"BELLEZA MARINA" - GeminiFourth (ADAPTACIÓN)

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Gemini lo miraba con adoración acariciando sus mejillas rosadas y sin dejar de repartir besos en sus labios, su cuello y rostro, haciéndolo sentir cada vez más necesitado por su contacto, enrollando sus brazos en su cuello acariciando su amplia espalda que lo hacía sentirse seguro. Le sugirió que salieran del jacuzzi y fueran a la cama, pero Fourth negó, se sentía muy bien allí en el agua sintiendo todo lo que Gemini lo hacía sentir.

Al alto le encantaba sentir la tersa piel del chico, era como si estuviera hecho de seda, sus ojitos brillaban más ahora como si fuera el mar en un hermoso atardecer en la isla, y eso sólo conseguía enamorarlo más. Gemini podía perderse horas en esos ojos y naufragar por su encanto, quizás, ya lo había hecho, no había a dónde escapar, pero Gemini no quería hacerlo, con Fourth se sentía verdaderamente en paz.

Delicadamente se fue posicionando encima del joven de cabello lila, sonriendo con dulzura y apartando pequeños mechones de su cabello tan hermoso. Gemini no podía dejar de adorarlo como si fuera realmente un príncipe, y es que el chico era precioso en el sentido más puro de la palabra. Sus labios parecían devorar la pequeña boca de Fourth, pero no dejaba de tener consideración con él pues no hacía falta preguntarle si era su primera vez. Tocaba su cuerpo con detenimiento y cuando Fourth se sonrojó más y comenzó a dejar salir de su boca algunos sonidos reprimidos de placer, Gemini supo que estaba listo,

Bajó lentamente su mano hasta donde sabía que estaba su miembro y pequeña entrada y, aunque estaban dentro del agua, podía diferenciar perfectamente el agua del lubricante del pequeño y esto lo hizo sonreír. Fourth agachó la mirada, totalmente avergonzado y observando a otra parte, mientras un dígito de Gemini entraba en él.

- ¡Mgh! G-Gemini... - lo miró con sus ojos como platos cuando metió el segundo.

- Lo siento, pero no quiero que te duela o algo peor... - inició un movimiento como si fueran un par de tijeras. No dejaba de observar sus facciones; Fourth lo estaba disfrutando, pero a la vez estaba sumamente sorprendido.

El miembro erecto de Gemini le exigía entrar cuanto antes, pero no quería lastimarlo o ser un animal con Fourth, él era puro y había aceptado ir a su mundo, lo aceptó a él, no quería fallarle o decepcionarlo. Cuando supo que estaba completamente listo, se posicionó entre sus piernas y tomó sus muslos para elevar su cuerpo un poco más a su altura, y los ojos preocupados y excitados del chico lo miraron.

- No te haré daño, lo juro. Pararé si me lo pides, así que, no temas en decir lo que sientes, quiero que seas feliz y sientas placer. - Dijo con voz suave acariciando su mejilla y Fourth asintió nervioso.

Colocó ambas manos en sus anchos hombros y sintió la punta del miembro de Gemini posicionarse, estaba muy nervioso, pero sentía que estaba listo y quería sentir todo lo que ese hombre pudiera darle. Gemini empujó y entró en él, abriéndose paso lentamente entre la estrechez de Fourth, provocando que el chico del mar gritara y rasguñara la espalda de Gemini; el alto era realmente grande, Fourth estaba shockeado.

- ¡Agh! - Gemini se detuvo al escucharlo y se angustió.

- ¿Estás bien? ¿¡Fourth!? - el chico alzó su mirada y lo vio con ojos cristalinos.

- Sí... Pero dolió... Creo que eres... grande y estás muy duro... - avergonzado admitió y, aunque esto le gustó al alto, no era momento de centrarse en ello.

- Si quieres que mejor otro día...

- No. Quiero esto, lo necesito, lo siento en mi corazón... - se apresuró a decir y llevó una mano a su rostro, acariciándolo. - Sólo deja que el dolor pase. ¿Sí? Mi primo me dijo que podría doler, pero después lo disfrutaré. - Gemini sonrió y se acercó a besar sus labios.

- Es verdad. Esperaré todo lo que necesites.

Gemini repartía besos por toda su carita, Fourth reía un poco, quería distraerlo y que se sintiera relajado. El chico comenzó a mover lentamente su cadera y el alto supo que estaba listo, inició con un lento y placentero vaivén que a Fourth le generaba mucho placer. Se aferró a su espalda entre más se movía y con mayor rapidez teniendo mucho más contacto rozando sus pieles húmedas.

- Mmm... mmm... - Fourth quería contenerse, pero Gemini besó sus labios y le pidió que no lo hiciera.

- Quiero escucharte... - Ronco musitó en su oreja y Fourth sintió que su piel se erizaba. Gemini empujó con más fuerza y Fourth gimió, pero cuando tocó en su punto dulce el chico no pudo contenerse, perdió el control de sí mismo.

- ¡Ah! ¡Ahhhh! ¡Gemini! - esto hizo sonreír al embajador, quien siguió con movimientos más veloces y potentes. - ¡Ahhhhh!

- Eso es... Me encanta escucharte... Eres tan hermoso... - Fourth sorprendió a Gemini cuando de un rápido movimiento lo dejó abajo y él arriba.

Fourth volvió a hacer que el miembro del chico entrara en él y mirándose fijamente, comenzó a moverse en círculos volviendo loco al alto y a él mismo.

- Oh... Se siente bien... Fourth...

Fourth sonreía y ayudado de las manos de Gemini que se colocaron en su cadera y parte de su trasero, comenzó a moverse con más velocidad e intensidad, llevando a ambos al borde de la cordura con cada movimiento. Fourth daba pequeños brinquitos y Gemini amasaba su trasero recorriendo sus muslos, para después sostener su pequeña cadera y guiarlo en los movimientos que debía de llevar.

- ¡AHHHHH! - Fourth gritaba con más intensidad.

- Me encantas... Eres la gloria... - acariciaba su frágil y delicado cuerpo.

- T-te qu-quiero Gemini... ¡Ahhhhh! - Gemini sonrió y llevó ambas manos a sus apenas notorios pechos para jugar con sus pezones y hacerlo delirar.

- Yo te quiero a ti... - llevó sus manos a su cadera y comenzó a moverse más fuerte y rápido. - Ya casi...

- ¡Ahhhhhh! - su entrada se contrajo y gritó al llegar a su clímax. - ¡AHHHHHH!

Gemini se corrió a los pocos segundos y sintió que era como tocar el cielo, Fourth dejó atrapado su miembro mientras se corría dentro y, cuando comenzó a destensarse, Gemini bufó con fuerza y sintió el pequeño cuerpo del chico cayendo en su pecho, totalmente agotado. Ambos respiraban con dificultad, trataban de regular los latidos de su corazón y Gemini sonreía acariciando su cabello y espalda; nunca se había sentido tan feliz.

El embajador lo llevó a la cama cuando notó que se había quedado dormido encima de él, encantado por la adorable escena de él siendo llevado en sus brazos. Lo acostó con delicadeza, y sentado en la orilla de la cama lo observaba dormir como un bebé, mientras acariciaba sus mejillas rosadas.

- ¿Será demasiado pronto para decir que te amo? - musitó para sí mismo. - ¿Tú sentirás lo mismo?

Y suspiró simplemente sin dejar de admirar su belleza que tan perdido lo tenía, como si aún siguiera naufragando por el mar.

Las semanas transcurrieron y era muy divertido para Fourth estar con Gemini; le compraba cosas, lo llevaba a eventos con comida deliciosa, le mostraba el mundo humano, sus hermanas era grandiosas con él, y Gemini le hacía el amor casi todas las noches debido a lo hermoso que cada vez lucía más, en especial con la ropa tan lujosa que portaba. Todos admiraban la belleza del joven e incluso ya le habían llegado tarjetas de diseñadores y empresarios que lo buscaban para ser modelo de sus marcas, pero Gemini aún no confiaba lo suficiente en su especie como para soltar a Fourth tan deliberadamente, apenas si estaba acostumbrándose a ciertas cosas.

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Su madre Satang, llegó al mes y medio de que su hijo se marchó con el humano; Gemini. Había tardado en crear la pócima y también en entrenar para llegar al mundo humano y poder mezclarse lo mejor que pudiera, junto con su equipo. Su sobrino Ford y su pareja Mark, al igual que el guerrero más fuerte del reino; Earth.

- Recuerden que aquí necesitan usar su apellido. - Les mencionó Satang y todos asintieron, acercándose a la orilla de la playa durante la noche.

Salieron delmar luciendounos perfectos cuerpos, ocultándose rápidamente detrás de una enorme piedra y Satang veloz les entregó ropa humana que ya habían conseguido. La secaron con su magia, y estuvieron listos para ir en busca del príncipe Fourth.