"BELLEZA MARINA" - GeminiFourth (ADAPTACIÓN)

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- Fourth... No...

El joven no dejaba de sonreír y acariciar su rostro.

- Eres hermoso, pero... No estás en condición de...

- ¿Por qué no? - ladeó la cabeza. - Creo que estoy listo para reproducirme.

- Oh... Vaya... Qué interesante... - aclaró su garganta riendo nervioso. - Bueno, es mejor que no sea ahora. Verás... No estás lúcido, y quiero que... Cuando ocurra esto, lo recuerdes MUY claramente... - dijo acariciando su mejilla con voz más suave. - Fourth hizo un puchero y Gemini rió. - Ven, trata de dormir.

Lo ayudó a quitarse la ropa y zapatos, metiéndolo debajo de las cobijas y se puso de pie.

-- No me dejes... - musitó adormilado.

- Nunca... - Gemini le respondió. - Descansa.

Fourth cerró lentamente sus ojitos y Gemini se levantó de la orilla de la cama, caminando a la puerta, observándolo una última vez, para salir del camarote e ir en búsqueda de la habitación de alguien en específico. Tocaron la puerta y el hombre casi dormido con pesadez respondió:

- ¡Ya voy! Maldita sea... - bufaba quejándose mientras se acercaba arrastrando los pies a la puerta. - ¿Qué? - abrió. - ¿Señor embajador? lo siento, creí que era mi molesto primo o su culito Tailandés.

- ¿Puedo hablar con usted?

- Seguro. - Riendo se hizo a un lado. - Pase. - Gemini entró y cerró, mientras Winny se acercaba a la botella de whiskey que tenía en la mesita. - ¿Le sirvo un trago?

- No, gracias. ¿Acaso seguirá tomando toda la noche?

- ¿Por qué no? Es lo que me mantiene feliz y cuerdo. - Riendo se servía alcohol y bebía casi cayéndose por su mala estabilidad.

- Winny Thanawin ¿cierto?

- Ese soy yo. ¿Le ocurre algo? - se colocó un cigarrillo en la boca y le ofreció uno, pero Gemini lo rechazó.

-- Yo... Escuché que, en la cena mencionó a Fourth algo de que había soñado con el mar muchas veces, y criaturas marinas...

- ¿Eso? ¡Bah! No me haga caso, señor embajador. Un ebrio como yo sueña muchas incoherencia y estupideces. - Bebía.

- Si no le molesta... ¿Podría contarme lo que sueñe soñar? - Winny confundido lo miraba. - Por favor.

- Debe tener mucho insomnio para querer escuchar mis sueños.

- Un poco. - Dejó caer los hombros.

- Bueno... Al principio no eran tan recurrentes, cuando era más joven. Sin embargo, a medida que pasan los años y me acerco más a la muerte, comienzo a tenerlos más seguido... Me da vergüenza admitirlo, pero sueño que... Fornico con una especie de sirena, pero... es algo más masculino, aunque debo de admitir que no es nada feo. Veo una isla, a veces me veo construyendo una choza... Le parecerá que estoy loco, pero cuando llegamos por usted... Esa isla era idéntica a la de mis sueños... Yo sabía en el fondo que ya había estado ahí antes. Supongo que fue cuando naufragué a los 31 años; no recuerdo nada porque los médicos me dijeron que sufrí de amnesia y sería imposible recuperar lo ocurrido después del accidente de mi barco... Sólo recuerdo que iba en una balsa y fui encontrado por un barco soviético que llevaba atún. Por dos meses olí a atún, se lo juro.

- ¿Recuerda el nombre del tritón con el que estuvo conociendo el mar?

- Señor embajador, son sólo sueños locos. ¿Entiende? Le agradezco que quiera escuchar mis historias, pero es mejor que vaya a cubierta a conversar con mi primo o quien sea. Yo... no valgo nada... Fui grande, pero ahora no me queda nada por lo cual luchar o vivir.