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Jaemin

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Jaemin

Han pasado dos días desde que mi papá me dijo que no pagará más las clases de baile.

Me la he vivido deprimido y medio zombie, antier se me cayó una caja en la tienda de mi abuela, olvidé mis llaves, dejé tostar de más la cena, y otro cúmulo de cosas que no me pasarían si tuviera la cabeza en su lugar. Pero no la tengo, justo ahora es como si fuera solamente el bulto que cubre mi cuello.

Lucas vino a verme, creo que lo dejé muy preocupado un día antes. Me disculpé con él, pues esa no era la salida que se merecía, pero es tan buen amigo que entiende que estoy pasando por un momento complicado.

Dijo que cuando estaba ebrio le dije algo acerca de la teletransportación por medio de mi computadora. Me golpeo mentalmente, otra vez el alcohol me suelta la lengua cuando no debo.

Aun así, creo que su idea es muy buena, si ganamos el campeonato, papá me dejará en paz, y no se me ocurre mejor compañía que la de los chicos, además él es de confianza, puede ayudarnos. Mis amigos podrían llegar a su casa cuando en la mía haya alguien. La señora Wong casi nunca está.

Primero se río de mí cuando le dije todo esto. Me preguntó si estaba borracho otra vez. No lo estaba, podía probarlo esta vez.

Le di instrucciones, que se quedara sentado en mi cama, que tuviera su teléfono cerca y no apartara la vista.

Así lo hizo, marqué mi código y desaparecí llevado por un rayo frente a sus ojos. Ví por una centésima de segundo su cara de asombro. Llegué a la sala y le llamé. Respondió completamente anonadado, preguntó dónde demonios estaba, qué me había pasado, y cómo es que esto era posible.

Le colgué para regresar a casa, y de nuevo, me vió aparecer de la misma manera en que me fui.

Estaba completamente shockeado, pero no volvió a poner en juicio lo que le dije después, todas las conclusiones a las que mis amigos y yo llegamos aquel primer día.

Después de ponerse medio loco durante unos diez minutos, me dió su palabra, no solo de apoyo, sino de confidencialidad.

Hoy me tomé otro par de sojus, más por rabia que por gusto.

Me enoja muchísimo que yo he estado en la miseria el último par de días y papá esté y me hable como si nada. Como si no acabara de tomar la decisión más egoísta por sus estúpidos estereotipos.

Alguien toca a mi puerta, no responde, pero es abierta unos segundos después.

Es Donghyuck, y para mi sorpresa, trae una botella en las manos.

—Creí que necesitabas algo de compañía

—Gracias— asiento y me seco los ojos, he llorado cerca de 20 minutos— ¿con todo y alcohol?

c1b3r l0v3 [nct dream]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora