¿Qué escribes? - Adaptación FreenBecky

Vandalismo en forma de corazones

Becky Armstrong

Era una suerte que me hubiera caído encima de la izquierda, porque entonces no podría estar pintando los dibujitos que Freen había hecho. Dijo que los había calqueado, pero lucía muy emocionada cuando me los mostró y me pidió que los pintáramos.

Aparte, ella tenía un montón de crayones y marcadores, así sí provocaba pintar.

Estábamos en la colina de la autopista. Justo ahí donde tomamos la foto que desencadenó todo. Me daba risa recordarlo pero sí sufrí esos días.

— ¿Entonces ahora eres amiguísima de Kirk? —pregunté cuando acabó de contarme lo que podía decir. Dijo que no quería traicionar la confianza de su primer amigo.

—Sip —Asintió con la cabeza animadamente, coloreando su dibujo—. Pensé que era serio, es lo que parece, pero es genial —dijo, pero de pronto dejó de colorear y frunció el ceño—. ¡Y dijo que Bonbon no tenía cara de Bonbon!

Si algo le molestaba a Freen, era que cuestionaran el nombre de nuestro bebé.

— ¿Tú que le dijiste?

—Que él no sabía de gatos —Se encogió de hombros—. Me agradó bastante.

— ¿Más o menos que Billy?

Todos vimos como miraba a Freen. Yo vi como miraba a Freen. Pero ella era lo suficientemente inocente como para no darse cuenta.

—Billy me agradó, pero no lo suficiente para ser mi amigo —Volvió a tomar los colores—. Me mandó la solicitud en Facebook. Se la acepté solo porque soy buena persona.

Sonreí.

—Que bondadosa, amor —Me reí. Ella se sonrojó.

—Igual seguro ni me habla —Se encogió de hombros otra vez—. En fin, ¿cómo está Heng?

¿Estaba preguntándome por Heng? ¿Freen?

Al parecer si empezaron a llevarse bien.

—Bien, supongo —murmuré—. No hemos hablado mucho.

El día de la feria cuando terminamos de comer las salchichas, lo aparté del resto porque supuse que querría hablar luego de lo que había pasado con Kirk, pero aseguró estar bien aunque así no era como lucía. Traté de insistir, pero me cortó con un «no te preocupes» y volvió con los demás.

Claro que algo no andaba bien, así no era él. Pero por alguna razón, no sabía cómo acercarme y preguntárselo. Siempre la que necesitaba un consejo o algo por el estilo, era yo. Nunca había sido él. No sabía qué hacer y eso me estaba irritando y abrumando. Me parecía injusto que él siempre estuviese ahí y que yo no supiera ni cómo preguntarle que le sucedía.

Estaba siendo mala amiga.

—Oye... ¿está todo bien? —preguntó Freen. No supe en que momento había dejado de pintar, pero ella también dejó de hacerlo. Me rasqué una ceja.

—En realidad... creo que él no está bien. Pero no sé qué hacer —confesé. Ella frunció el ceño así que intenté explicarlo mejor—. Nunca habíamos estado en esta situación. Siempre soy yo la que lo necesita a él, no al revés y yo... no sé cómo... como ayudarlo o saber si está bien o solo son ideas mías —Me encogí de hombros para intentar quitarle importancia.

Era irrelevante.

— ¿Y ya se lo preguntaste?

—El día de la feria —Asentí—. Pero, uhm, él solo me esquivó.

Parecía tener algo por decir, pero también parecía no saber cómo decirlo.

—Amor... no te vayas a enojar... —fue lo primero que dijo y enarqué una ceja—. Pero, es más que obvio que todavía siente algo por ti y, no sé, ¿tal vez por eso no le pareces la mejor persona para hablar sobre lo que pasó con Kirk? Digo, sé que eres su mejor amiga, pero, siente o sentía cosas por ti y... eh, uhm, creo que no tiene sentido. Olvídalo.