Lo observo desde una esquina oscura en el bar. He estado siguiéndolo durante todo el día y he notado que no hace mucho, algunas compras en la tienda de víveres, una parada en la ferretería y no mucho más. Así que me atrevo a pensar que no ha tomado ningún trabajo o no se da cuenta de que lo estoy siguiendo. Aunque me inclino por la primera opción. Si se hubiera dado cuenta de que lo estoy acechando, no creo que se quedaría tan tranquilo.
Es de noche, y este lado de la ciudad es desagradable y sucio. Veo un par de caras conocidas sentadas en el bar, sin embargo, me quedo en mi esquina bebiendo mi cerveza y continúo observando, tomando nota mentalmente de cada detalle.
Nunca esta demás ser precavida en estos días, sobre todo cuando hay una recompensa colgando sobre mi cabeza. En realidad, es lo que menos me preocupa, no hay nada con lo que no pueda lidiar. Pero es realmente molesto cuando interrumpen mis planes.
Veo como le hace un gesto al barman y pide más whisky. Pienso en la primera vez que lo vi, me encontraba oculta como ahora entre las sombras de un almacén "abandonado", limpiando mi cuchillo cuando escuché pasos. Mirando el desastre que había creado a mi pies, solo tenía dos opciones. Podía ocultarme o quedarme y matar a quien sea que estuviese estorbando. Curiosamente decidí ocultarme, subiendo por un viga con ayuda de unas cajas, me acomodé en el entre techo del almacén donde no me verían si no quisiera, ya que no había más luz que la de la luna filtrándose por un par de escasas ventanas. Me gustaba pensar que era como gatubela, escalando cosas y ocultándose en las sombras, siendo una chica mala.
Me sorprendió que alguien estuviera aquí, pensé que me había desecho de todos los bastardos.
No sé por qué decidí ocultarme en vez de simplemente eliminar al intruso, pero en el momento que apareció no pude moverme, mi cuerpo inmediatamente se tensó. Una extraña sensación invadió mi cuerpo, estaba... alterada. Apenas si podía ver algo más que una silueta de un hombre muy alto. No sabía qué ocurría, pero en el momento que escuché su voz, sabía que debía preocuparme. Había una aura oscura a su alrededor que me atraía como la luz a un mosquito.
Vi cómo se quedó quieto un momento observando mi desastre, un par de idiotas tirados en un charco de sangre, con las gargantas cortadas. Ni siquiera se dieron cuenta de nada hasta que simplemente estaban muriendo.
A veces me divertía ver la sorpresa en sus rostros antes de morir.
—Steve, sabes que no me gustan las bromas. –escuché como dijo a través del celular, su voz era profunda, exquisitamente ronca. –Bueno, al parecer alguien ya hizo el trabajo, sin embargo, las armas continúan aquí.
Vi cómo se paseaba a través del almacén observando, mmm, me pareció curioso este hombre.
—Simplemente diles que las recojan y envíen a alguien a limpiar, yo me largo.
Así que este hombre venía por mis cosas. Aún sin darse cuenta de mi presencia, se paró frente a una de las ventanas y en ese instante fue cuando al fin logre realmente verlo. Era más grande de lo que pensé en un inicio, muy grande y sexy, muy sexy. Que lindo polluelo. Grande, pelinegro y con unos hermosos ojos azules. Su rostro era simplemente perfecto.
Se veía molesto mientras cortaba la llamada y caminaba hacia la salida. Tome una decisión rápidamente, polluelo sexy o estúpidas armas. Era una decisión fácil, ¿un hombre como ese? No era tan fácil de conseguir, así que lo seguí.
Desde ese momento, hace tres meses, cada vez que tengo algo de tiempo libre, cuido de mi polluelo. Descubrí que, en realidad, era bastante famoso en la ciudad, pero mayormente intentaba pasar desapercibido, entre las sombras.
La verdad me parecía ridículo. ¿Un hombre como él pasando desapercibido? Era imposible. Cada vez que una chica lo miraba demasiado tenía que reprimir el impulso de ahorcarlas. Aunque me tranquilizaba bastante que el las ignorara todo el tiempo.
Ya había aprendido su rutina, los lugares que frecuenta y sus comidas favoritas. Con seguridad podía decir que lo conocía mejor que nadie. Había una oscuridad persistente a su alrededor que me atraía como nunca lo había hecho nadie. Me generaba curiosidad. Y aunque él aun no lo supiera, estaba destinado a ser mío, o tal vez sí, creo que durante esta semana había comenzado a sospechar.
Había notado como un par de veces esta semana observaba su alrededor más de lo habitual, tal vez siente que el amor de su vida está cerca ¿puede ser no?, o también puede que esté en problemas, como sea, no debe preocuparse, aquí estoy yo para cuidarlo. Quiera o no.
Mis pensamientos son interrumpidos cuando un borracho choca con mi mesa y voltea mi cerveza. Suspiro y miro como esta cae sobre mi ropa, arruinando mi pequeño y hermoso vestido rojo. Me estremezco al sentir la tela pegajosa rozando mi piel. Asqueroso. Dios, asqueroso. Me quiero morir. Ahora estoy enojada. Sin darle tiempo de levantarse al idiota, tomo la cuchilla de mi bota y la empujo contra su garganta. De pronto parece sobrio y abre mucho los ojos, mientras balbucea me inclino sobre él.
—Amigo, ahora me debes un hermoso vestido y una cerveza. –Le digo con una sonrisa en mi rostro. Que en realidad no refleja el asco que estoy sintiendo en estos momentos. Aprieto los dientes, intentando controlarme. Tranquilizándome al sentir que tenia el control, al ver el miedo en los ojos del sujeto.
Había algo sobre el poder que me daba el provocar miedo en la mirada de los demás.
—No... espe...ra... no tengo... dinero aho..ra –Giró los ojos ante sus balbuceos, bueno, alguna parte de él debe servir ¿no?, tal vez Sall necesite alguien para...
—Nena, suelta al pobre hombre. –La voz de Kenai interrumpe mis pensamientos –No puedes matar a nadie más en mi bar, ya hablamos de esto.
Me giro para mirarlo, pero sin dejar de sostener el cuchillo ni al hombre, entrecierro los ojos mientras miro a Kenai, este gran tonto. —Ese hombre es de Brooklyn, sabes que se va a enojar si matas a otro de sus hombres, y sobre todo si lo haces de nuevo en mi bar. Desde Henry que no hay problemas, dejémoslo así ¿está bien? –¿Entonces aún no sabe nada del pelirrojo de la semana pasada? Tonto Kenai. Suelto al borracho que cae encima de mesa y mientras Kenai da un suspiro de alivio, le clavo el cuchillo en la mano al idiota.
Bueno, no lo maté.
hola nuevamente!!! Estoy feliz de haber terminado una nueva historia!! Por hoy publicare el primer capitulo, y en los próximos días podrán disfrutar de la historia completa. Es algo diferente a lo que he escrito antes, pero espero que la disfruten ♥
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Dulce Carmín | TERMINADA
RomanceTengo algunos... problemas. Bueno, para algunos pueden ser problemas, para mí, era amor. Toda mi vida cambio esa extraña noche cuando conocí a Garret. Su mandíbula fuerte, sus ojos penetrantes y la forma en la que miraba a todo el mundo como si fue...