por la hermana de Shinobu" Explicó el albino con voz tranquila aun sin separar sus manos de la mano de su hermana. "... Me preocupaste... Joder estabas delirando con tanta fiebre que tenías... Pense que te perdía." Admitió Sanemi.

"No, no me atrevería a dejarte Sanemi, no pienses en eso, yo siempre volveré a ponerme de pie... Nunca volveré a separarme de ti hermano mayor, no después de todo eso..."

"... Lo se Genya, pero me asustaste..." Sanemi suspiró y el hombre sintió como acarician su mejilla y miró a Genya.

Ella solo lo miro con una sonrisa delicada, Sanemi podía sentir el tacto sobre sus cicatrices y no le molestó.

"Gracias por cuidarme siempre aniki..." Agradeció Genya la cuál se volvió a acomodar en su futón y se tapó hasta la mitad de su cara y miró a su hermano. "¿Nobuyuki se quedó mucho tiempo solo?"

"No, no me despegue de el hasta que vine a verte, no quería que se enferme si estaba contigo, pero siempre llora por su madre"

"Mmm... ¿Podrás cuidarlo hasta que me recupere?" Pregunto mientras el cansancio se volvía a apoderar de ella.

"Si, no hay problema, no me atrevería a dejarlo mientras tu estas enferma... Ahora descansa hermanita, tu Nemi se encargará de todo " este beso la mano de su hermana la cuál ya había caído rendida ante el sueño, esa fue señal para levantarse e irse, no sin antes volver a mojar la toalla que tenía su hermana sobré su cabeza y arroparla bien.

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Cuando Sanemi salió del cuarto de su hermana lo primero que vio fue a Kanao cargando a un Nobuyuki que se ahogaba con su llanto.

"...¿Ella esta bien?" Preguntó preocupada.

"... Si, ella esta bien" Confirmo y extendió sus brazos y Kanao dejó a Sanemi cargar a su sobrino. "¿Echas de menos a tu madre campeón? No te preocupes, pronto la verás, ahora solo te queda conformarte conmigo" Habló en un tono bajo y tranquilo el cuál el bebé reacciono positivamente ya que sus llantos cesaron. "No sera tan malo pasar tiempo con tu tío, ¿Cierto?"

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-Genya ya estaba enferma en la mañana pero ella no le dijo nada a nadie, se desmayó a mitad de camino a su jardín de bonsáis, por suerte Nobuyuki estaba con Sanemi y el cuervo de Genya fue a avisar a Sanemi sobre lo que le pasó a Genya.

-Kanao fue a petición de Shinobu para que le diera medicinas al albino, estas eran para Genya.

-Sanemi no le desagradaba pasar tiempo con su sobrino, es más, ama pasar tiempo con el.