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OCHO SEMANAS DESPUÉS...


JIMIN

La empresa cada vez es más solicitada por los servicios que ofrecemos. Mi trabajo como modelo es una locura, pero es demasiada presión la que manejo junto a la toma de decisiones. Decidí platicarle a Namjoon como me siento al respecto, me encantaría que se encargue él mismo de la dirección, pero si no aceptara, habrá que contratar a alguien en mi lugar, solo así podría dedicarme al modelaje sin más pendientes en mi cabeza.

En estos días Jungkook ha estado viniendo por mí para llevarme a su departamento. Amo su compañía, cenamos, vemos alguna película o simplemente platicamos de nuestro día. En ocasiones hasta nos hemos quedamos dormidos en la sala sin más. Es increíble cómo pasa el tiempo a su lado, aunque lo he notado un poco raro, como paranoico, siento que me cuida más de lo normal, no sé si es para que no se hagan más chismes de nosotros o si hay otro motivo. Los programas hablaron hace unos días sobre una foto donde se ve a Jungkook regalándome flores, hay muchos comentarios negativos y son pocos los de apoyo, así que somos discretos en público. Sé que esta parte de mi vida no es agradable, pero no puedo hacer nada para cambiarla.

Recibo mensaje.


JUNGKOOK
Hola, cariño, ya voy a la empresa, te espero afuera.

JIMIN
Sí amor, ya bajo.


Mi rostro se ilumina con una enorme sonrisa, soy feliz y seguro se nota. Me encamino a la salida ansioso por verlo.

El día se percibe extraño. No sé cómo explicarlo, pero cuando eres demasiado feliz, cuando sientes que tus heridas han sanado, cuando todo es tan perfecto, se siente un tipo de presentimiento, como si algo malo estuviera a punto de suceder. Tanta felicidad es irreal.

Dejo a un lado ese sentimiento para encontrarme con los ojos de Jungkook que me buscan detrás del cristal. Su cara se ilumina al verme junto a una preciosa sonrisa. Pero siento algo extraño en el pecho, ¿angustia?, ¿tristeza?, no lo sé, es raro, pero me apresuro para encontrarme con él e irnos rápido de aquí, muero por besarlo.

Salgo del edificio y se acerca para abrazarme como si hace mucho tiempo no lo hiciera. Habíamos acordado ser amigos frente al mundo, vivimos en un país muy tradicional y aunque las nuevas generaciones han pedido respeto en su orientación sexual, no hay demostraciones afectivas en público por razones obvias. Esto es solo un abrazo, pero lo siento diferente, me aprieta a su cuerpo y lo dejo correspondiéndolo.

A lo lejos veo acercarse mi chofer, pero hay un hombre que se aproxima corriendo a nosotros. Todo parece cámara lenta. Él se recarga en la espalda de Jungkook, su agarre a mi cuerpo se intensifica y exhala un quejido. Logro escuchar al hombre decir algo.

—Los homosexuales como tú deben morir.

¿Qué pasa?, el tipo se aleja corriendo y yo solo logro ver un cuchillo ensangrentado en su mano y mi chofer bajándose rápido del auto. ¿Dónde diablos está el que se supone que cuida de mí?

Jungkook se desploma y logro tomarlo en los brazos para que no caiga al suelo, toco algo húmedo en su espalda, preso del pánico levanto mi mano y me doy cuenta que es sangre, lo han herido.

Con lágrimas en los ojos grito fuerte para que alguien me ayude, el chofer ya está a mi lado, mucha gente está alrededor de nosotros, yo solo me aferro a sus brazos. Está inconsciente. Salen del edificio los guardias de seguridad y el idiota que se supone que me cuida siempre. Entre todos los hombres lo suben rápido al vehículo donde siempre me traslado.

—Desaparece de mi vista —le grito al guardaespaldas apuntándolo con mi dedo. El chofer le hace una seña y él obedece. Muero de impotencia, quiero golpearlo, pero no es el momento.

—Llévalo rápido al hospital, no pierdas tiempo, avisaremos que van en camino —le dice un guardia al chofer.

Me subo al asiento trasero para sostenerlo en mis brazos, tembloroso acaricio su rostro que se ha vuelto pálido, lo he manchado de la sangre que había olvidado traía en mis manos. Lo abrazo fuerte mientras tapo el lugar de la herida con una mano, deseando que eso ayude a parar la hemorragia.

—Vas a estar bien amor —beso su frente y recargo mi mejilla en ella.

—Te amo Jimin —susurra Jungkook en una exhalación. Sus ojos se abren brevemente para caer inconsciente de nuevo.

Ya estoy volviéndome loco.

—No me dejes amor, despierta —suplico con angustia.

No hay reacción en él, pero logro notar que aún respira y solo le puedo gritar al chofer para que acelere.

Al cabo de unos eternos minutos llegamos al hospital. Nos están esperando ya con una camilla afuera, lo agradezco al cielo en silencio. Se apresuran en abrir la puerta en cuanto se frena el vehículo. Sacan a Jungkook entre dos personas, lo suben rápido a la camilla y lo llevan dentro del edificio, mientras yo solo dejo grabada en mi cabeza la imagen de la sangre que está por todos lados. Veo mis manos ensangrentadas y me congelo, no puedo moverme, estoy temblando, logro voltear al frente y veo una cara familiar, es Tae, entra en el carro y me abraza, suelto un llanto que me hace gritar. El temor de perder a Jungkook me asfixia.

—Tranquilo Mimi, él estará bien y tú debes ser fuerte para cuidarlo, ¿ok?

Asiento con la cabeza aún aferrado a sus brazos.

Después de varios minutos de llanto, respiro profundo, limpio mis lágrimas y me encamino dentro del hospital acompañado de mi amigo.

Volteo a todos lados buscando su rastro, se acerca el chofer.

—Lo llevaron al quirófano, dicen que está perdiendo mucha sangre y deben buscar la lesión por dentro.

Exhalo, cubro mi cara y me derrumbo en el piso, vuelvo a llorar con tanta fuerza que me empieza a faltar el aire.

A Birthday Wish [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora