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Jaemin

El despertador suena al lado de mi oreja izquierda. 8:00 a.m.

Levanto el brazo para apagarlo pero por alguna razón no tengo la fuerza suficiente, lo que hace que solo termine tirando el aparato al piso, volviendo el sonido más molesto y ensordecedor.

Me enojo y decido dejarlo ahí hasta que pare, pero tan solo un minuto después me levanto para azotarlo en el buró.

Me volteo dispuesto a dormirme nuevamente, pero mi sueño es interrumpido OTRA VEZ por el maldito despertador.

Lo apago y esta vez lo tomo como una señal de que ya debo despertar.

Entonces, me destapo de las cobijas, froto mis ojos aunque el doctor me ha dicho incontables veces que no lo haga y apoyo mis pies descalzos en el piso para estirarme.

Me pongo una playera antes de abrir la puerta de mi habitación y soy recibido por un delicioso aroma a desayuno, así uno sí se levanta con ganas.

Veo a mis padres sentados en el comedor y les doy los buenos días antes de servirme jugo de naranja y un plato lleno de comida, desperté con mucha hambre por algún motivo.

Noto que queda una silla vacía.

—¿Y Donghyuck?

—En práctica de fútbol como todos los lunes cuando están de vacaciones, mi amor

—Es verdad, lo olvidé

—Has estado muy olvidadizo Jaemin— mi padre interviene y levanto la cabeza para escucharlo. Me obligo a mantenerle la mirada aunque la suya es severa— ni siquiera te levantaste cuando tu despertador sonó

—Sólo estoy cansado, es todo

—No tendrías por qué, ni siquiera estás yendo a la escuela

—Voy al estudio todavía

—El baile no es una actividad que genere tanto cansancio— pronuncia con sarcasmo la última palabra y consigue hacerme sentir inferior.

Quisiera decirle algo, pero como siempre, no lo consigo.

Musito un "sí papá" y me resigno al igual que he hecho los últimos 3 años de mi vida. Comenzaron a molestarle las clases de baile cuando empezó a temer que me volvieran afeminado.

Que bueno que nunca me vió besuquearme con mi exnovio cuando iba a verme a mis presentaciones.

Tal vez lo hubiera hecho si hubiera estado ahí, pero no, desde que tengo 11 años no se volvió a parar en el teatro, primero porque estaba ocupado con el trabajo y luego pues... lo que ya te conté.

Me he acostumbrado y me resigné a que pelear con él no tenía mucho sentido, así que me limito a darle la razón para evitarme dolores de cabeza.

Cuando termino de desayunar lavo mis trastes y les digo que me alistaré para ir a ver a mi hermano a su entrenamiento, regreso a mi cuarto y mi vista va directamente a la laptop que reposa en el escritorio.

Sigo algo shockeado por lo que pasó ayer, pasa por mi cabeza que quizá fue un sueño, me pellizco a mi mismo aunque sé que será inútil y como sospechaba, no despierto.

Intento despegar la USB de la laptop y no puedo, me agacho para ver la situación y lo que veo es tan raro que no me lo creo, es como si la USB se hubiera fundido dentro del otro aparato, haciendo imposible moverse aunque sea un milímetro.

Mi preocupación por la sala regresa y un escalofrío recorre desde la parte baja de mi espalda hasta el cuello, entonces me visto más deprisa para ir a ver a Donghyuck. Les dije a mis amigos que le preguntaría varias cosas antes de volver a usarla

c1b3r l0v3 [nct dream]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora