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Gemini Norawit; embajador de Tailandia, había abordado su Jet privado, después de una estresante junta con otros embajadores del mundo en la sede de El Cairo; los problemas de conflictos armados estaban aumentando y debían de poner cartas en el asunto, llegando a acuerdos.

El país le había encantado, pero era sumamente caluroso, Gemini sudaba a mares y tenía que secarse las gotas de sudor de su rostro que bajaban por su sien. El piloto; Pond Naravit le habló desde la cabina para que ajustara su cinturón de seguridad, pues estaban por despegar.

Phuwin Tangsakyuen era el copiloto, se hallaba sentado al lado de Pond Naravit ajustando los últimos detalles, cuando una mano traviesa comenzó a deslizarse por su muslo lentamente. Phuwin sonrió y miró seductor al hombre a su lado, transmitiendo lo que ambos sentían y que tenían prohibido en su trabajo, pero aprovechaban cualquier momento a solas para amarse o demostrar cuanto se deseaban.

- Pond... Aquí no, cariño. Ya sabes que las políticas de la empresa...

- Al diablo la empresa y sus estúpidas normas. He visto los ojos que le hecha el dueño; Gun Atthaphan a uno de los pilotos.

- ¿Off Jumpol? ¡Creí que era el único que lo había notado!

- Claro que no, todo el mundo sabe que ese par se trae algo, pero Gun insiste en decir que es heterosexual y poner sus estúpidas reglas.

- Sea como sea debemos de obedecer; es el dueño y por ahora debemos de ayudar a este hombre de regreso a Tailandia.

- Cuando lleguemos podemos ir a ti departamento o el mío... Allí nadie nos puede decir qué hacer.

Phuwin asintió sonrojado y anunció que todo estaba listo para despegar. El piloto Pond Naravit le indicó a Gemini las últimas reglas y le avisó que iniciaría el vuelo y el embajador no podía estar más ansioso y feliz por regresar a su país; no había sitio como el hogar.

El avión despegó y Gemini Norawit se relajó cuando alcanzó estabilidad, observando por la ventana cómo las pirámides se hacían pequeñas y se alejaban. Pronto no hubo más que cielo y nubes y aprovechó este momento para abrir su laptop y darle seguimiento a muchos de sus compromisos y papeleo que tenía que arreglar.

Tenía un sinfín de llamadas de sus colegas que le preguntaban si iría a casa para el cumpleaños de uno de los empresarios, pero Gemini era un hombre demasiado ocupado como para pensar en esas cosas que, aunque admitía los extrañaba y deseaba darse una vuelta con sus amigos, pero su ocupada vida se lo prohibía.

Suspiró profundamente y respondió que haría lo posible, pero que no prometía nada. Su amigo respondió que lo entendían, pero Gemini notaba el tono decaído de su amigo, incluso en mensaje de texto. Lo lamentó profundamente, pero no había nada qué hacer al respecto, así que siguió atendiendo sus ocupaciones.

Pond en la cabina no dejaba de coquetear con Phuwin y tocarlo, provocando risas y jugueteos entre ambos.

- Pond... ¡Basta! - Phuwin reía mientras se abalanzaba a él y besaba su cuello. - ¡Estamos trabajando!

- Ay, nadie se dará cuenta, nunca lo hacen... - y siguió besándolo, llevando su mano a la entrepierna del bajito y esto lo excitó más.

Phuwin no se dio cuenta que su rodilla estaba muy cerca de una de las palancas y un importante botón. Gemini sintió una extraña corriente de aire y las mascarillas de emergencia bajaron, todo su personal se alteró cuando el sonido de la alarma se escuchó y todos se sentaron ajustando sus cinturones. Phuwin y Pond alterados se separaron y trataron de recuperar el control del Jet, pero era tarde, se movía sin control.

Creyendo que habría un choque y debían de salvar al embajador, uno de los guardaespaldas se acercó a toda prisa a Gemini casi cayendo y le tendió un paracaídas.

"BELLEZA MARINA" - GeminiFourth (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora