A Birthday Wish [Kookmin]

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—Buenos días —saludo a todos los de la empresa camino a mi oficina. Todos me hacen una reverencia y me sonríen.

Recibo una notificación en el celular al sentarme en la silla del despacho.

HOSEOK
Hola Jimin, perdona la molestia, pero, ¿sabrás de alguna enfermera que pueda cuidar a Jungkook hoy?, aún no despierta y debo ir a hablar de su internamiento al bufete donde trabaja.

¿Enfermera?, hasta cree que le voy a enviar una.

JIMIN
No te preocupes, en 20 minutos llego para cuidarlo, así podrás hacer tus pendientes y descansar un poco.

HOSEOK
¿Tú lo cuidarás? ¡No!, por favor, no te molestes, solo ayúdame enviando a alguien.

JIMIN
Nop, yo me haré cargo, además, ¿qué no somos amigos ya?, ¿no confías en mí?

HOSEOK
Pero debes estar muy ocupado.

JIMIN
No sigas, ya te dije que yo me haré cargo, nos vemos en un rato.

HOSEOK
Ok, te espero, mil gracias Jimin.

Salgo de la oficina y solo le digo a la secretaria de la empresa que le avise a Namjoon que regresaré luego. La mujer asiente y me despido de los demás empleados que me encuentro a la salida del edificio.

Estamos camino al hospital, estoy hecho un lío, la ansiedad y los nervios ya me están controlando. Solo a mí se me ocurre ponerme celoso y cuidar a Jungkook, pero ya no hay vuelta atrás. Sonrío pensando en que estaré a su lado y eso hace que me calme un poco.

Al llegar al hospital le indico al chofer que lo llamaré cuando deba venir por mí. Camino al cuarto, llego y toco quedito la puerta para entrar. Veo a Jungkook igual que ayer, sigue pálido y eso me pone triste.

—Hola Hobi, listo, puedes irte, por favor come algo y descansa, yo estaré aquí el tiempo necesario —hablo bajito.

—Solo necesito unas dos horas. Voy al bufete para avisar de su incapacidad y luego voy a mi departamento para darme una ducha rápida, además, puedo comprar cualquier cosa en el camino para comer aquí.

—Hey, después de ir al bufete, te vas a tu casa, necesitas descansar, así no podrás cuidar bien a tu amigo y no acepto un no como respuesta.

—Gracias Jimin, no sabes cómo te lo agradezco. Jungkook sigue igual, pero el médico a cargo dijo que es mejor que duerma porque así se recupera su cuerpo más pronto. Y ese "Hobi", me encanta —sonríe y se despide cerrando la puerta tras de él.

Muero de nervios, cuidar al chico del que he estado enamorado por varios años y por el cual hice un cambio radical en mi persona para vengarme, es extraño. Lo veo y pienso en cómo pude tener tantos pensamientos negativos hacia él. Yo no soy así, intento ser duro, pero ahora que conozco por todo lo que ha pasado, ya no es posible ser indiferente con él.

Me siento en una silla del cuarto y me dedico a contemplarlo. Quiero conocerlo a detalle. Admiro cada trazo de su brazo tatuado, me encantaría saber el significado de cada uno de ellos. Su cabello negro es hermoso, justo el largo perfecto. Sigo admirando sus rasgos, sus cejas, sus ojitos cerrados y cada lunar que hace resaltar su belleza. Hago una pausa, me doy cuenta lo que hago y me tapo los ojos.

¡Rayos!, me volveré loco al paso que voy. Respiro profundo, me levanto y camino hacia la ventana para distraer mi mente. Veo a las personas caminar, los carros pasar por la avenida, los pájaros llegar a los árboles y a varios niños jugar sobre la arena en un parque que está en la esquina. Es un lindo día y estoy feliz con solo estar aquí. Suspiro.

♥

Una hora  y media ha pasado desde que llegué. Casi termino de leer mi libro favorito, si hubiera estado en la empresa, ni de broma le hubiera avanzado tanto a la lectura, fue buena idea cargarlo el día de hoy. El tiempo ha pasado rápido, pero mis ojos ya me están exigiendo una pausa para descansar. Coloco un separador en forma de pollito en donde dejé mi lectura y cierro los ojos por un momento. Estiro mi cuello y me recargo en el sillón de la habitación.

—¡Ah!

Mi corazón se acelera y me congelo por completo, no quiero abrir los ojos, pero debo hacerlo.

Por fin los abro y veo a Jungkook haciendo varios gestos que desconozco, me preocupa si le duele algo, pero esa enorme mascarilla sobre su rostro me impide ver claramente. Sus ojos se han acostumbrado a la luz y están abiertos. Parece que ha recordado lo que le pasó. Mueve una de sus manos y la lleva a la cabeza. Ahora si me va a dar algo, no sé como reaccione al verme aquí.

Voltea reconociendo el lugar y me mira desconcertado e intenta levantarse. Yo lo hago rápido y me apresuro a detenerlo.