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- Es por eso que los he contratado a ustedes para que vayan en búsqueda de nuestro embajador. Debe estar en grave peligro, ni siquiera sabemos si siga con vida, esto se ha vuelto un completo escándalo nacional. - Decía el secretario de gobernación, hablando firmemente con los dos hombres que estaban de pie frente a él. - Usted viene de una importante familia de investigadores privados y espías, señor Pawat. Su primo; Winny Thanawin, ha sido un gran elemento por años, estoy seguro de que tomé mi mejor decisión al elegirlo.

- Tenga por seguro que no lo defraudaremos, señor Gong. Mi compañero; Nanon Korapat y yo, iremos en búsqueda de Gemini Norawit, y lo traeremos de regreso. - El secretario de gobernación asintió satisfecho.

- Gracias, confío en ustedes.

Ambos hombres asintieron haciendo una reverencia y salieron de la oficina, para comenzar a minar por el largo corredor, llegando a su auto. En cuanto estuvieron dentro del vehículo, Nanon se abalanzó encima de Ohm, besándolo desenfrenadamente metiendo su lengua dentro de su boca, jadeando al sentir las caricias del hombre de origen chino. Posando sus manos por su trasero y muslos, ambos deseándose desde noches atrás, pero teniéndose que conformar con estar dentro del auto, porque nadie más sabía de su relación.

- Tenemos... mucho trabajo qué hacer... - Musitaba ronco Ohm en el oído de Nanon.

- Es verdad... - Se separaron. - Pagarán muy bien por encontrar a ese embajador, así que, hay que salir de esto y luego rentaremos una suite con alberca, champaña y cena de lujo. - El hombre chino sonrió y asintió.

- Bien, vayamos.

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Gemini Norawit despertaba lentamente, comenzaba a acostumbrarse a despertar con el peso de la cabeza de Fourth en su pecho o en uno de sus brazos, pero no era el caso esa mañana. Miró a todos lados, no lo escuchaba cantar y cuando se asomó por la ventana, tampoco lo vio en la orilla del mar. Salió corriendo de ese lugar preocupado, buscando por cada rincón de la isla, pero el chico parecía haber desaparecido.

- ¿Fourth? ¡FOURTH! - gritaba alterado con fuerza.

Ya llevaba más de una semana en esa isla, y en ese corto tiempo se había hecho unido a Fourth, el joven siempre lo atendía y diariamente posaba sus manos sobre su cabeza, para que fuera sanando con sus poderes de curación, pero ahora que no lo encontraba se sentía aterrado, todas las mañanas verlo era reconfortante, y no saber dónde estaba lo hacía morir de miedo.

Ford y Gemini lo miraban de lejos en medio del océano, estaban confundidos y admirados de que buscara desesperado a su primo Fourth, como si realmente hubiera una conexión entre ellos.

- ¿Crees que le guste, Fourth? - Ford le preguntaba.

- Puede ser... El tío Satang una vez convivió con un humano. Mis padres me contaron que se la pasaba con él en esta misma isla. Todos sospechaban que tenían algo más que sólo ser un tritón y un humano.

- Si ambos están desarrollando sentimientos. ¿No es peligroso para nuestra comunidad?

- Sí. Deberíamos decírselo al tío Satang. - Ford asintió y se metieron en el agua, para regresar a su hogar en las profundidades.

- ¡Fourth! - gritaba el embajador, hasta que, a lo lejos observó que el pequeño venía cargando madera y algunas otras cosas. - ¡Fourth!

Corrió a ayudarlo a cargar las cosas y el joven de cabello lila sonrió al verlo y que le quitó ese peso de encima.

- Gracias, Gemini.

- ¿En dónde estabas? Me preocupé. Debiste de haberme avisado a dónde ibas, pude haberte ayudado. - Fourth se sintió un poco confundido por tantas aclaraciones, pero al mismo tiempo hubo algo dentro de él que lo hizo sentirse especial, se sonrojó.

"BELLEZA MARINA" - GeminiFourth (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora