Illicit Affairs [Max Verstappen, Lewis Hamilton]

✧ ⸻𝐗𝐕𝐈 | 𝐄𝐱𝐢𝐥𝐞

↳«And it took you five whole minutes
to pack us up and leave me with it»୭̥⋆*｡

—Eres un jodido egoísta —reclamé al llegar a casa y ver a Max en mi sala, tan relajado como si no hubiese derrumbado mi mundo por completo.

—¿Qué pasa? —interrogó el hombre poniéndose de pie rápidamente y acercándose a mi.

—No juegues al tonto Max Verstappen —chillé con ira —no tenías ningún derecho a decírselo —declaré alterada.

—Te he sacado un problema de encima, deberías agradecerme —explicó gracioso, no podía creer que se tomara esto como una broma.

—Y ahora tengo un problema mucho más grande, gracias Max por ser tan considerado —gruñí con sarcasmo.

—Lo siento, no es lo que pretendía Evie —admitió ahora con seriedad.

—No me interesan tus disculpas —declaré.

—No quiero que arruinemos lo que logramos por mi desastre —intervino con real arrepentimiento en sus ojos azules, aún así seguía disgustada por su inmadurez.

—He estado enamorada de ti desde que tengo memoria pero de alguna manera logras que siempre termine odiándote —negué resentida —y ahora tengo que ser yo quien pague las consecuencias de tus infantiles actos —reí molesta.

—Prometo aceptar toda la responsabilidad, solo no quiero que me odies —confesó haciendo un pequeño puchero que me derretía el corazón.

—Solo necesito que te vayas Max —concluí para subir a mi habitación dejándolo en la mitad de mi sala con su mirada perdida, no es lo que quería pero, era lo que tenía que hacer.

Entré en mi habitación para quitarme la ropa que llevaba puesta y cambiarla por algo más cómodo, notando como el atuendo de la noche anterior de Max se mantenía en el suelo. Lo tomé, percibiendo el fuerte olor de su perfume en el, para llevarlo fuera de mi puerta y cerrarla, no pretendía que el hombre saliera desnudo de mi casa.

Me recosté en la cama intentando dejar atrás el enojo que sentía y concentrarme ahora en cómo le podría decir esto a Christian y no morir en el intento pero, lo único en lo que lograba pensar era en lo vacío que sentía el lugar sin Max, distrayendome por el rugido del motor del auto del neerlandés, ni siquiera era necesario que lo comprobara, conocía muy bien ese sonido.

Abrí nuevamente la puerta, notando como la ropa había desaparecido y en su lugar había una pequeña nota.

"Hablé con Christian, no te asombres si te llama
he asumido toda la culpa, no tienes de qué preocuparte.
Te veo luego (espero), confío en que no estés tan enojada
para ese momento.
Te quiero Evie.
-Tú Max"

Sonreí un poco al imaginarlo haciendo la nota, Max era un completo tonto pero no podía negar que lo quería como a nadie. Tomé el pequeño papel para seguir caminando viéndome interrumpida por la vibración de mi teléfono, sacándome una sonrisa al ver el nombre de Christian iluminado en la pantalla.