serial killer [rodrivan]

cuarenta

Rodrigo salió del departamento de Iván con lágrimas en los ojos y el corazón roto.

¿Como había podido ser tan estúpido de enamorarse de un policía? Rodrigo no tenía respuesta a eso, pero ahora que se paraba a pensarlo, había sido un tonto en todo eso, ¿realmente llegó a pensar que un policía podía desarrollar sentimientos por un delincuente como él? Se quería reír en su cara por lo iluso que había sido, era obvio que todo iba a acabar terminando así.

Caminó hacia su casa, podría haberse pedido un uber, pero prefería caminar bajo el cielo estrellado, pensando en lo miserable que era su vida en esos momentos.

Justo en ese momento, una llamada entrante sonó en su celular. Pensó en ignorarla, pero atendió rápidamente al ver que se trataba de su mamá. Por un momento lo había olvidado, habían acabado con la mafia, y el compañero de Iván había llevado a todos los equipos disponibles para sacar a la gente te tenían capturada.

— ¿Má? Esta todo bien -Preguntó-

— Rodri, mi amor, estoy bien, ya me sacaron de ese lugar y estoy en casa, muchas gracias por todo mi niño, se que fue gracias a vos, te amo -Dijo su madre, llorando-

— No es nada má, en realidad no fue solamente gracias a mi

"Fue gracias a un pelotudo muy lindo, que me traicionó y se aprovechó de mi debilidad" Pensó

— Yo también te amo mucho, me alegro de que ya estes bien, te tengo que colgar, tengo que arreglar un asunto, en cuanto pueda te voy a visitar a la casa ¿si?

Rodrigo se despidió de su madre y colgó la llamada, estaba feliz de que al menos algo en todo eso hubiese salido bien, al menos su mamá estaba a salvo.

Siguió caminando por unos veinte minutos hasta llegar a su casa, una vez allí, entre el sentimiento de tristeza y el de furia que sentía en ese momento, un pensamiento fugaz le llegó a la mente.

Si Iván le había traicionado y no pensaba arriesgarse por él, entonces Rodrigo no tenía tampoco por que cambiar su vida por nadie. Él estaba muy bien con su vida como delincuente y no iba a cambiarla por alguien que no valía la pena. Así que con el resentimiento que llevaba dentro, decidió dejarse llevar por sus malos pensamientos y hacer algo que sabía que iba a molestar mucho al policía, pero le daba igual.

Decidido, entró a su casa y agarró una pistola y demás cosas, para después dirigirse con su auto a la ubicación donde hace no mucho habían dejado al mafioso.

Al llegar, el sujeto ya había despertado, pero no podía moverse. Sin escrúpulos, y con furia en su interior, Rodrigo le apuntó con la pistola, disparándole en la cabeza de una.

Acababa de matar al jefe de la mafia, ahora ya no se tenía que preocupar por si la justicia lo dejaba libre o no, estaba muerto, todo estaba solucionado.

A pesar de supuestamente haber terminado con todo, Rodrigo no se sentía mejor, seguía con un sentimiento de vacío dentro de él, aunque trató de ignorarlo y seguir con su plan.

Como pudo, agarró el cadáver del mafioso, y lo arrastró hasta su auto, obviamente durante todo este proceso llevaba unos guantes puestos. Ya dentro del auto, condujo hasta la comisaría de policía donde trabajaba Iván, y con un pasamontañas puesto en su cabeza, salió del auto para dejar el cadáver en la puerta del recinto.

Esto no era algo que Rodrigo habituase a hacer, pero estaba tan furioso, que con ese gesto quería, tanto revelarse contra la misma policía que dejaba a los delincuentes con dinero impunes, como mandarle un mensaje a Iván de que no se iba a dejar destruir por nadie.

Después de dejar ahí tirado el cadáver, volvió a su casa, donde se permitió seguir llorando, lloró todo lo que pudo y más, prometiéndose a si mismo que esa iba a ser la última noche en la que derramaría lágrimas por alguien que no lo valoraba.

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A la mañana siguiente, Iván despertó debido al insistente sonido de su teléfono. Tenía 10 llamadas perdidas de Gonzalo. Asustado, rápidamente le devolvió la llamada por si era algo importante.

— Amigo, no se que mierda fue lo que pasó anoche, pero te dejaron un regalo en la puerta de la comisaría, te mandé una foto por whatsapp -Fue lo único que dijo Gonzalo, para después colgar la llamada-

Un sentimiento extraño se instauró en el pecho del policía, no le daba buenas vibras todo eso.

Sin parar a pensarlo mucho, abrió directamente el chat con su amigo, encontrándose con la foto de el cuerpo muerto del jefe de la mafia, tirado en la puerta de la comisaría de policía. Obviamente no había que ser un genio para deducir que había sido obra de Rodrigo, pero más que rabia, lo que sintió en ese momento fue decepción.

Puede ser que él ma haya cagado, si, pego Rodrigo tampoco lo dejó explicarse, y aunque entendía al ojiverde, le causaba lástima que hubiese tenido que recurrir a algo como eso simplemente para molestarle, sabiendo que Iván lo que más quería era que dejase atrás la vida como asesino y no volviese a matar a nadie.

Después de ver la foto, lo más lógico hubiera sido ir hasta la comisaría, ya que probablemente haya mucho revuelo allí, pero en ese momento, Iván se dejó guiar más por sus sentimientos, así que abrió su portátil, entro al maldito fichero que había estropeado todo, memorizó la dirección de Rodrigo, y agarró su auto para ir hasta allá.

No tenía pensado ir a detener a Rodrigo ni mucho menos, quería ir para tratar de arreglar las cosas con él, esto no podía quedar así, necesitaba que le escuchase.

Durante todo el trayecto estuvo nervioso, tanto que las palmas de sus manos sudaban.

Trató de pensar que era lo que le iba a decir al castaño cuando lo tuviese en frente, quería pedirle perdón, y también quería que supiera que sí sentía cosas por el enserio y que su plan nunca había sido jugar con él.

No sabía si iba a funcionar, ni si Rodrigo siquiera lo iba a recibir en su hogar, pero no perdía mada con intentarlo.

Esta era la primera vez en la que Iván se jugaba algo por amor, nunca antes había gustado de nadie, ni siquiera había tenido parejas serias, pero con Rodrigo todo se sentía distinto. Quien diría que la primera persona por la que Buhajeruk estaría dispuesto a dejar algo atrás sería por un delincuente.

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Hasta aquí el capítulo cuarenta

Pido perdón por matar al Duko, no me odien gente.

Sorry por publicar tan tarde, me quedé dormido jajsjsjjs, igual no se si este cap esta tan bueno, hice lo que pude.

Cualquier error o sugerencia que tengáis, siempre son bienvenidos, mientras sea desde el respeto.

Gracias por leer <3