Ayudarla para curarla.

El ciclo se repite, hasta que él lo detuvo (2/2)

Genya Shinazugawa renunció a su apellido desde el día en el que se casó. Ahora era la señora Kimura, no la señora Shinazugawa.

Ese fue el gran paso que tuvo que dar para dejar atrás su pasado. Ahora le estaba dando la bienvenida al futuro.

Pero las cosas nunca salen como se esperan, y más en el caso de Genya.

Su marido, él hombre que alguna vez le mostró tanto amor se volvió un monstruo cómo aquellos hombres que pagaban por estar una noche con ella.

Ya no le mostraba tanto amor que ella anhelaba, ya no estaba.

Solo quedaba la lujuria por su cuerpo.

Pero ese es un tipo de amor, ¿Verdad?. Y eso era en lo único que era buena Genya según los hombres con los que les ofreció su servicio.

Al menos su esposo la amaría en ese sentido, recibiría su amor y apreció en las noches.

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Ahora tenía dos hijos, un niño y una niña y pronto habría otro en camino, cumplió su primera tarea como la mujer de la familia Kimura, y esa era dar luz a los hijos de su esposo.

Aún recuerda como muchas mujeres le decían de niña que de mayor tendría un gran cuerpo, uno capaz de concebir muchos hijos.
Su madre callaba a esas mujeres y la hacía ignorarlas.
Dijo que era muy joven para eso, y que no quiere que su pequeña bebé se case tan pronto.

Pero por desgracia para su madre difunta, se casó a los 15 años, con un hombre guapo, pero cruel.

"Tío Nemi, ¿Cree que sele una mujer bonita como mamá?" Preguntó Kiki mientras miraba curiosa la mano llena de cicatrices de su tío. "¿Crees que me casaré?"

"... Si, serás la más bonita, pero no pienses ahora en casarte pequeña, aún tienes que disfrutar la vida antes de tener un matrimonio." Dijo Sanemi con un tono tranquilo, dejando que los niños vean sus cicatrices y pregunten por estas.

Habían terminado de comer, Genya estaba lavando los platos juntó a los cubiertos, mientras que Sanemi estaba siendo usado como un juguete por los hijos de su hermana.

Él quería preguntarle a su hermanita tantas cosas...

Demasiadas para su gusto.

"Sanemi, ¿Quieres bañarte antes de irte? Ya calenté el agua, el baño esta al final del pasillo." Informó Genya, Sanemi lo pensó y al final lo acepto.

Agarró el cubo con agua caliente y fue al baño.

Éste era un baño bastante bueno, el suelo era de madera y a un lado había una gran bañera, seguramente Genya la usa juntó a los niños, estos se pueden ahogar si se bañan solos.

Él se quitó su uniforme después de cerrar la puerta, dejó al descubierto todo su cuerpo cubierto de cicatrices, algunas venas resaltaban, estaba muy tenso.

Nada más al echarse un poco de agua caliente encima soltó un suspiro, estaba frustrado.

Su hermana le dijo todo lo que él quería, tenía una buena familia, una buena vida...

Pero algo lo estaba poniendo de los nervios, algo no iba bien...

Algo o todo estaba mal...

Los niños no hablan de su padre, no ponen entusiasmo cuando hablan sobre él, cómo él y sus hermanos hacían cada vez que mencionaban a Kyogo.